Radiografía de La Manzana (I)

Aun a riesgo de exponernos a ser quemados física o virtualmente bajo la acusación de blasfemia, herejía y sacrilegio, utilizaremos el nombre del Mesías Steve Jobs en vano para intentar analizar de la manera más neutra posible cómo funciona la marca de la manzana...los hooligans, cruzados y talibanes de Apple pueden dejar de leer aquí, si creen que no serán capaces de soportarlo...

Pocas veces una marca ha conseguido tal nivel de fanatismo entre sus clientes, que, más que usuarios, llegan a convertirse a menudo en fervorosos fieles prestos a hacer publicidad gratuita mediante pegatinas en sus vehículos o, en el peor de los casos, hacer colas de varias noches para adquirir el último producto que su Marca haya tenido a bien parir. Este tipo de compra eucarística ha dejado de atender a razones de necesidad o siquiera de mejora o actualización del equipo, ya que la principal motivación es la de ser de los primeros en disponer de un producto que, en algunos casos, no se sabe ni para qué se puede llegar a utilizar. ¿Cómo ha conseguido una empresa privada llegar a este punto, en el que el consumidor está agradecido al fabricante por proporcionarle un nuevo producto que comprar?

Algunas bromas sobre Apple que esperemos no ofendan a casi nadie

Es incuestionable que el diseño de todos los productos Apple de los últimos años es absolutamente maravilloso y tienen “algo” que los hace atractivos incluso para los no tecnófilos: una de las claves es su apariencia diáfana y sencilla; parecen aparatos sacados de una película futurista; formas redondeadas, pocos botones (y bien camuflados) y mucha pantalla. También hay que valorar las enormes posibilidades que ofrecen sus productos para usos concretos: no es casualidad que la mayoría de profesionales y aficionados al diseño gráfico o a la edición multimedia trabajan con Mac. El servicio técnico está muy bien valorado, otro aspecto interesante. La menor cantidad de virus respecto a los PC también es algo positivo, si bien la prudencia en el uso de internet y un control consistente de los USB que le presten a uno es igual de eficiente...


Pero estos factores no llegan a explicar por sí mismos el gran éxito de Apple. Si se une el factor del precio de sus productos, que suele doblar el de la competencia para unas mismas prestaciones, aparecen principalmente dos tipos de usuarios potenciales: quien necesita las prestaciones multimedia antes citadas y los usuarios de electrónica de lujo (que siempre comprarán el producto más caro, por el hecho de serlo). Pero no explican la devoción por parte de todo el resto de compradores de Apple, que no es descabellado pensar que son de hecho la mayoría. A continuación veremos unos cuantos factores que deberían haber hecho que esta marca fuera incompatible con la aceptación y el aura de respetabilidad que suscita en general, y que debería hacer pensar a más de uno sobre si la pleitesía que es rendida a esta marca se ajusta a su comportamiento.



Ahí van unos cuantos motivos para apostatar:

- La marca no es ningún ejemplo, precisamente, de responsabilidad social corporativa (RSC): se puede aceptar, sin que sirva de exonerante, que pocas empresas de semejante tamaño suelen funcionar mucho mejor en este sentido, y que al menos Apple hace auditorías que luego publica; siempre nos quedará la duda razonable de si los informes son totalmente veraces o no, y la duda aún más seria sobre si las vagas intenciones de mejora que se mencionan van a ser realmente aplicadas. Según no pocas fuentes, la transparencia de Apple deja bastante que desear más allá de sus informes propios, como se explica aquí y aquí. Por otro lado, hay estudios sobre RSC que indican que al menos tres grandes marcas de electrónica están haciendo las cosas mejor que Apple, aumentándose el número a 6 si se mira exclusivamente la parte medioambiental...

Estamos frente a una marca sin fábricas propias, con toda su producción externalizada, principalmente, en China. Este interesante artículo hace un resumen del informe de 2011 sobre los proveedores de Apple, que desde aquí no podríamos mejorar. Algunas de las notas a destacar son: sobre las 156 fábricas y proveedores auditados, existe exceso sistemático de horas de trabajo en el 60% de ellos. Es llamativo que se esté excediendo el tiempo de trabajo máximo fijado por el Código de Conducta que Apple impone a sus proveedores, limitado a unas nada despreciables 60 horas a la semana con un día de descanso cada 7 días. Luego hay otras joyitas como son la realización de pruebas de embarazo a las empleadas en el 15% de las fábricas o que más de la mitad no den cobertura médica o vacaciones pagadas a sus trabajadores, no hayan completado la evaluación de impacto ambiental o no almacenen o manejen material peligroso con la protección adecuada. Además, el 6% de las fábricas empleaba mano de obra infantil y el 11% tenía trabajadores extranjeros contratados mediante préstamos, una modalidad semiesclavista consistente en que el trabajador renuncia a la mayor parte de su salario como compensación por haberle trasladado a otro país con un puesto de trabajo, de manera que la mayor parte de su jornada laboral durante años servirá para pagar el viaje más los intereses que le impongan. Bien, con estos bonitos antecedentes Apple solo han cancelado su contrato con UNO de estos 156 proveedores; el motivo: haber intentado sobornar a los auditores.

