Queridos amigos
Hoy me gustaría hacer una reflexión en alto, en forma de abrazo a un país que adoro, por que en él viven las personas más amables del mundo.
Siempre he dicho que todos tendríamos que poner un japonés en nuestras vidas, en nuestras empresas, en nuestros círculos de amigos. Respetuosos, amables, disciplinados, atentos, hospitalarios, cariñosos, generosos, trabajadores,… http://albertobosquecoello.
Creo que no hay ningún país en donde trabajar sea tan agradable. Tener un encuentro de trabajo con un japonés es una experiencia maravillosa. Te hacen sentir importante.
En una ocasión, el director general de un tour operador japonés, me dijo que yo era “muy japonés”. Para mí ese ha sido el mejor cumplido que he podido recibir jamás, por que para mí, en esa palabra, “japonés” hay tantísimas cosas.
Por ese cariño que tengo por todos los japoneses, hoy me siento vacío y triste. Nunca ví tanta televisión como en los últimos días. Me siento delante de la pantalla como idiotizado, contemplando las caras de esa gente a la que quiero tanto. Viendo cómo respetan las colas, cómo obedecen las instrucciones de sus gobernantes, cómo se ayudan los unos a los otros, cómo respetan a los ancianos,... Creo que siguen dándonos una lección de cómo tiene que ser un país, cómo un individuo es parte de un grupo, cómo se tienen que resolver los problemas. Realmente, me dan ganas de abrazarlos a todos.
Estos días he podido escribir a varios amigos de allí. Una amiga me dice ésto.
Alberto!!
Estoy bien y mis amigos y familiares, también. Gracias por el apoyo. La situación está horrible, pero en lo que cabe, al menos aquí en Tokio, está mejorando. Nos esperan tiempos difíciles, pero estoy dispuesta a superar esto, como muchos lo estarán, teniendo mente positiva, unidos, afrontando las cosas con calma y a hacer lo que uno hace y puede con empeño. Saludos y abrazos.
Estoy bien y mis amigos y familiares, también. Gracias por el apoyo. La situación está horrible, pero en lo que cabe, al menos aquí en Tokio, está mejorando. Nos esperan tiempos difíciles, pero estoy dispuesta a superar esto, como muchos lo estarán, teniendo mente positiva, unidos, afrontando las cosas con calma y a hacer lo que uno hace y puede con empeño. Saludos y abrazos.
Es una persona muy joven, pero nos enseña en esas pocas palabras, cómo se puede ser ante la adversidad. Ser japonés es un estilo de vida, una actitud… una virtud.
Vaya desde España para todos ellos, mi cariño, mi admiración y mi convicción de que el resto del mundo seguimos necesitando que existan personas como ellos en el mundo, para hacerlo un poquito mejor cada día.
Arigatou Japón
Alberto
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Bienvenidoooo !!!
ResponEliminaTanto nos queda por aprender de los Japoneses. El ejercicio interesante es imaginarse que lo de Fukushima hubiera pasado aquí.Cuáles habrían sido nuestras reacciones ?
ResponElimina