El arte de la cerveza

Thelonius Monk era un pianista de jazz, tan bueno, que cuando lo creía conveniente, se levantaba del piano a mitad de la pieza, bailaba un ratito, y luego seguía con el concierto. Hay que ser bueno para hacer esto y pasar a la historia por tu música. Me encuentro en el supermercado de la esquina una gigante botella de cerveza llamada “Brother Thelonious”, en clara referencia a él. Imposible no comprarla.


Se trata de una fuerte ale, al estilo belga, producida por North Coast Brewing Co., una micro-cervecera y bar en Fort Bragg, California. Parte de las ventas por esta cerveza se donan a los programas de educación de la fundación Thelonious Monk Institute of Jazz. Precio, 4,2 dólares, al cambio, 3,1 euros.

Abrimos la botella, y la servimos en una copa, conseguimos que el sistema esté a 12ºC. Es de color ámbar oscuro, espuma media. Ya desde que la servimos en la copa, notamos en un primer momento, en nariz, aromas intensos a plátano, banana madura, acaramelados. También es intensa los aromas de levadura. Nada de alcohol. En boca es melosa, equilibrada y suave, apenas se notan los 9,4 volúmenes en alcohol (hasta que pasan 10 minutos claro). Tiene un postgusto especiado y fresco, gracias a una potente carbonización.

Una recomendación: comparte la botella. Parece sencillamente un poco más grande que una botella de cerveza normal, pero si nos fijamos, son 750 ml, lo mismo que una botella de vino. Y con una graduación de más de 9 volúmenes, bebérsela de un trago parece una hazaña más que arriesgada.

Burbujita Freixenet
adrianlopezgarciadelomana arroba gmail punto com

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