Dos tópicos de la sociedad rusa a examen: ¿Existe en ruso la palabra “honradez”? ¿Tienen los rusos una desmesurada tendencia al alcoholismo por la mañana, por la tarde, y también por la noche?
Hablar de corrupción en Rusia no es común, al igual que Aquí no hablamos normalmente sobre la importancia de respirar para las funciones vitales. Simplemente se vive con ello con el descaro de la cotidianidad; desde época zarista, pasando por el comunismo y llegando a nuestros días, es una cuestión intrínseca y genética: necesitan un gran líder (o Partido) fuerte, vigoroso, autoritario y dominante, a ser posible algo tirano, para después saltarse sistemáticamente cada una de las normas que de él emanen... Rusia ocupa, empatada con otros 9 países, un destacado puesto 154-163 sobre 180 países en el índice de percepción de la corrupción (curiosamente algunos de los países que obtuvieron resultados peores son otras ex repúblicas soviéticas) y en clara tendencia hacia la pérdida de puestos en los últimos años (http://es.wikipedia.org/wiki/Índice_de_Percepción_de_Corrupción).
Los policías son los que se llevan la palma en este ámbito, ya que, sin ser especialmente corruptos con respecto a la media, sí tienen un gran poder recaudatorio - intimidatorio: no es extraño que paren coches al azar para amenazar con cualquier tipo de multa que se les pase por sus creativas mentes para que finalmente el conductor tenga que negociar una parte menor que, por supuesto, va directa al bolsillo del agente. No en vano la frase “¿cuánto cuesta arreglar esto?” es una de las primeras lecciones de ruso que debe aprender el turista (agradecimientos a T). La aceptación social de la policía es tan baja que los rusos evitan a toda costa tener que tratar con ellos, llegando a recomendar a sus amigos extranjeros que acudan a ellos antes que a la policía en caso de tener algún problema, ya que lo mejor que se puede conseguir de la autoridad es el requerimiento de hacer algún pago adicional. En palabras de la guía Lonely Planet de Rusia, “no hay diferencia entre un policía y un delincuente”; si bien el nivel de las Lonely Planet es predominantemente lamentable, no deja de sorprender esta aseveración tan contundente.
Hablar de corrupción en Rusia no es común, al igual que Aquí no hablamos normalmente sobre la importancia de respirar para las funciones vitales. Simplemente se vive con ello con el descaro de la cotidianidad; desde época zarista, pasando por el comunismo y llegando a nuestros días, es una cuestión intrínseca y genética: necesitan un gran líder (o Partido) fuerte, vigoroso, autoritario y dominante, a ser posible algo tirano, para después saltarse sistemáticamente cada una de las normas que de él emanen... Rusia ocupa, empatada con otros 9 países, un destacado puesto 154-163 sobre 180 países en el índice de percepción de la corrupción (curiosamente algunos de los países que obtuvieron resultados peores son otras ex repúblicas soviéticas) y en clara tendencia hacia la pérdida de puestos en los últimos años (http://es.wikipedia.org/wiki/Índice_de_Percepción_de_Corrupción).
Los policías son los que se llevan la palma en este ámbito, ya que, sin ser especialmente corruptos con respecto a la media, sí tienen un gran poder recaudatorio - intimidatorio: no es extraño que paren coches al azar para amenazar con cualquier tipo de multa que se les pase por sus creativas mentes para que finalmente el conductor tenga que negociar una parte menor que, por supuesto, va directa al bolsillo del agente. No en vano la frase “¿cuánto cuesta arreglar esto?” es una de las primeras lecciones de ruso que debe aprender el turista (agradecimientos a T). La aceptación social de la policía es tan baja que los rusos evitan a toda costa tener que tratar con ellos, llegando a recomendar a sus amigos extranjeros que acudan a ellos antes que a la policía en caso de tener algún problema, ya que lo mejor que se puede conseguir de la autoridad es el requerimiento de hacer algún pago adicional. En palabras de la guía Lonely Planet de Rusia, “no hay diferencia entre un policía y un delincuente”; si bien el nivel de las Lonely Planet es predominantemente lamentable, no deja de sorprender esta aseveración tan contundente.
El lago Baikal: uno de los sitios imprescindibles de Rusia
Desde los vigilantes de sitios turísticos dispuestos a extender el horario oficial hasta los conductores de autobús cuya ruta puede hacerse flexible, todo parece estar dominado por un fenómeno que en muchos otros países sería amabilidad y "detallazos" gratuitos mientras que en Rusia son una actividad comercial más. Normalmente estos sujetos se caracterizan por ser, además, desconfiados, y hasta que no tienen bien contado el dinero se muestran distantes; una vez comprobada la cantidad no dejan de ser igual de bordes. Cabe decir que, en 18 días por allí fue muy complicado asistir a alguna buena acción desinteresada, salvo alguna persona destacada con ganas de ayudar a encontrar alguna dirección, fuera de Moscú, por supuesto.
