Los superolímpicos

Quizás alguno no lo sepa, por que hoy por hoy parece que las únicas noticias deportivas importantes son que Ronaldo está triste o que Fábregas no encaja en el once inicial. Mira que me gusta el fútbol, pero parece que en este país sólo existe una cosa, una triada única e indivisible: Deporte masculino, sobretodo fútbol, y principalmente, el Madrid y el Barça.

Pues no señores. Aunque en el Marca, el As o el Mundo Deportivo no se haga casi mención, existen deportes como el judo, la esgrima, el rugby o el hockey, y hay chicas que hacen deporte.

Y me parece vergonzoso que, si se abren los diarios deportivos en el día de hoy, el 80% del contenido siga siendo fútbol, Madrid y Barça, y no haya apenas noticias de los Juegos “Superolímpicos”.

Y digo Superolímpicos, por que para empezar, no me gusta el nombre “Paralímpicos” sea cual sea la acepción original de “para”, ya sea como “Paraplejia”, ya sea como “Paralelos”. Para mí son los Juegos para personas con discapacidades, y punto.

Aunque decir que estas personas tienen discapacidades es algo casi contradictorio por que creo que tienen superpoderes. ¿Alguno ha probado a hacer salto de longitud cerrando los ojos ayudado por la voz de alguien?. ¿Y a nadar sin mover los brazos?. Me parece que los logros deportivos que alcanzan son espectaculares.

Pero además, tienen el superpoder de seguir luchando, el de seguir viviendo a tope, el de seguir disfrutando del deporte, el de seguir emocionándose y emocionando… Personas que se quedan ciegas o parapléjicas después de una enfermedad o de un accidente, y no optan por quedarse en casa, por la autocompasión, la inactividad, la exclusión, la dependencia… sino por la participación, la convivencia social, la acción, y la salud, a través del deporte.

Evitaré la manida expresión de “ejemplo de superación” por que es obvia, pero me complace ver cómo tantas personas han visto en el deporte, sean cual sean sus circunstancias, una forma de mejorar su salud, de hacer amigos, de viajar, de fijarse retos y metas, de convivir… ¡de vivir!.

Más allá del nombre del evento, estos Juegos me parecen algo digno de abrir los telediarios cada día. Cada persona es una historia, una vivencia, un ejemplo a seguir, un canto a la vida, una leyenda. Y si no, aquí un ejemplo http://www.marca.com/2012/09/04/mas_deportes/jjpp/1346777475.html?a=OP6908fef6923d5829fcdfdb6cde84552b3&t=1346831639

Los comentaristas insisten en que no hay que sentir pena por los deportistas, y concuerdo. No es pena lo que siento. Es admiración. Por que me parece más meritorio ya sólo el ir a entrenar con las dificultades que pueden tener, sabiendo que nunca serán famosos, que nunca serán millonarios y que nadie les pedirá ningún autógrafo.

En mi época italiana, organicé los “Juegos de la Fraternidad”, unos mini juegos olímpicos para niños que disfrutaron de partidos, de visitas al Estadio Olímpico de Roma y de otras muchas cosas. Pero lo que más les gustó fue el poder entrenar junto al equipo de baloncesto en silla de ruedas de la ciudad eterna, que se proclamó aquel año Campeón de Europa. Pasaron de la lástima a divertirse a tope jugando (y perdiendo) contra los jugadores italianos, hablando con ellos, viendo que no había dificultades en la vida que te impidieran de lograr lo que te propusieras, y comprobando que cada uno, con su cuerpo y circunstancias, podía disfrutar el deporte.

Me embeleso viendo a los que ganan, pero me alegra ver incluso a los que pierden. Por que ellos también ganan. Por que están ahí, tras superar un lance o una enfermedad, representando a su país y a su bandera, dando la imagen de su tierra, y más allá de si ganan o no, demostrando como cada día sale el sol, y somos todos afortunados en poder verlo tras cada noche.

Al que aún no lo haya visto, que vaya ahora mismo a Teledeporte. O que vea cada día el resumen de la Jornada a eso de las 23:30 en esta misma cadena.

¿Sabéis cual es la frase que aparece en todas las instalaciones de los Juegos? “Inspire a generation”. Me parece fantástica. A mí, desde luego, me inspira. Para intentar ser mejor cada día, para disfrutar de lo que me da la vida, para apreciar las pequeñas cosas que tienen las personas que me rodea, para descubrir héroes cotidianos, para descubrir que me produce más admiración un ciego que juega al fútbol con un balón con cascabeles y la ayuda de un guía que le dice cuándo chutar que algunos futbolistas famosos.

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