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Aprendiendo un (multi)oficio – nuestro segundo cortometraje

dijous, d’octubre 05, 2017
Ha pasado casi un año desde que estrenamos Ensayo, el primer cortometraje en el que he participado y que compartí con profusión por estos pagos (1, 2, 3 y 4). A pesar del ingente esfuerzo que tuvimos que invertir para compensar nuestra insensatez falta de experiencia, la vivencia fue tan buena que, además de crear un corto, fundamos la productora Círculo Bipolar.


A finales de 2016 reiniciamos el ciclo completo de producción de un cortometraje, esta vez, con muchas lecciones aprendidas y con la gran ventaja de haber dejado de ser completos novatos para pasar a ser novatos sin más. Por si fuera del interés de alguien, ahí van las principales mejoras y lecciones aprendidas en nuestro segundo corto, Nina de paper:

- El guión debe estar cerrado al 99% desde el minuto cero. En Ensayo hubo ajustes en el guión hasta el momento del montaje (incluido), un gran error que solventamos a base de imaginación, buenos consejos externos y la mutilación de más de un tercio del metraje. Nina de Paper era la adaptación de un cuento incluido en el libro Nines, de Muriel Villanueva (editorial Males Herbes, 2017). Por supuesto, tener a la autora como parte del equipo facilitó enormemente todo el trabajo.

- Hace falta MUCHA (ni poca ni demasiada) gente bien coordinada. En Ensayo infraestimamos este punto, en parte limitados por el espacio disponible en los lugares de grabación y en parte por nuestro desconocimiento. El número de personas que conformaron el equipo técnico y sus funciones en cada corto fue el siguiente (6 personas en Ensayo, 14 en Nina de paper):

Ensayo
Nina de paper
1
Dirección, sonido, acting, copias de seguridad
1
Dirección
2
Dirección de fotografía, iluminación, operador de cámara
2
Acting
3
Arte y atrezo, vestuario
3
Fotografía técnica, operador de cámara
4
Regidor, director de producción, operario de sonido
4
Ayudante de operador de cámara, copias de seguridad
5
Script y ayudante de producción
5
Fotografía artística
6
Ayudante de producción y cocina
6
Arte y atrezo

7
Vestuario
8
Regidor, director de producción
9
Operario de sonido
10
Script y ayudante de producción
11
Ayudante de producción
12
Ayudante de producción
13
Cocina
14
Maquillaje

Como es evidente, Nina de paper era en muchos aspectos más complejo que Ensayo, por lo que había nuevas tareas a cubrir con personal adicional. Pero lo que marcó la diferencia fue poder reducir la carga de trabajo de cada participante. Aunque algunos de los cargos menos críticos estaban sujetos a rotaciones, desdoblamientos y sustituciones, casi en todo momento había una persona de guardia cubriendo cada uno. Cabe decir que, aun habiendo tenido posibilidad de contar con más gente, no habríamos ampliado más el equipo, por el riesgo de ingobernabilidad.

- La financiación: en Ensayo nos pudimos autofinanciar gracias a emplear el reducido equipo humano mencionado y a no cargar en el presupuesto la compra ni el alquiler de ningún material. En Nina de paper incrementamos el presupuesto autofinanciado para podernos hacer con un mínimo de equipo de iluminación, y el resto de gastos lo cubrimos con una campaña de mecenazgo Verkami (¡muchísimas gracias nuevamente a l@s mecenas!). Por cierto: hacer un Verkami es bastante más complejo de lo que parece: esta plataforma exige completar una ficha muy completa con la descripción del proyecto y del equipo promotor y debe pasar por una fase de validación del proyecto y de las recompensas ofrecidas para poder ser admitido. Después, se descuenta de la recaudación el 7% de comisión de la plataforma, los impuestos correspondientes y el precio de preparación y envío de las recompensas. Por supuesto, sale a cuenta y ha sido una gran experiencia, pero no es ningún chollo.