En los trenes de cercanías el espectáculo está garantizado: una parte considerable de los pasajeros tiende a situarse hacia los vagones centrales del tren. Al aparecer los revisores (que van de dos en dos, quizá para que el soborno no sea tan barato, o bien para aumentar las probabilidades de que alguno de ellos esté sobrio) hay una desbandada general de pasajeros en la dirección opuesta. Estos pasajeros se sitúan al extremo contrario del vagón, y, si es necesario, pasan al siguiente, hasta que el tren llega a la próxima estación, momento en el que bajan a toda prisa, corren por el andén en la dirección de la que venían los revisores y, una vez sobrepasados éstos, vuelven a subir. Los integrantes de este peculiar fenómeno cuentan personas de todas las edades, no se trata de alguna gamberrada de chavales que prefieran gastar la propina en otros menesteres...Por supuesto, que nadie espere en los revisores un esfuerzo mayor que una vaga mirada hacia el tropel que huye...
El otro gran fenómeno del cual se quiere hablar en este capítulo es el beber, un tema que no es tanto un acto social que se realice con amigos en eventos festivos o en ámbitos de celebración, sino que es una forma más de alimentar el cuerpo y el alma. Precisamente, las bebidas de menos de 10% de alcohol estaban consideradas como alimento (y no como bebida alcohólica) hasta hace unos meses. Se habla de un consumo medio anual equivalente a 17 litros de alcohol puro por persona. No es en absoluto extraño ver a gente de cualquier edad o clase social bebiendo sola en un parque o en un medio de transporte. Hasta aquí normal, también hay alcohólicos Aquí; no digamos en países más fríos y civilizados del norte. Lo que llama la atención es la reacción del resto de la gente: por lo visto, coincidir con un grupo de borrachos en un autobús o un vagón es toda una suerte, ya que la fiesta y la animación están garantizadas. Los viajeros (aparentemente) sobrios, en ocasiones familias, jalean y animan a aquéllos que están bien cocidos para que hagan tonterías, canten, hablen, bailen y sigan bebiendo, convirtiéndose en los payasos que alegran el viaje. Huelga decir que para el humilde viajero ibérico esta situación solo comienza a ser graciosa cuando pertenece al pasado…
El alcoholismo, unido a una dieta bien provista de grasas animales hace de Rusia uno de los países con menor esperanza de vida (66 años; puesto 131 sobre los 191 de los países de la ONU), siendo la situación especialmente sangrante entre los varones (59 años; puesto 147 sobre 191). Esta diferencia en la esperanza de vida entre mujeres y hombre es la más marcada de todos los países del Mundo y se relaciona principalmente con la ingesta de alcohol. Para más información http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Países_por_esperanza_de_vida.
Si sirve de consuelo, el Estado ha tenido la deferencia de proteger el patrimonio de los animosos rusos, mediante la prohibición de casas de apuestas, casinos y tragaperras. La combinación de alcohol y juego, magistralmente retratada por Dostoievski en “El jugador”, ha sido la causa de la ruina de una parte considerable de la población...
En fin, situaciones interesantes en un país que, pese a todo y como todos, es un reto interesante visitar...
El observador
El momento jocoso:
http://www.publico.es/espana/402214/halcones-y-hurones-por-450-000-euros-para-el-aeropuerto-sin-aviones
La cita:
“Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada".
Ayn Rand (1950)
El enlace:
Por si alguien quiere votar en blanco, que sepa lo que implica…
http://www.escolar.net/MT/archives/2011/05/la-diferencia-entre-el-voto-en-blanco-y-la-abstencion.html
Ya podemos afirmar que nuestra sociedad está condenada.
ResponEliminaPor cierto, ese vídeo del voto en blanco es demasiado simplificado, aconsejo ampliar información sobre los votos nulos, votos en blanco y votos a minoritarios, y siempre teniendo en cuenta el tipo de elecciones, pues la ley electoral valenciana es diferente al del resto de autonomías y a la del estado.
tienes razón, Mario gracias!
ResponEliminaOtro enlace:
http://www.pateandopiedras.com/2011/04/la-diferencia-entre-abstenerse-votar-en-blanco-y-el-no-les-votes/
Acabo de recibir un enlace bien interesante con nuevas alternativas de "voto de castigo":
ResponEliminahttp://aritmetica20n.wordpress.com/
Skolʹko stoit eto ispravitʹ?
ResponEliminaQuanto vale arreglar este problema? (És la pregunta del Banc Europeu)