Seguimos a la conquista del público usamericano con una de esas listas que tanto gustan por allí: este mes, una de acciones en las que uno se ha descubierto cayendo, en contra
de lo que esperaba, con proporciones variables de vergüenza y/o orgullo:
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Jalear las diferentes y variadas muestras de actividad gastrointestinal del
vástago, llegando incluso a comentarlas, compartirlas y discutirlas con otros de tu nuevo
clan, entre los cuales se encuentra gente con la que hasta hace poco no habías tenido demasiadas cosas de las que hablar.
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Hacerte con (y llegar a escuchar) música “de ésa”, con álbumes memorables que
incluyen nanas de Burundi, los grandes temas de Rosa León revisitados (existe
en mp3, ojo), los mejores temas infantiles de Bielorrusia o los grandes éxitos folk
incas reinterpretados para el público infantil; en otras palabras, el kit
imprescindible para crear ciudadanos cosmopolitas del siglo XXI. Al menos hasta
que descubres que Pete Seeger tiene el mismo efecto en bebés y no es nocivo
para los adultos. También ha sido una grata sorpresa que los álbumes con las
palabras “Irish”, “Drinking” y “Songs” en cualquiera de sus combinaciones sean
altamente apreciados por las crías humanas.
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Si eres de esa gente a la que no le gusta dejar comida en la mesa, esta nueva vida te embarca
en la nave New
Horizons de las papilas gustativas, poniendo a tu disposición alimentos que
en pocas circunstancias vitales habrías aceptado…véase ese trozo de carne medio
masticado y escupido no menos de dos veces, impregnado de pulpa de naranja y restos de lentejas que estuvo a punto de ir negligentemente a la basura.
Primeros traumas
infantiles: algunos de los degradantes “descubrimientos” que pueden verse en determinados
libros. ¿No es de conocimiento suficientemente general que no hay “bebés
mariposa”?
- Unirte a los nutridos coros de adultos que se empeñan en poner caras y hacer sonidos absurdos a un bebé de cortísima edad esperando que haga algo, aparte de mirar perplejo y disimular.
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Tolerar con resistencia espartana y cierta fría profesionalidad las agresiones
al olfato y al tacto que conlleva la manipulación de deposiciones humanas o la
recogida de regurgites de diversa índole mientras terminas de masticar el
postre.
- Darse cuenta de lo inhumanas que son una baja de maternidad de tan solo 16 semanas y la presión que impone nuestra Sociedad a la supermadre trabajadora.
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Ser menos novato que otros padres novatos, hasta el punto de que tu experiencia
les aporte algo.
Prevención de la drogadicción
desde el año cero: aquí tenemos una bonita imagen que muestra a los niños lo
que les pasará a su visión si consumen LSD
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Admirar profundamente a la gente que tiene gemelos y mantiene un equilibrio
mental aparentemente estable.
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Hacerte con (incluso leer!) libros cuyos títulos te causaban gran repulsión
hace solo unos meses, lo cual te permite tomar partido cual hooligan en
cualquier reyerta acalorada discusión entre Estivillistas y Gonzalistas…
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Llegar a dominar con vaga soltura y decreciente apocamiento ese vocabulario que genera lógica
aversión a los no implicados, y que incluye términos tan dispares como moisés, tetina,
cuco, calostro, sacaleches, biberón del doctor Brown, preeclampsia, mordedor, meconio
(offtopic: Mekonio es tremendo nombre para un grupazo de esos metaleros), maxi-cosi (en todo su
abanico de pronunciación desde masicosi hasta maxicoxi) y un larguísimo
etcétera…
Pese a lo vistoso de estas situaciones, todas se ven claramente superadas por una: ser consciente y llegar a valorar y
agradecer como nunca aquello que hicieron tus padres por ti hace unas décadas…
El
observador
El
momento mar(c)iano:
En
el apartado de documentos extraños de hoy: este incunable pintado por alguna
criatura de corta edad, que al menos debería hacer reflexionar a los votantes
de septiembre y/o de noviembre de 2015…
"Pero en el pueblo no querían a los extremeños porque estimaban su labor inútil, impedían el acceso de las ovejas a las colinas y les atribuían toda clase de vicios. Durante su estancia los nativos disfrutaban de una absoluta impunidad. Ante cualquier desaguisado la gente decía. “Habrán sido los extremeños”.(…) Si aparecía un billete de cinco duros en el cepo de la iglesia, o se tenía conocimiento de cualquier buena acción, (ella) decía: “De seguro, los extremeños no han sido”. Miguel Delibes, Las ratas, 1973.
La ironia del nou-pare, finíssima... :-)
ResponElimina¡Bravo! Me alegra ver que educáis a vuestro vástago en la no-metamorfosis de los lepidópteros y en los nocivos efectos del LSD. ¿Para cuándo el famoso y terrorífico debate sobre cuánto puede estar un adulto sin dormir tres horas seguidas?
ResponEliminaExiste un vídeo de los famosos Cantajuegos que no tiene desperdicio. El pollito Lito, que bebe biberón. Es tan científico como el bebé mariposa. ¿Y qué me dices del cinismo que se tiene para con los niños con la lección de que tienen que cuidar a los animales, sin hablar de todo lo que les pasa antes de...comérnoslos? Enhorabuena por el post. ¡Me he sentido identificada!
ResponEliminaMuchas gracias por los comentarios!
ResponEliminaCopépodo: efectivamente, el tema del sueño es inagotable...de ahí la discusión que comentaba entre estivillistas ("modelar" el sueño de los niños para que los padres sobrevivan - es decir, para su comodidad) y gonzalistas (adaptarse al crío)...
Marta: lo de los cantajuegos es un terreno pantanoso que espero evitar durante el resto de mis días...estuve expuesto a ese fenómeno durante unos minutos hace unos años y aún tengo secuelas y canciones espantosas que vuelven en oleadas repentinas cuando menos te lo esperas... pero estoy de acuerdo contigo en que hay un protagonismo exagerado de los animales en el multimedia infantil...notablemente, los osos, cosa que tampoco he acabado nunca de entender!
M'he rigut molt de lo identificat que m'he vist, ja ja ja, que bó
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