Si eres hombre, tienes un cuerpo relativamente atlético (porque te gusta el deporte) y no renuncias a tus cañas con los amigos o a comer como un marqués, probablemente estas fofisano.
¿Qué es un fosisano? El termino fofisano lo empleó por primera vez Mackeanzi Pearson para referirse a los hombres que combinan un cuerpo atlético con tener una barriga y cierta reserva de adiposidad que desdibujan pero no borran del todo los músculos bien desarrollados que esconden debajo.
En este artículo Mackenzie dice que las mujeres se fijan especialmente en los fofisanos no por su cuerpo atlético (que también lo tienen) si no por lo que implica ser fofisano.
El fofisano es el equilibrio perfecto entre el cuerpo trabajado de gimnasio y la barriga cervecera. El fofisano no renuncia a nada, ni a la buena comida ni buena cerveza ni al deporte, y por eso el fofisano es equilibrado, es real, es natural, es divertido. No está obsesionado con su físico ni con su deporte, es abrazable, predecible, no intimida, y eso es lo que según Mackeanzi, les hace a los fofisanos especialmente atractivos para las mujeres.
¿Te has fijado? Las carreras populares desde los 5k a maratones están llenas de esculturales cuerpos fofisaludables y el parque por el que sueles ir a entrenar tiene más fofisanos que cuerpos delgaditos. El fenómeno del running al extenderse, ha hecho que el runner “normal” se aleje del prototipo de fondista delgado y se acerque más al “fofisano” que corre.
El Fofisano no está obeso, está sano, está fofi-sano. La misma palabra lo dice “fofi-sano”. No lucha contra la báscula, disfruta del deporte, de la actividad física y de la buena comida y los placeres de la vida. El fofisano goza de buena salud, tiene buena condición atlética, capacidad aeróbica y casi todos de alguna manera llevan años practicando deporte, por eso no hay que enseñarle cómo empezar a correr de cero porque no son corredores principiante ni novatos. El fofisano por lo general, aunque corre y corre bien, coquetea con el sobrepeso (que no es lo mismo que obesidad) y por eso, le serán útiles una serie de consejos para compatibilizar ese cuerpo atlético de barriga cervecera con el running:
Se sabe muy bien qué tienen que hacer los que tienen sobrepeso u obesidad antes de empezar a correr (lee aquí) y cómo combatir la obesidad corriendo (aquí) y poníamos el ejemplo de Thomas Stefan y Miguel Ángel González Pascual, que gracias al ejercicio físico pasaron de la obesidad mórbida a completar (y entrenar) pruebas de ultrafondo.
1. Atención al roce de los pezones y de los muslos: El fofisano tiene unos pectorales anchos y fuertes, con cierta acumulación de reservas que los cubre, esto hace especialmente vulnerables a los pezones, que los deja expuestos al roce con la camiseta. Además, el roce de los muslos entre sí es motivo de lesiones en su cara interna. Por eso, recomendamos que antes de correr, el fofisano se ponga vaselina en los muslos, pezones y axilas. También le será más cómodo correr mas cómodo con mallas que con pantalones cortos tipo Meyba.
2. Trabaja la fuerza en cuádriceps, abductores de la cadera y tobillos: El fofisano coquetea con el sobrepeso, por eso debe mantener los músculos que anclan la rodilla bien fuertes para mantener la rotula alineada y evitar así dolores, trabajando los abductores de la cadera con ejercicios de caída de pelvis, contracciones isométricas contra la pared, los cuádriceps con sentadillas y embestidas. Además, el peso del fofisano en la carrera sobrecarga los tobillos y el arco plantar, por eso debe trabajar la fuerza en los tobillos con ejercicios de coger objetos con el pie, el flamenco, elevación de talones, de dedos, o de arco de movimiento. Aunque están enlazados los ejercicios específicos, las generalidades para los ejercicios de fuerza te los recordamos aquí.
3. Trabaja el core. No olvides hacer abdominales y lumbares siempre después de correr. El fofisano goza de barriguilla cervecera que le ha costado litros de líquido dorado conseguirla. La barriga adelanta el centro de gravedad, y en un intento de enderezar la postura, la musculatura lumbar tira para evitar caer hacia delante y se sobrecarga, por eso, el fofisano que corre con frecuencia sufre dolores lumbares. El fofisano runner, más que nadie, después de cada entrenamiento tiene que trabajar la musculatura lumbar y equilibrar el trabajo lumbar con fortalecimiento de la musculatura abdominal. No es difícil, el fofisano, esconde una musculatura abdominal y lumbar bien desarrollada pero poco visible y sabe cómo trabajarla porque por lo general ya la ha trabajado, aunque de todas formas, lo recordamos aquí.
