Es el momento de apretarse el cinturón, al menos para los de siempre (aún lo es para parte de los de siempre, pero no crea el resto de los de siempre que se librará). Además de recortes varios (por aquello de reducir gasto) se prevé subir el IVA al 18% (por aquello de aumentar ingresos) a partir del 1 de julio...Si bien todas las medidas en estos casos son siempre discutibles, esta última se puede llegar a calificar incluso de estúpida, en un país en el que uno de los mayores problemas de la economía ha sido y es el enorme, sistemático, histórico y arraigadísimo mamoneo; dinero negro, comisiones, hoy por ti y mañana por mí, etc. Aplicar una norma que venga a gravar las actividades reguladas y legales acabará promoviendo aun más, si cabe, las otras muchas. La perspectiva que se avecina es la de un poco más de proliferación de chanchullos, trafullas, billetes de 500, la mano detrás de la espalda, viajes a Andorra, en fin, nada nuevo en el país del héroe – defraudador de Hacienda. Y si encima le añadimos el momento histórico que supone el “con la crisis todo vale” pues vamos apañados.
Se muestran y discuten durante este mes y los dos siguientes, algunas propuestas alternativas a la subida del IVA y a los recortes sociales varios. Se pretende que estas propuestas estén adaptadas a la sociedad a la que van dirigidas, de manera que se minimicen las posibilidades de ser utilizadas y abusadas. Habrá propuestas que parezcan descabelladas o utópicas o pragmáticas en exceso; o igual fascistas o igual comunistas, según gustos y ópticas, y con las que sin embargo ningún bienhechor se vería perjudicado y que permitirían mantener al menos durante unos años más el presunto estado de bienestar (o al menos, los servicios mínimos, o en el peor de los casos, un encuentro de frente con la realidad algo más progresivo).
Una de globos…
1. Fin a las políticas de gasto público para promover el alquiler y otras mandangas que tienden a causar principalmente subidas de precio: si lo que se quiere es fomentar la apertura de pisos (si es que se atreven) es mucho más efectivo gravar de manera geométrica a los propietarios de más de una vivienda: el funcionamiento sería bien sencillo: por una vivienda se pagaría el impuesto actual. Por la segunda vivienda, el triple de lo que sería el impuesto de una casa (en total, pagarías impuestos por el equivalente a cuatro casas). Por la tercera, nueve veces más de lo que sería el impuesto actual (en total, pagas impuestos por catorce casas). Así sucesivamente; quizá ya no sería tan interesante el pisito como inversión, y tenerlo cerrado sería directamente ruinoso. Ya de paso, se podría aprovechar para aplicar medidas similares para vehículos, etc. Unas buenas crujidas a los acaparadores y veríamos si la burbuja vuelve a aparecer, si habría vivienda a precio justo de compra y alquiler, y de paso, aparcamientos. No es precisamente nada inventado, en EEUU, sobre todo al Oeste, las normas anti-especulación se aplican desde hace décadas. Solo hace falta voluntad política y una buena cacería de testaferros. Agradecimientos al Maestro Pedro B por las lecciones al respecto.
2. Perseguir y sancionar durísimamente la corrupción a todos los niveles: comenzando por la de la clase política (no tanto por el dinero movido, sino por frenar ese sentimiento que la sociedad tiene tan interiorizado de que los políticos roban porque es su función, quizá algún día deje de sorprendernos un caso de corrupción, mal día será) y continuando o quizá enfatizando la corrupción a pie de calle: persecución (comenzando por los empresarios que lo promueven o permiten) del trabajo en negro, el empleo sin contrato, el trabajo durante las bajas, etc. Tampoco tiene sentido que una obra o reforma de una casa tenga un precio y si quieres puedas pagar el IVA voluntariamente, siempre a mayores. Aplicable a los dentistas, por cierto.
3. Contra la evasión fiscal y la corrupción (especialmente si supone la salida de divisas): si la pena llega a ser de cárcel, aplicación de la doctrina Parot, sin posibilidad de redención de penas ni por buen comportamiento ni por no tener antecedentes; imposibilidad de acceder a celdas independientes; bien mezcladitos todos con los llamados “presos comunes” (será para diferenciarlos de los presos poco comunes). Robar a 45 millones de personas también es terrorismo...
4. Que los bancos y cajas (fusionadas o no) devuelvan con un interés razonable (tampoco les impondremos las tasas que ponen ellos, a ver si aprenden algo de civismo) hasta el último céntimo que les hemos pagado entre todos. Cuando han tenido unos beneficios insultantes aun a riesgo de hacer quebrar (y conseguirlo) el sistema financiero, y han tenido y tienen a medio país trabajando para ellos durante veinte, treinta o cuarenta años, no se les han aplicado retenciones extraordinarias; ¿por qué cuando se les ha complicado la vida por culpa de su avaricia hemos tenido que acudir a su rescate con medidas portentosas? (esas llamadas inyecciones, que en realidad son transfusiones desde la sociedad)…¿gratis? Esperemos que no. Con los 60.000 millones de Euros que nos deben (la cosa `puede llegar a 220.000 millones si se cuentan avales, etc) no harían tanta falta los 5.000 millones que se esperan recaudar por el aumento del IVA. Por supuesto, si el Estado decide salvar un banco o empresa el salvamento debe incluir una considerable partida accionarial que pueda llegar a rentabilizar la inversión una vez que el banco o caja esté recuperado y dando pingües beneficios a todos.
