DULCES NO TAN DULCES

Como otros años, proponemos unas botellitas de vinos dulces. A mí personalmente no me vuelven loco los vinos dulces más típicos como el moscatel, el jerez o los licores. No estoy contento con tanta azúcar, tanto dulzor. Así pues, para quién tenga gustos parecidos, aquí van tres propuestas de vinos dulces algo menos clásicos.

Ceretto Moscato d’Asti I Vignaioli di Santo Stefano 2008

En marzo de 2008, cuando esta botella salía de la bodega donde se gestó, presentábamos nosotros en la revista otra botella del año anterior. Ahora nos hemos colado y pensando que nunca habíamos hablado de este vino aquí, volvemos a probar otra botella de este buen vino, un vino con calidad suficiente como para que nuestros lectores nos lo perdonen.
Es italiano, del norte, con denominación de origen propia. Destaca por su bajo grado de alcohol y alto contenido en azúcares ya que la fermentación se para por frío. La botella de 75 cl. la adquirimos en Vila Viniteca a un precio de 14,5 euros, uno y medio más cara que el año pasado. 5,5 volúmenes de alcohol, servir frío, a unos 6-8 grados.
En copa tiene un color amarillo pálido, con reflejos dorados. Marcada aguja.
De aroma muy intenso. Muy afrutado, fruta blanca, complejo. Principalmente fruta tropical y aromas propios de la variedad, moscato bianco.
En boca sigue tan afrutado. Es un perfecto equilibrio entre dulzor, frutas tropicales y acidez del carbónico. Todo muy bien conseguido. Postgusto muy largo, algo sorprendente en un vino joven y fresco.

MR 2007

Tras este críptico nombre se esconde un moscatel que según algunos críticos, es el mejor moscatel dulce de España. Vamos por partes. La bodega responsable es “Companía de vinos Telmo Rodríguez”. Telmo Rodríguez es toda una institución en el mundo de los vinos en nuestro país y sus elaboraciones destilan calidad. Cerca del precioso pueblo malagueño de Cómpeta hay unas zonas escarpadas donde cepas muy viejas de moscatel se empecinan de sacarle todo el jugo a la tierra. Estas uvas moscatel, como antaño, se secan durante dos semanas al sol y luego se tiran a una prensa de aceite de oliva, y de ahí sale este vino tras una fermentación en acero inoxidable. En la misma bodega se elabora la botella “Molino Real”, no confundir con “MR”, procedente de las mismas uvas, pero con un paso por barrica de roble francés de 18 meses. Pero eso harina de otro costal. Para esta botella de 50 cl. se necesitaron 4 kilos de moscatel. Alcohol, 13 % en volumen. Precio en Lavinia, 15,45 euros. Servir no muy frío, unos 10 grados.
En la copa tiene poco cuerpo, amarillo dorado con ribetes verdes. Bastante glicerina.
Muy intenso también en aromas, típicos del moscatel. Fruta blanca y albaricoque. Algunos cítricos incluso, limón.
En la boca es dulce, almíbar, pero sin ser empalagoso. Aparecen unos toques amargos exquisitos, aunque tal vez excesivos para algunos paladares. Muy equilibrado. Postgusto de miel. Algo de mineral.

Chateau Fontebride Sauterne 2003

A pesar de los generalmente prohibitivos precios de los sauternes, hoy nos aventuramos con una botella de 375 ml. (¡¡ mililitros !!) y 12,75 euros adquirida en Vinoteca Voramar. Los sauternes son unos vinos dulces de la región de Burdeos. Ensamblan como variedades de uva la sémillon, la sauvignon blanc y la muscadelle, esta última, aunque no está emparentada con el moscatel, tiene unas notas de cata muy parecidas. Una de las características principales del sauterne es que es un vino de podredumbre noble, es decir que las uvas han padecido la invasión de un hongo llamado Botrytis cinerea que agujerea las uvas y las deshidrata, además de dejar un cierto gusto peculiar, eso sí. Por esto, entre otras cosas, se debe su alto precio, muchas de las uvas se pudren, el ataque del hongo ha de ser el adecuado. Servir a unos 10-11 grados, alcohol, 14 %.
En la copa destaca su característico alto contenido en glicerina, con unas muy marcadas lágrimas. Tiene un color anaranjado brillante, bastante oxidado, muy límpido.
En nariz es muy complejo. Desde cítricos como naranja a pomelo, ahumados, incluso algo de menta. Todo esto sobre un primer plano más compotado, melocotón.
En boca se comporta como esperábamos, muy complejo. Combina aromas puramente dulces, almíbar, miel, con, a la vez, otros gustos más refinados como la cítricos, menta, balsámicos. Postgusto muy largo.

Opinión

Los tres vinos probados son tan diferentes que no son comparables. El moscatel es un clásico, pero de una calidad extraordinaria. Para mí combina aromas dulces y amargos de forma que no resulta tan empalagoso, una buena elección para quienes estén cansados del típico moscatel.
El moscato casi no es un vino, pero es delicioso. Uno podría beberse la botella sin vaso, pero hemos de mantener las formas. Es muy ligero y marida estupendo tanto con postres de frutas como con chocolates, café ... probadlo algún día.
En cuanto al sauterne, es el más complejo de los tres, presenta un gran abanico de aromas y ofrece un postgusto muy largo. Algo para disfrutar reposadamente, hablando del vino. Con este precio, muy recomendable.



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