- Estructura clara de toma de decisiones: en nuestro caso nos funcionó muy bien un método que se podría llamar “despotismo participativo”: somos un equipo muy horizontal, organizado en sub-equipos (siempre con un/a coordinador/a) en el que tod@s intentamos hacer aportes y mejoras, tanto a las grandes decisiones como a los detalles más nimios. Todo el mundo puede hacer sugerencias para mejorar todo aspecto en el que se ve involucrado, lo cual nos ha permitido avances en la eficiencia. Pero tan importante es esta implicación de todo el equipo como el hecho de que esté claro a quién se hacen las aportaciones y sobre todo quién toma la decisión final: el coordinador de cada sub-equipo para cuestiones concretas, la autora del cuento en tema de guión, acting y diálogos y el director en casi todo lo demás.

- Un espacio de rodaje a plena disposición: gran parte del rodaje de Ensayo fue realizado en una casa cuyos habitantes tuvieron la enorme amabilidad de acogernos y de ponernos todas las facilidades posibles y a los que estamos enormemente agradecidos, pero no dejaba de ser un espacio habitado en el cual los movimientos estaban limitados. Además, al trabajar en un único espacio se perdía mucho tiempo en los cambios de decorado antes de cada escena. En Nina de paper contamos con un espacio mucho más amplio, un chalet que no es residencia permanente y que, con la misma gran generosidad, nos cedieron otros amigos...así, contamos con espacios independientes para cocinar y comer, habitaciones habilitadas como ropero o estudios de maquillaje…y lo que es más importante: pudimos utilizar varias de ellas como escenario, lo que nos permitía preparar una escena DURANTE el rodaje de las anteriores, así que en todo momento había un escenario listo para rodar.


- Mínima exposición a las contingencias: en Ensayo cometimos la temeridad de programar el rodaje de varias escenas en momentos del día inamovibles: al atardecer. Esto nos obligó a sumar varias horas y días de rodaje y nos expuso a todo tipo de contratiempos ligados a la meteorología. Esta vez, todo el corto se podía rodar con cualquier meteorología.

- Y claro, la experiencia: el “núcleo duro” del equipo ya había participado en Ensayo, por lo que muchos de los procesos de antes, durante y después del rodaje ya estaban claros. Pero la gran diferencia estuvo en el trabajo de los montadores: los programas de montaje son muy complejos, así que esta vez pudimos amortizar el aprendizaje ganado durante el primer corto, tanto a nivel de manejo de los programas como de los protocolos de gestión de los archivos de audio y vídeo. Además, probamos con gran éxito un curioso invento: la "carta de color", una paleta con una escala de colores y grises que permite facilitar los ajustes finales de la imagen.

Por supuesto, no seremos tan ingenuos como para pensar que ya sabemos “hacer cine”. Somos unos recién llegados, prácticamente autodidactas y hemos cometido nuevos errores que esperamos corregir, aunque por supuesto se vayan a añadir otros…

Y aquí tenéis el resultado de este proceso:




El observador

Líbano, una eternidad en el alambre (III - final)

dimarts, de setembre 05, 2017
Terminábamos el capítulo anterior con una doble pregunta: ¿cómo mantener la paz y los medios de vida en un país tan densa y diversamente poblado y tan mal provisto de recursos naturales?

¿Cómo se gestiona un país de oriente próximo con 18 grupos religiosos?

El matiz “oriente próximo” no es gratuito…como todos sabemos, en el tablero geopolítico mundial el punto más caliente desde el fin de la II Guerra Mundial ha sido la franja que va desde el Mediterráneo oriental hasta poco más allá del Golfo Pérsico… Israel, Irán, Irak, Afganistán y ahora Siria han sido el tablero donde las grandes potencias se han jugado su influencia. Líbano no fue ajeno a estas tensiones, pasando por una larga guerra civil (1975-1989), más religiosa que política. Desde entonces, no han faltado los conflictos, aunque por suerte la violencia sectaria ha pasado a ser bastante esporádica.

