Cosas que me aterran (II): homicidas en grado de tentativa metidos a artistas

Después de la (sin exagerar) celebrada muestra inicial de cosas que me aterran, continuaremos con esta hiriente serie de situaciones tan aberrantes como dañinas para uno o varios de los sentidos, y que contamos con que sean igualmente espantosas para nuestra sufrida audiencia...en caso contrario, les invitamos educadamente a retirarnos la palabra…
Este mes, nos centraremos en dos tipos de sujeto que utilizan con terrible maldad (o bien con dramática impericia) lo que en otras manos podría ser algo intrínsecamente bello, menoscabando con sus agresiones la moral de la sociedad…nada más y nada menos que los temibles taxidermistas y collagistas con pretensiones…

Vamos con el cuarto lugar de horrores: lo ocupan esos taxidermistas podridos por dentro y por fuera que, por algún trauma inconfesable, dedican su tiempo y el del prójimo a ultrajar el cadáver de algún desventurado animal que cayó en sus manos…el hecho, ya de por sí pérfido, tiene dos agravantes: el animal (el disecado) quedará en tan innoble pose durante décadas, y además será mostrado en presuntos museos para escarnio público…



Visita a algunos museos de los horrores (aunque por fuera se llamen de otra manera)…a la izquierda, esquema de cómo es una lechuza, entera y a piezas (nótese una peana en primer plano con una cabeza torpemente guillotinada; en segundo plano, otra peana con dos patitas aisladas; el detalle morboso que define al monstruo lo pone la lechuza que está más entera, que mira con enfermiza curiosidad el esperpento que forman su/s congénere/s…Pueden ver ésta y otras atrocidades en el Museo de Ciencias Naturales de Trujillo, en el Perú



Aquí  algún otro taxidermista con un mal día decidió que el destino final de esta pobre garza fuera emular para la posteridad el famoso paso de baile de Michael Jackson en el videoclip de Smooth criminal…La obra en cuestión se encuentra en el Museo de Historia Natural de Calama, en Chile, por si quieren ser zaheridos más intensamente…


El quinto lugar lo ocupan los creadores de paisajes artificiales basados en collages a los que les mueve un odio profundo hacia el género humano, con lo que no reparan en matices que hagan que sus obras sean especialmente lacerantes. No hay palabras para describir el pavor que generan las siguientes imágenes; hagan lo posible por soportarlo, que aún hay más…

Esta improbable imagen es la que se obtendría al construir un chalet suizo en una zona tropical en la que alguien hubiera tenido a bien plantar acacias (típicas de ambientes semidesérticos), introducir algunos de los animales más emblemáticos de la fauna andina (salvaje y doméstica, indistintamente) en densidades absurdamente elevadas (y aun así incapaces de reducir la altura del pasto), en un bello marco de flores de los colores más llamativos posibles. Curiosamente, la instalación del pegote de chalet no ha sido óbice para mantener algunas construcciones o apriscos de apariencia incaica, y cuya función no parece del todo clara en el contexto presentado por el autor.


Aquí vemos cómo el artista hace variaciones sobre el mismo concepto. Un cóndor se solaza plácidamente bajo una luz uniforme entre diferentes tipos de camélidos andinos. Entre éstos y la casa uno puede deleitarse con la observación de varios cactus en flor (deben estar tan contentos entre tanta humedad) y algún que otro árbol enano. Y el inevitable chalet. Y flores, muchas flores.



Aquí nuestro esforzado autor ha alcanzado la madurez en la técnica y muestra sin atisbo de modestia su dominio total de la iluminación (ojo a las sombras, todas en su sitio) y un manejo de la perspectiva que habría causado varios infartos simultáneos a Piero della Francesca. No se pierdan cómo una oveja, una cabra y un cachorro de perro descomunal se han colado en este pretendido Edén andino que tanto se parece al infierno. Lo que no queda claro es el propósito de superponer los dos chalets, con la de espacio que hay… Y más, flores, claro. Si quieren continuar con esta espiral de deshumanización les invitamos a pasar una noche en el célebre alojamiento “La Alpaquita”, en la gélida localidad de Sajama, Bolivia, donde atesoran la colección completa…




Sin buscarlo, todos los ejemplos que ilustran estos comportamientos han sido encontrados en Sudamérica…invitamos a nuestros lectores a compartir otros esperpentos discutiblemente artísticos para intentar exorcizarlos…


El observador



El enlace:
Una extraordinaria radio, reconstruida desde sus cenizas y que, tras no encajar en la corrección política de grandes medios de comunicación públicos y privados ha optado por la aventura en solitario…no se lo pierdan!


El momento jocoso (o quizá no tanto)
Cosas que se podían leer en diciembre de 2007 …


La cita:

“Pasé más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir”. Winston Churchill


El olvido imperdonable reparado tarde y mal (26 de noviembre):
Suerte que siempre hay gente despierta...la CEO de Arces y alces me recuerda la existencia del más célebre taxidermista ventrílocuo (dicen que se disecó a sí mismo), conocido en este Mundo y en el de Más Allá con el nombre de Chuck Testa. Para que vean qué clase de sujetos son los que se dedican a este enfermizo arte...

https://www.youtube.com/watch?v=hmhRUIeDJ94

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