Poema sin nombre

El alma del mago huele a poesía.

Porque el mago sabe del futuro
en segundos se aproxima, el último momento
habrá silencio.

Momentos reunidos en un solo momento
mayor, en una canción anunciadora.

El mediodía en el que el mago muere
se abre la tierra, su templo más interno.
Porque el mago pertenece a sus entrañas.

Los seres más débiles
son aquellos de la compasión
y el mago les conoce.
A veces les nombra.

El mago es el océano
tan inmenso que ya perdió todo movimiento
toda marea
porque tampoco queda tierra.


Aos Mori

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