La fórmula utilizada para conseguir cierta gobernabilidad tiene su origen en los años 30, aunque ha sido modificada tras la guerra civil. Se basa en un reparto de poder “apriorístico”, por el cual los cargos públicos se reparten entre los diferentes grupos religiosos en función del censo poblacional*. Por ejemplo:
- El presidente y el jefe de las fuerzas armadas son (cristianos) maronitas
- El primer ministro es (musulmán) suní
- El portavoz del parlamento es (musulmán) chií
- El viceportavoz del parlamento y viceprimer ministro son (cristianos) griegos ortodoxos
- El comandante del ejército es un (musulmán, según a quién preguntes) druso

Después, los diferentes ministerios, direcciones generales, escaños del parlamento, etc, se van repartiendo entre éstos y otros grupos religiosos, manteniendo un equilibrio del 50% entre cristianos y musulmanes. El objetivo final de este sistema tan compartimentado es que ningún grupo religioso tenga la tentación de forzar las cosas para intentar conseguir más de cuota de poder, ya que tendrá en contra al resto, que, juntos, siempre serán más numerosos. Los inconvenientes, que son muchos, incluyen la falta de coordinación entre los diferentes grupos religiosos, no ya solo a nivel político sino de casi cualquier actividad pública: colegios, medios de comunicación, clubes deportivos…El único estamento que escapa de este sectarismo, y que precisamente es el mejor valorado por la ciudadanía, es el ejército. En la misma línea, otro factor de cohesión son los dos enemigos que comparten todos los grupos religiosos: Israel (país limítrofe cuyo nombre no aparece en ningún mapa) y, durante las fases más duras de la guerra de Siria, el Daesh/ISIS.

Si se puede arreglar, se arregla. Llama la atención la cantidad de talleres mecánicos que arreglan y modifican vehículos que en otros sitios serían dados de baja…aquí un Range Rover hecho descapotable


*El censo de religiones en el que se basa el reparto de poder fue realizado en 1932. Hoy nadie se atreve a actualizarlo, ya que desembocaría en conflictos para cambiar el reparto de poder, con resultados imposibles de predecir…el grupo religioso no es únicamente el principal elemento de identidad de la ciudadanía, sino que todos tienen sus propios apoyos externos: los maronitas están próximos a occidente y EEUU, los chiíes tienen fuertes vínculos con Irán y El Asad mientras que los suníes están apoyados (y apoyan) a una gran parte de los grupos insurgentes de Siria, además de los países de la península arábiga.

Desde la experiencia personal, este sectarismo se hace evidente a nivel laboral: cuando un extranjero empieza a trabajar en el Líbano, es automáticamente etiquetado en función del contacto local que te haya invitado. A partir de ahí se crea un sutil pero impenetrable muro de cristal que impide establecer contactos con otros locales o contratistas extranjeros con los que se podrían crear colaboraciones, ya que “con esos no trabajamos”.

¿Cómo se sostiene una densidad de población extrema (740 habitantes/km2) en un territorio tan poco productivo, sin petróleo y que no es precisamente un puntal de conocimiento o tecnología?

El país se sostiene en tres grandes pilares: la banca, las remesas exteriores y el comercio. La banca vivió durante años de gestionar los ingentes fondos para la (re)construcción del país tras la guerra y se convirtió en un refugio relativamente tranquilo para inversores de la región (el secreto bancario ayudó bastante, claro). La importancia de las remesas (que representan el 20% de la economía del país) se puede entender con un dato: hay entre 2 y 3 veces más libaneses fuera del Líbano que dentro. Solo en Brasil hay entre 6 y 7 millones de libaneses (más que en el Líbano), 1 millón más en Argentina y medio millón en EEUU. La mayor parte se dedica a la tercera gran actividad: el comercio, que está en el ADN de este pueblo orgullosamente heredero de los fenicios. Según la CIA, la balanza comercial es una locura: el país importa productos por un valor cinco veces superior al de los que exporta.