4 Hidrátate: El fofisano por su condición tiene más volumen, más gasto calórico al correr y menos superficie corporal por la que eliminar calor por conducción, por eso debe perder el exceso de calor por sudoración y eso implica más perdida de líquidos y mas riesgo de deshidratación. A mismo ritmo de carrera y misma temperatura el fofisano debe ingerir más líquidos que los runners delgaditos (la hidratación perfecta).
5. Adquiere tus zapatillas acordes a tu condición de fofisano: No eres el runner delgadito ligero que apenas pisa el suelo. Asúmelo, necesitas zapatillas con buena amortiguación, y probablemente con algo de control de pronación para compensar la caída de puente que suelen tener los runner con algún kilillo de más. No pasa nada, al menos así evitaras lesiones y podrás seguir corriendo.
6. Respeta un día de descanso entre sesiones: Lo sabes, no hace falta que te lo recordemos, no se te va la vida en el running y eres consciente de que corres para seguir disfrutando de otros placeres. El descanso no te supone ningún drama. Tus articulaciones, ligamentos y tendones se resienten después de correr, y se resienten más que si no fueras fofisano. Déjalas descansar, al menos 24 horas entre sesiones y es posible que necesites correr sólo a días alternos. No pasa nada, los días de descanso puedes no hacer nada o hacer algo de entrenamiento cruzado.
7. Haz entrenamiento cruzado: El fofisano adora correr pero no es un runner entregado, eso sí, adora el deporte y lo mismo corre, que monta en bici o nada o patina o acude al gimnasio, así que aprovecha tu pasión por el deporte en general para no exponerte a lesiones por sobre uso derivadas de la carrera a pie.
8. ¡Cuidado no te pases! Estás fuerte, escondes un cuerpo atlético y músculos fuertes debajo de esa capa, pero te sobran unos kilillos y eso te expone a lesionarte, así que no subestimes el riesgo de lesionarte:
- Trabaja la técnica de carrera. Los kilillos que te sobran te hace correr menos rápido que los runners delgados. Te vamos a decir lo que olvidan ellos para que lo trabajes y arañes unos segundos a tus min/km: la técnica de carrera. No solo te hará correr mas rápido, te hará correr de forma equilibrada, eficiente y te protegerá de las lesiones.
-Calienta antes de cada entrenamiento. El entrenamiento es correr a baja intensidad para evitar lesiones y poner el cuerpo a tono antes de entrenar (beneficios del calentamiento) y por supuesto, después de entrenar, haz otros 5 minutos de enfriamiento o vuelta a la calma.
- Escucha a tu cuerpo. Eres fuerte, activo y pasional con el deporte. Pero esos kilillos te exponen a lesiones innecesarias. Tenlo claro, Un dolor o una molestia corriendo no es la oportunidad para decir “esto lo curo con mas kilómetros” escucha lo que te dicen los dolores, quizá sea conveniente acortar tus salidas a correr o espaciar los tiempos de descanso para no progresar en la lesión.
- Sal a disfrutar. no es necesario darlo todo: es mejor disfrutar, notar lo bien que te sientes corriendo que machacarte y lesionarte, lo mismo sirve para los entrenamientos largos, es preferible hacer una buena progresión y no hacer entrenamientos excesivamente largos que lesionarte en un entrenamiento para el que no estas preparado todavía.
9. No renuncies a tus homenajes culinarios, pero aprende a comer bien: El fofisano sabe comer, le gusta comer y lo hace bien. Comer bien no está reñido con buena alimentación (10 consejos de nutrición para el runner) ni con una dieta mediterránea para bajar algún kilillo.
10. No renuncies a tu bebida favorita: Es ciencia, demostrado y comprobado con metodología científica, la cerveza contiene almidones, sodio y potasio en las proporciones adecuadas para reponer, bien acompañada de la tapa correspondiente, las perdidas de electrolitos por el sudor. Además, su aroma, sabor y textura te invitan a tomarla antes de tener sed y eso la hace especialmente valiosa, te hidrata antes de que el cuerpo te la pida en forma de sed. Te lo explicamos en este artículo: Cerveza, la bebida ideal para hidratarse.
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