Se trata de una botella llamada Varanda do Conde, de la bodega Provam, que está en Monção, una municipalidad del norte de Portugal, junto al río Miño. Esta botella, del 2010, ensambla 70% de alvariño y 30% de trajadura. 12.5% volúmenes de alcohol, precio de mercado, unos 13 euros.
En la copa, tiene presencia pálida, capa amarillo claro, con tonos verde-limón. Notamos que tiene aguja, al servir se vuelve turbio por la eclosión de pequeñas burbujas.
En nariz, en un primer momento, percibimos rápidamente el frescor y notas de fruta, como melocotón y pera. Tras unos minutos abiertos evoluciona a una gama más verde, empezando por pomelo y quedándose en laurel, hierba.
En boca entra con mucha frescura gracias a la aguja, una acidez perfecta; acaba en un amargo muy intenso. Tras esos minutos después de dejar abierta la botella, aparecieron notas muy minerales, llegando al salado, potenciándose aún más si cabe la intensidad de las notas de amargor.Personalmente es un vino que me ha gustado mucho. Lo compartí con amigos y los tonos de amargor del postgusto, no les convencieron, los encontraban excesivos, pero para mi gusto eran muy agradables. Es un vino fresco, amargo, con toques de fruta al principio, toques salados al final. Mi sugerencia para maridar sería marisco crudo, ostras, pero a mis comensales, entendidos en estos menesteres, les pareció una barbaridad y se inclinaban más por un maridaje con un pescado en salsa, según ellos, el carácter más graso de una salsa quedaría bien equilibrado por las notas amargas del vino.
Volviendo al intenso amargor del postgusto nos preguntábamos si la razón pudiera ser que la botella es de 2010 y lleva dos años de guarda, el límite natural para esta botella. Estamos convencidos de que la expresión floral de una botella más reciente debe ser espectacular. ¡Os animo a buscarlo!
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adrianlopezgarciadelomana arroba gmail punto com
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