En los últimos años, el turismo (sobre todo, de lujo) está creciendo notablemente, al reunir unas condiciones muy particulares: país de habla árabe, costa, clima suave y una notable oferta de ocio disfrutable de manera anónima. Así, Beirut se ha convertido en el patio de recreo de la clase alta de países del Golfo, y un paseo por el barrio del puerto deportivo permite asistir a una sucesión de coches de lujo, yates y edificios ultramodernos. A un par de kilómetros de allí se apiñan los barrios obreros con bloques de diez y quince pisos…en este bonito mapa de Beirut puede verse cómo el precio de la vivienda pasa de 7.000 a 2.000 $/m2 en unos pocos centenares de metros.


Alejándote un poco más de este oasis de riqueza extrema puedes plantarte, en tan solo 80 km por carretera, en diferentes áreas bien diferentes, en función de la dirección tomada: hacia el Norte puedes llegar a una Trípoli con batallas urbanas intermitentes durante gran parte de la guerra de Siria; hacia el Este te plantas directamente en Siria (Damasco está a 116 km de Beirut), pudiendo parar por el camino en campos de refugiados con centenares de miles de personas; hacia el sur puedes llegar a la zona de exclusión controlada por la ONU desde la última guerra con Israel (2006).

No hay ningún país que no esté lleno de matices, contrastes y contradicciones. Lo que hace único al Líbano es la microscópica escala geográfica en la que se dan unos cambios tan extremos…


El observador 

   

 Postales desde Beirut…el puerto y un edificio aún desconchado por una guerra que acabó hace 30 años


El libro: se recomienda leer cualquiera de Amin Maalouf para intentar entender un poco mejor esta sociedad tan particular. “Identidades asesinas” es extraordinario incluso para entender otras cosas del mundo en general.


Las películas: una esperanzadora reflexión sobre la vida en el intrincado Líbano rural (metáfora de todo el país, en realidad) es “Y ahora, ¿dónde vamos?” (Nadine Labaki, 2011). Si os va la marcha, tenéis Incendies (Denis Villeneuve, 2010), sobre la diáspora y otros temas luctuosos…Y por completar un triplete: Vals con Bashir (Ari Folman, 2008), en un formato muy original, sobre uno de los momentos más dramáticos de la relación entre Israel y Palestina con escenario en Líbano.

Líbano, una eternidad en el alambre (II)

dimecres, de juliol 05, 2017
El mes pasado presentamos brevemente la muy larga y aún más agitada historia del Líbano, un país con menos de 100 años de existencia como tal, pese a las no menos de veinte civilizaciones diferentes que se instalaron en la zona. Como dijimos entonces, tras el fin de la Primera Guerra Mundial el Imperio Otomano fue disuelto y dividido en varios países, en parte buscando cierta homogeneidad étnica y sobre todo repartiéndose entre los vencedores las zonas con petróleo accesible. Un punto complicado del reparto debió ser ese pequeño espacio entre el Mediterráneo y la cordillera llamada desde tiempos inmemoriales “Líbano”. En esta zona la accidentada orografía coincidía con una mezcla íntima de etnias y religiones.

Ahí va el mapa físico del país que decidieron crear…


Cortesía de Sadalmelik

Como puede observarse, la cordillera central divide el país en cuatro áreas claramente diferenciadas:
1) Al oeste, la zona costera, que recuerda a cualquier otro punto del Mediterráneo: temperaturas suaves, mucho sol y ciudades con varios milenios de historia.
2) A medida que se avanza hacia el interior se va ganando altitud rápidamente y el paisaje se vuelve cada vez más húmedo y boscoso gracias al archiconocido efecto Föhn.
3) La parte central de la cordillera, que alcanza 3.000 m de altitud en la cima del monte Qurnat es Sawda (situada a tan solo 30 Km de la costa) el paisaje es de alta montaña e incluye una estación de esquí.
4) Al pasar al otro lado de la cordillera se llega al gran valle del Bekaa, una zona semidesértica que en otros tiempos era uno de los valles más prósperos de la provincia romana de Siria (véase este tremendo templo que erigieron en el camino natural a Damasco).

