Smashing the Cell for fun and for profit

Venter, J. Craig. El más divino de los seres humanos. O para aquellos que piensan que Dios es sólo un legado del miedo del Homo sapiens ante el primer rayo (quien ha dormido en una tienda de campaña en la cima de un pico de 3000 metros bombardeado durante la noche por rayos sin poder moverse sabe a qué me refiero), el (uno de elos) científico(s) más importante(s) de este siglo.

Tras la, excusad el galicismo, mierda publicada por los periódicos (chapuza de análisis segunda mano, inexacta, sin hilar), aquí están las publicaciones que de verdad merecen ser leídas, o sea el artículo original en la revista Science y un artículo escrito por Venter en el The Wall Street Journal.

No sólo no puedo comentar sobre el hecho de que en Italia todas las miradas de atención de la prensa se dirigieron a los pensamientos y a las advertencias de un enano vestido blanco y sus amigos pedofilantes, pero esto es lo que pasa en un convento (lo que es Italia en estos días). Venter, concretamente, director del instituto privado homónimo creado por él mismo (J. Craig Venter Institute), no oculta querer beneficiarse de su trabajo científico. Como prueba, un botón: Venter es también fundador y director ejecutivo de la empresa de biotecnología Synthetic Genomics. También dijo que, de hecho, el uso constante de capital privado (y por tanto, el rendimiento de las inversiones) se debe principalmente a su dificultad de acceso a servicios adecuados (en relación a la constancia y rapidez) de los fondos públicos. Pero todo esto son cotilleos, el tiempo pondrá a cada uno en su sitio, volvamos a las noticias.

Hace unas semanas Venter anuncia al mundo una invención/logro importante, sin duda, uno de los pilares sobre los cuales construir el mundo del futuro, y no es un juego de palabras, el futuro de la humanidad. Sucede que su equipo (25 científicos, un número muy pequeño en comparación con el número de personas disponibles para un científico tan exitoso) ha conseguido crear desde cero una forma de vida que puede replicarse. Según el artículo del The Wall Street Journal:

"The digitized DNA information of Mycoplasma mycoides, a simple bacterium, can now be brought to life. To make this happen, our group of 25 researchers had to decipher this bacterium's set of instructions, synthesize them, and then express them in a recipient cell. Many technical hurdles had to be overcome. But 15 years and $40 million worth of research later, we are able to combine all of these steps and produce synthetic cells in the laboratory."

Es decir, su grupo ha estudiado durante mucho tiempo una bacteria, comprendiendo cuáles eran las instrucciones mínimas necesarias para hacerla funcionar. Estas instrucciones están contenidas en el ADN de las bacterias que ahora pueden conocerse a través de procedimientos estándar de mapeo genético (otro campo en el que Venter ha destacado, la cartografía inicial del genoma humano). Una vez conseguidas las instrucciones claras, los científicos armaron la secuencia en la computadora y fueron capaces de sintetizar en el laboratorio una copia de esta nueva secuencia de ADN a partir de cero. Fueron capaces de implantar el ADN artificial en un recipiente de tipo celular, resultando en un cultivo bacteriano en el que cada célula no poseían ni siquiera una sola molécula de las que se presentaban inicialmente en el contenedor celular. En el artículo original se utilizan las palabras como " ... the DNA builds its own hardware ...", hardware, que me hizo pensar en el título de este artículo, en clara analogía con otro hito que hospedó muchos ataques peligrosos y muchos de los virus que han ocurrido en los últimos años.

Sorprendido o emocionado, Venter también hace algunas aclaraciones, debido al hecho de que muchos hablaron de crear vida artificial.

"..., nor did we create life from scratch. We transformed existing life into new life. We also did not design and build a new chromosome from nothing. Rather, using only digitized information, we synthesized a modified version of the naturally occurring Mycoplasma mycoides genome. The result is not an "artificial" life form. It is a very real, self-replicating cell that most microbiologists would be unable to readily distinguish from the naturally occurring counterpart without the aid of DNA sequencing."

Venter es muy claro sobre este punto. Ellos no han creado una forma de vida desde cero. Hay un par de ideas interesantes en el artículo, el cual se ha convertido en un foco (al menos aparente) de la investigación ética en curso y la aplicación práctica de los métodos desarrollados en el centro de Venter. Así pues, recomendamos de nuevo su lectura completa.

Giovanni
Artículo original de L'Undici.

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