5. Acabar con el cachondeo de las SICAV (Sociedades de Inversión de Capital Variable); una fórmula que permite tributar por los beneficios generados solo al 1%, en vez del 30% que tocaría. Por supuesto, están formadas por grandes fortunas que se juntan y hermanan para ahorrar en comunión unos cuantos millones de Euros. Vergüenza ajena.
Se retira esta propuesta en caso de que alguien dé una sola buena razón para mantenerlas (no vale decir que el mantenimiento de estas sociedades evitaría que esta gentuza lleve su dinero a otros países).
6. Meter mano a los vergonzantes oligopolios antisistema (para un servidor el 99% de la sociedad representa “el sistema”): proveedores de carburantes y seguros: basta de precios clamorosamente pactados. ¿No hay un tribunal de competencia, o solo están para asuntos menores? Esta acción se debe ligar a las enormes sanciones que deberían aplicarse a una cada vez más popular clase de vampiro: por cada factura que un banco o proveedor de teléfono, internet, electricidad o gas intente colocar a un usuario injustificadamente (sí, esa pequeña cantidad de dinero o llamada que reclamas y te devuelven, eso sí, tras insistir y esperar) la empresa debería abonar su importe multiplicado por cien. No estamos hablando de un despiste debido a un redondeo incorrecto; se trata de acciones sistemáticas y bien calculadas, realizadas por enormes corporaciones con sistemas de control muy precisos y que pueden incluso repasar cada factura emitida de manera automática con un coste mínimo. Que se lo piensen dos veces antes de robar descaradamente. Con el sistema actual solo devuelven el dinero si es que el legítimo dueño se da cuenta del timo, por supuesto, meses después y sin intereses.
7. Quitar la nacionalidad a los deportistas de elite (ojo, palabra llana o esdrújula, al gusto) y grandes empresarios que se empadronan en otros países (curiosamente suelen ser países montañosos como Andorra, Suiza o Liechtenstein, quizás por su amor por el aire puro y la Naturaleza). Esta gente debería quedar sometida a un régimen especial que contemplara la necesidad de visado obligatorio (lo más caro y corto posible) en caso que quieran volver (como turistas que son, claro). Si cuando dejen de tener ingentes ingresos quieren volver para quedarse y compartir sus ahorros con sus re-compatriotas tampoco hay problema, que contribuyan con todo o gran parte de lo que han dejado de pagar y bienvenidos de nuevo, hermanos.
8. Una propuesta que estaba en esta lista cuando se comenzó a elaborar y que se ha hecho realidad (a ver si continúa la racha) era la de limitar los plazos de pago de las administraciones en un máximo 30 días, una medida por fin aprobada recientemente, y que dejaremos en este humilde elenco no sea que se les ocurra quitarla por impopular o irrealizable.
En las próximas observaciones continuaremos exponiendo algunas alternativas para ahorrar cuartos a la Gran Teta. Si la cosa pasa por controlar, investigar y perseguir a defraudadores y jetas pues adelante; para tiempos extremos, medidas drásticas. Lejos de proponer crear un estado totalitario y Orwelliano, la idea es que la gente, aunque sea por miedo a las multas y sanciones (que al parecer es la principal motivación de estas tierras), tenga un mínimo de respeto hacia los beneficios sociales que existen porque otros se partieron la cara por ellos y que ahora tan gratuitamente nos pasamos por el forro.
Como corolario de esta primera entrega, cabe decir que es posible que en realidad lo de la subida del IVA sea una amenaza para fomentar el consumo durante el primer semestre (incluso hay quien se ha comprado un piso aprovechando el momento, que hay gente para todo), antes de que todo suba o hubiera subido…
Continuaremos con otras medidas novedosas o quizá no tanto el próximo mes, centrándonos en otro tema candente: soluciones al paro…
El observador
La cita:
En todas partes es, sin duda, fortuna, y muy grande, la de nacer con un grado más de talento que el común de los mortales; pero en España, ha sido hasta ahora uno de los mayores infortunios que puede contraer el hombre al nacer. (…) desea con mucha vehemencia tener un hijo tonto; verás qué vejez tan descansada y honorífica te da.
José Cadalso, Cartas marruecas (1774).
La anécdota de ascensor:
La palabra “caco” para referirse a un ladrón tiene su origen nada menos que en La Eneida, de Virgilio. El tipo aparece 1300 años más tarde en La Divina Comedia, de Dante.
El enlace:
http://www.youtube.com/user/leonz28
Cambien “México” por “Aquí” y los rostros y nombres mostrados por sus análogos de Aquí. Y a pensar un poco.