Para aderezar esta mezcla de paisajes, condiciones naturales y de sus áreas de transición, los sucesivos conquistadores de la zona fueron dejando huellas en forma de etnias: aquí vienen los 18 más importantes, en su mayoría organizados en pueblos, valles o barrios. Aquí va uno de los mejores intentos de hacer un mapa de las etnias en las que se organizan los aproximadamente 5 millones de libaneses que viven en Líbano*:


*”Los libaneses que viven en Líbano” puede parecer una manera muy negligente de expresar un concepto, pero no es casual…se estima que los libaneses (personas con ciudadanía libanesa) fuera del Líbano son entre el doble y el triple de los que se viven en el país…además, actualmente hay que sumar a la población que vive en el país unos dos millones de refugiados sirios y medio millón de refugiados palestinos. Es decir, que un tercio de las personas que viven actualmente en el país son refugiados.

De acuerdo, estamos ante un país muy diverso en cuanto a paisajes y en cuanto a grupos de población, tampoco es algo inédito. Sin embargo, lo que hace único a este país, es la superficie en la cual se mezcla este cóctel: poco más de 10.000 Km2, es decir, equivalente a la media de una provincia española. La densidad de población es de unos 740 habitantes/km2, el doble de la de Bélgica y ocho veces la de España, siendo el segundo país del mundo con mayor densidad de población (solo superado por Bangladesh) si se obvian los micropaíses de menos de 2.000 km2.

El próximo mes terminaremos este monográfico, intentando responder a dos preguntas muy obvias:

- ¿cómo se mantiene la paz entre tantos grupos, tan diversos y apretados, y más cuando los pares de varios de ellos se están peleando en países cercanos?

- ¿cómo se sostiene esta densidad de población tan extrema en un territorio cuya productividad es generalmente baja, y que no dispone de petróleo ni otros recursos naturales relevantes?


El observador


El enlace: mucha gente se pregunta qué pinta un árbol en la bandera de un país cuya superficie forestal es de tan solo del 13%. Bien, ese árbol es el mítico Cedro del Líbano (Cedrus libani), citado en la célebre Epopeya de Gilgamesh y que equipó el palacio del rey Salomón, fue empleado por los faraones egipcios para hacer sus sarcófagos y fue protegido formalmente por el emperador Adriano. Un árbol muy especial que es probablemente el único símbolo que no causa recelo en ningún grupo étnico. Esta especie aparece casi exclusivamente en las zonas más húmedas de la cordillera del Líbano, entre 1.500 y 2.000 m de altitud, aunque está siendo muy considerado, como no podía ser de otra forma, en los numerosos proyectos de repoblación forestal del país.




Líbano, una eternidad en el alambre (I)

dilluns, de juny 05, 2017
Por cuestiones laborales uno tiene la suerte de visitar puntualmente otros países (suerte por visitarlos y suerte porque los viajes sean algo excepcional y no la norma). Cuando las visitas se hacen recurrentes y el país es suficientemente pequeño, se podría incluso decir que los conoce más o menos bien, contando siempre las restricciones impuestas por el tiempo disponible, las barreras lingüísticas y culturales y, en el caso que nos ocupa, la libertad de movimientos. Por diversos motivos, Líbano ha sido un destino recurrente en los últimos años y aunque uno no ha acabado de asimilar todo lo visto, leído y vivido, ya da como para ir aireando cosas…hoy haré un breve repaso del contexto histórico que llevó a crear hace menos de 100 años un país inédito en una región del Mundo en la que se ha cortado gran parte del bacalao geopolítico desde los inicios de la Historia, y que aún es el escenario donde miden su poder todas las grandes potencias.

