Els partits contraris a l’acord, liderats per l’ex-president Álvaro Uribe, argumenten que aquest ofereix als líders guerrillers una impunitat inacceptable. Més complex resulta analitzar les raons que, per un estret marge, han portat al ciutadà de peu a rebutjar l’acord.
En qualsevol cas, la negativa d’una part dels colombians evidencia que superar una ferida tan fonda requereix molt de diàleg i concessions per ambdues parts. Concessions que una part de la societat pot no estar preparada per oferir, però que són necessàries per trencar el cercle viciós de la violència i fer avançar la societat.
Les principals enemigues d’una sortida negociada són les expectatives d’arribar a una solució millor, per a una de les parts, fent servir una estratègia no negociada. Temptadores expectatives, però també traïdores, ja que quan un conflicte està enquistat la realitat es demostra tossuda. Que els hi diguin als israelians i palestins.
A Espanya també hi ha hagut una bona ració d’enquistament, amb un conflicte basc que ha deixat pel camí centenars de morts i un ressentiment profund a la societat. Aquest mes fa cinc anys des que la banda terrorista ETA anunciés un cessament definitiu de la activitat armada. Molt ha millorat la situació des de llavors, i tenim davant nostre l’oportunitat d’enterrar definitivament la violència. Es difícil demanar concessions a qui ha patit el terrorisme a les seves carns. Però la perspectiva d’unes generacions futures sense odis ni temors ben mereix aquest esforç.
Salut i CriTeri!!!
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Recibimos las primeras lluvias del otoño con alegría, que nos invitan a devorar la nueva sección Litespurnes, donde Muriel Villanueva compartirá con nosotros algunas espurnes (chispas) literarias. Bienvenida Muriel, es un honor contar contigo en el equipo del CriTeri.
Nos trae también el otoño noticias esperanzadoras desde Colombia, donde el acuerdo de paz alcanzado entre el gobierno y las FARC puede acabar con más de 50 años de conflicto armado. No será un camino fácil, como ha demostrado el propio pueblo colombiano que rechazó el acuerdo en referéndum. Sin embargo, la voluntad de las partes por mantener el acuerdo, y el talante del presidente Santos, que ha invitado a unirse al diálogo a los partidarios del NO, siguen ofreciendo un horizonte de esperanza.
Los partidos contrarios al acuerdo, liderados por el ex-presidente Álvaro Uribe, argumentan que éste ofrece a los líderes guerrilleros una impunidad inaceptable. Más complejo resulta analizar las razones que, por estrecho margen, han llevado al ciudadano de a pie a rechazar el acuerdo.
En cualquier caso, la negativa de una parte de los colombianos evidencia que superar una herida tan profunda requiere mucho diálogo y concesiones por ambas partes. Concesiones que una parte de la sociedad puede no estar preparada para ofrecer, pero que son necesarias para romper el círculo vicioso de la violencia y hacer avanzar la sociedad.
Las principales enemigas de una salida negociada son las expectativas de llegar a una solución mejor, para una de las partes, usando una estrategia no negociada. Tentadoras expectativas, pero también traicioneras, ya que cuando un conflicto está enquistado la realidad se muestra tozuda. Que se lo digan a los israelíes y palestinos.
En España también hemos tenido nuestra ración de enquistamiento, con un conflicto vasco que ha dejado por el camino centenares de muertos y un profundo resentimiento en la sociedad. Este mes hace cinco años desde que la banda terrorista ETA anunciase un cese definitivo de la actividad armada. Mucho ha mejorado la situación desde entonces, y tenemos delante de nosotros la oportunidad de enterrar definitivamente la violencia. Es difícil pedir concesiones a quien ha sufrido el terrorismo en sus carnes. Pero la perspectiva de unas generaciones futuras sin odios ni temores bien merece este esfuerzo.
Salut i CriTeri!!!
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