Para quien quiera más información de cómo funcionan estos proveedores por dentro, que tienen nombres y apellidos, se proponen un par de artículos: en éste varios ex-directivos de Apple explican cómo funciona una fábrica y en el segundo apartado de este otro también hay información jugosa. Esto no va sobre Apple, sino que la idea es que reflexionemos cada vez que compramos cualquier cosa hecha en China.

En un bello gesto que le podría honrar, Apple dijo en abril de 2011 que dejaría de utilizar coltán producido en África central, ya que su política es no emplear materiales procedentes de zonas de conflicto. Para los despistados, el coltán es una mezcla de minerales rico en tantalio, básico para producir cualquier aparato electrónico moderno cuyas mayores reservas mundiales están, oh sorpresa, en Congo (80%) y, en menor medida, en Australia y Brasil. Se trata de un tema que mecerería unas observaciones ex profeso (todo llegará), pero si se quiere ir echando un ojo a estos vídeos...

Bien, el detalle es muy bonito, aunque a poco que uno busque puede encontrar cómo Australia importa coltán procedente del Congo para convertirlo en democrático y sostenible tantalio comercializado en Australia; así el comprador (en este caso, un cliente chino de Apple) queda como un señor y el proveedor australiano que compró el coltán africano hace una buena caja. Más información aquí.

La política ambiental de la marca es, como mínimo, dudosa: además de la fabricación de sus productos, con los fallos manifiestos indicados en sus auditorías en lo relativo al reciclaje y manipulación de sustancias tóxicas, tampoco es que pongan demasiado empeño en generar productos más sostenibles: las baterías del iPod no son recambiables, lo que les valió una efímera campaña de denuncia, mostrada en este interesantísimo documental. De esta manera, si se te estropea la batería por el motivo que sea, o si te empieza a durar poco, ya puedes ir a tu tienda Apple a comprarte otro nuevo, seguro que encuentras algún modelo más moderno o en algún color hasta entonces inédito. Dicen que uno de los objetivos de Steve Jobs en los últimos años fue hacer que Apple llegara a ser más sostenible...esperemos que los actuales dirigentes se tomen en serio este tema en el que hay una capacidad de mejora casi infinita...

- La fiabilidad: sin ser una mala marca, ni mucho menos, no estamos frente a una marca especialmente boyante, como demuestran varios estudios como éste o éste.

El próximo mes, a menos que algún tipo de intifada acabe con esta sección o con quien la suscribe, continuaremos arriesgando la Eternidad por arrojar luz sobre otros detalles sobre los cuales valdría la pena reflexionar: ¿Es Apple menos monopolista que (vadre retro) Microsoft? ¿Trata Apple a sus clientes mejor que cualquier otra marca? ¿Devuelve a la Sociedad lo que ésta le proporciona?

En fin, no se quería con estas Observaciones criticar gratuitamente (tampoco cobrando) a los consumidores acérrimos o puntuales de esta marca que, como todas, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. De hecho, el objetivo no era en absoluto atacar a Apple en concreto, sino intentar reflexionar sobre el poder que tienen las Enormes Marcas, y cómo llegan a conseguir crear, además, fascinación y devoción, cuando su objetivo exclusivo es sacar el máximo de dinero al resto de la Sociedad.

Se agradecerán como siempre los comentarios y el debate, siempre que no sea para justificar las prácticas injustificables de Apple a través de la descalificación de cualquier marcucha de la competencia; si se quiere defender a Apple, que sea sin compararla con marcas peores, que para eso son inferiores y viven en la ignominia y la impureza...


El observador


La cita:
“La muchedumbre siempre ríe contigo, pero solo llora un día por ti”.
King Vidor, The Crowd (traducida por algún motivo como “Y el mundo marcha”)

El enlace:
Una curiosidad sobre qué es McIntosh

El momento jocoso:
Este mes, un acertijo: a ver si alguno de nuestros queridos lectores sabe por qué en este año (de recortes masivos en temas básicos) se ha decidido cambiar el uniforme de los Mossos d'Esquadra...
Pista: no es un premio por agredir a personas sentadas y desarmadas (a priori)
La respuesta
La verdad es que lo de CiU empieza a merecer unas Observaciones monográficas; propuesta de título: El nepotismo lustrado. Se agradecerán títulos mejores (a poco) y grandes ideas y temas a abordar...

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