Por ubicar a los más perdidos, despistados, o simplemente a la generación que cree que no tiene por qué saber nada que pueda obtener en unos segundos de manipulación de su móvil, ahí va una imagen de la zona de unión de Europa, Asia y África, que contiene el centro neurálgico de todas las Grandes Civilizaciones de la Historia a excepción de los últimos 500 años, y con permiso de China, India y alguna civilización americana. Casi en el centro de la misma: Líbano.

  


La importancia de la zona que ocupa actualmente este país fue fundamental desde los inicios de la Historia, al estar ubicada en las rutas de comunicación entre Mesopotamia y el Mediterráneo…por aquí estaba la mítica Canáan y no son pocas las ciudades mencionadas en la Biblia que han llegado a nuestros días (Tiro, Sidón, Byblos – que es, por cierto, el asentamiento humano más antiguo poblado de manera ininterrumpida hasta hoy). Incluso la palabra “Líbano” se menciona 70 veces en el Antiguo Testamento.

Esta zona fue ocupada, sucesivamente, por cananitas, egipcios, hititas, asirios y neoasirios, fenicios (cuyo centro neurálgico era precisamente el Líbano moderno), neobabilonios, persas (aqueménidas), griegos (seleúcidas), armenios, romanos (en segundo término, bizantinos), los sucesivos califatos y sultanatos árabe-musulmanes con un leve lapso en que perteneció a los Estados Cruzados y, durante 400 años hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, Imperio Otomano. La importancia de este último no se nos ha explicado lo suficiente a los europeos occidentales, pero marcó hasta nuestros días el carácter de toda esta zona, como sabrá cualquiera que haya viajado por, por ejemplo, los Balcanes:



Es decir, que estamos a punto de cumplir 100 años de la caída de este descomunal Imperio, precipitada por el fin de la Primera Guerra Mundial, y que dio lugar al despiece del mismo por las nuevas potencias dominantes (“Occidente”), con el objetivo de reducir la amenaza de una gran nación musulmana otomano-árabe-persa, para lo cual se crearon países inéditos (Irak, Líbano) y fronteras hechas con tiralíneas para repartir las áreas de influencia; véanse  las bonitas rectas que delimitan parte del perímetro de Siria, Egipto, Arabia Saudí, Yemen, Irak…en este proceso se fueron creando países de tamaño mediano y con cierta homogeneidad étnico-religiosa…y presumimos que debieron dejar el último trozo, el más pequeño, intrincado y complejo (en cuanto a grupos étnicos y condiciones naturales) para el final, como veremos en el próximo capítulo.

Por salir del paso, se creó en primer lugar un protectorado francés durante el período de entreguerras, pasando por fin a ser un país independiente al final de la Segunda Guerra Mundial. Y cuando parecía que el país podría iniciar por fin una época de paz y prosperidad, unos meses más tarde se creó Israel y el Líbano fue, inevitablemente, escenario y participante en las inmediatas guerras árabe-israelíes. Las tensiones internas acabaron desembocando en una guerra civil (1975-1989) y posteriormente en una inestabilidad política extrema que dura hasta hoy, tras haber pasado por una fase de “semiprotectorado” Sirio que duró hasta 2005. Un par de muestras del estado de volatilidad del país: en 2005 el presidente Rafik Hariri fue asesinado, en 2006 hubo una breve guerra entre Líbano e Israel que hizo que aún hoy el 20% del sur del país esté bajo control de la ONU; durante los cinco años siguientes hubo profundas crisis de gobierno que hicieron que en 2008 el país entrara en el top 20 de Estados Fallidos. Y para redondear la situación, en 2012 la guerra civil Siria ha salpicado inevitablemente al Líbano, con enfrentamientos directos en algunos puntos del norte del país (entre facciones libanesas) y del ejército y el partido-milicia Hezbolá contra el DAESH, además de la entrada de más de un millón de refugiados. Curiosamente, la amenaza del DAESH como enemigo común ha servido para unir a (casi) toda la población libanesa, lo que ha permitido cierta cohesión, favorecida por una institución que, de manera sorprendente, hace que todas las etnias se sientan representadas, y que goza de más prestigio que cualquier gobierno: el ejército.

