Bueno, pues la química no son solo materiales “superavanzados” o sustancias venenosas. La química es muy útil para el día a día. Sabiendo un poquito de química limpiar se vuelve más sencillo.
Nadie nos explica qué tienen los productos de limpieza que anuncian.
El lavavajillas verde de siempre es realmente efectivo con las manchas de comida porque la mayor parte de lo que deja mancha es grasa que no se quita solo con agua. Este detergente esta formado por materiales tensioactivos que influyen en la tensión superficial del agua y consiguen desprender la grasa. Todos los tensioactivos estan formados por moléculas con una parte hidrófila con la que consiguen la interacción con el agua y otra parte hidrófoba con la que modifican la superficie del agua.
Todos sabemos que la lejía blanquea. La lejía es básicamente una disolución acuosa de hipoclorito sódico (NaClO) que además de ser una base, es fuertemente oxidante. Es ese carácter oxidante el que quita el color a la ropa. Además de blanquear, tiene propiedades fungicidas y bactericidas y por eso se usa para potabilizar el agua y para desinfectar superficies. Lo que nunca hay que hacer es mezclarlo con amoniaco pensando que unirán sus propiedades de limpieza, pues las dos sustancias reaccionan dando lugar a cloramina, un gas muy tóxico.
Para quitar las manchas de óxido de hierro, que están por todas partes, lo más sencillo es usar vinagre (ácido acético) o zumo de limón (ácido cítrico) ya que el Fe2O3 es soluble en disoluciones ácidas formando productos solubles en agua que se eliminan fácilmente.
No hay quitamanchas universales, la tele miente!
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