Se debe aclarar que, a pesar de esta situación de aparente anarquía, el visitante no percibe en absoluto un ambiente peligroso o violento. Salvo por los continuos controles de carretera, el país parece completamente normal...

El próximo mes veremos las particularidades sociales y geográficas que hacen único al Líbano…


 El observador

Terror en Frederiksborg (Dinamarca) (2 – terror contemporani)

dilluns, de juny 05, 2017
Fa uns mesos vam terroritzar els nostres estimats lectors amb quadres que representaven una sèrie de subjectes als quals no podríem faltar el respecte amb més intensitat que l’autor de la pintura. Es tractava de quadres del Segles XVII i XVIII que podien al·legar mancances tècniques i estètiques pròpies de l’època. Aquest mes, en canvi, baixem a l’avern pictòric contemporani, amb obres modernes de factura equivalent a la mostrada prèviament...sense l’excusa de la manca de mitjans tècnics. El pitjor de tot és que algú ha decidir que tenien prou qualitat com per ser exposats al monument més visitat de Dinamarca: el castell de Frederiksborg.

1. Composició universal
Aquesta obra mestra és potser el meu quadre favorit de la col·lecció...el joc amb la perspectiva, el fons impossible (amb quatre escenes amuntegades verticalment que entren a través de la porta oberta; el Rei amb la quincalleria habitual i sostenint un barret de plomes anacrònic mentre sembla dir “no em retratis així, coi”); a l’esquerra, un dels seus fills, brillant empresari, amb la seva roba de trepitjar món...i a la dreta, davant l’aberració paisatgística, veiem un altre nano, amb uniforme dolorosament blanc amb tots els complements d’una persona altament hostiable...mitjons ben alts, pantalons curts combinats amb jaqueta i corbata...i a la mà sembla sostenir un trofeu embolicat en paper higiènic o alguna altra cosa pitjor...



2. Retrat de família
Aquí tenim als reis de Dinamarca, lluint totes les medalles guanyades a peu de trinxera. Ell ha aprofitat per agafar un barret de la disfressa de napoleó del Lidl, i ella aguanta la mà d’un nen que passava per allà i que la mira abstret. No van tenir temps de cordar-li els botons de la jaqueta, sembla que el pintor tenia prisa per acabar el quadre, probablement per atendre a alguna altra funció vital fonamental.





3. Margarita II la Microcefàlica
No, no és qüestió de la perspectiva de la foto...aquesta aberració feta probablement amb pintures de 3 colors (marró, blau i blanc) mostra a l’actual reina Margarida II en un retrat fet (esperem) en algun concurs de pintura ràpida infantil.


¿Qué pasa en Chechenia?

divendres, de maig 05, 2017
Este mes vamos, a lomos de satélite, a la ciudad de Grozni, en la pequeña república rusa de Chechenia, es decir, al siempre agitado Cáucaso. Esta ciudad se volvió tristemente famosa durante las dos guerras que la asolaron y que han servido de indicador perfecto para ver la evolución de Rusia desde un gigante moribundo de principios de los 90 hasta la gran potencia económica y militar que es hoy en día…de hecho, la segunda guerra de Chechenia fue precisamente el trampolín que convirtió a Putin en zar líder indiscutible (y quien ha discutido algo ha sido convenientemente liquidado) tras devolver a su país el orgullo patrio…

¿Por qué Chechenia? ¿Por qué el Cáucaso?

El Cáucaso siempre ha sido un territorio de frontera debido a su escarpada orografía, que ha hecho imposible su dominio completo por ninguno de los imperios que ha rondado por la zona. Se trata de un territorio en disputa histórica por tres grandes potencias de la zona: Rusia, Imperio Otomano y Persia/Irán, por lo que han confluido no menos de tres religiones y concepciones del mundo. Como resultado, se crearon diferentes repúblicas más o menos homogéneas étnicamente, entre las que destacan, en la vertiente sur, Azerbaiyán (musulmanes chiíes, muy ligados a Irán), Armenia y Georgia (cristianos, cada uno con su iglesia nacional ortodoxa propia). En la vertiente norte estamos ante una miríada de pequeñas repúblicas (actualmente englobadas en la Federación Rusa) de las que oímos hablar cada vez que hay un problema: Chechenia, Abjasia, Osetia, Ingusetia… Aunque la frontera se haya ido moviendo y los países dominantes hayan cambiado su nombre, en la zona central del cáucuso nadie ha conseguido imponer realmente su criterio ni su religión por encima de las leyes tribales ancestrales, que han asimilado estas influencias a su manera de funcionar, y no al revés. Por si alguien va perdido, van un par de mapas…

Ahí está el Cáucaso, una zona de montaña aprisionada entre los mares Negro y Caspio.

Y aquí la división geopolítica actual, con sus interesantes fronteras, subfronteras y enclavados. Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/User:Jeroencommons


Al desmembrarse la URSS (a la cual pertenecían las tres repúblicas del Cáucaso sur mecionadas), Chechenia volvió a ser territorio de frontera, en un extremo de una extremadamente frágil Rusia, cuyas intenciones eran un misterio. El gobierno autónomo no aceptó las nuevas condiciones que quiso imponer el gobierno de Yeltsin y declararon nula la autoridad rusa. La situación intentó ser aplacada torpísimamente por un ejército ruso ineficaz, desorganizado y completamente desmotivado. Tras una actuación lamentable Rusia tuvo que claudicar, aceptando no ejercer su soberanía de manera temporal. La guerra destrozó las ciudades de Chechenia, especialmente, su capital, Grozni, entre 1994-1996.

Chechenia malvivió los años siguientes como un estado pirata, traficando con droga y divisas, robando petróleo y gas a los países vecinos en una anarquía en la que imperaba la rivalidad entre clanes. Pero Rusia no iba a permanecer impasible mucho tiempo, y tras el ascenso de Vladimir Putin al poder éste necesitaba un golpe de efecto que uniera al pueblo ruso. Como siempre, un enemigo común es tristemente la receta más eficaz, y aprovechando una serie de atentados en bloques residenciales del interior de Rusia cuya autoría aún está en duda (¿autogolpe ruso? ¿atentados yihadistas que buscaban provocar a Rusia e intentar agrupar de nuevo a Chechenia y otras repúblicas de mayoría del Cáucaso de mayoría musulmana ante la amenaza rusa?), Rusia reemprendió las hostilidades, esta vez, con una planificación digna y el apoyo de algunos líderes locales, que veían en Rusia un mal menor en comparación con los radicales que querían instaurar el “Emirato del Cáucaso”. Tras diez años de guerra (1999-2009) de intensidad claramente decreciente, Chechenia ha vuelto a integrarse en la esfera Rusa, refrendó la Constitución, y Grozni ha sido reconstruida hasta convertirse en una ciudad puntera gracias a enormes inyecciones económicas…miren y comparen:

Este meandro del río es uno de los que ha tenido un cambio más sustancial: ha pasado de ser una zona industrial destruida (2002) a un moderno parque, complejo de mezquitas y zona residencial (2016).



 Otra zona destruida en 2002, con la mayoría de edificios reducidos a escombros y asfalto destrozado. En 2007 ya no hay escombros y el asfaltado de las calles es casi completo. En 2016 vemos un moderno centro comercial y un par de parques remozados.




Otra de zonas residenciales y centros comerciales: en 2002 la mayoría de los edificios estaban destruidos y sin tejado. En 2002 los edificios residenciales ya están operativos y en 2016 estamos ante un barrio cualquier de una ciudad occidental moderna.
  




El observador


El enlace:
Se recomienda fervientemente escuchar el podcast que ha inspirado este artículo, disponible gratuitamente (es decir, a cambio de la voluntad), aquí.









 
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