Fábula

Había una vez
un lobo solitario,
más solo que los ángeles.

Llegó a una villa
y se enamoró de la primera casa que vió.

Amaba sus muros
las caricias de sus ladrillos.
Se detuvo frente a la ventana.

En la habitación había gente sentada.
Además de dios, nadie les consideraba hermosos,
sino ésta bestia que parecía un niño.

Así fue como en la noche, entró en la casa.
Quedóse en el centro de la habitación
y jamás volvió a moverse.

De pie, toda la noche, con sus ojos inmensos
hasta entrada la mañana,
cuando le mataron a golpes.

János Pilinsky.
Traducción: A. Litero
(de Selected poems - traducido al Inglés por Ted Hughes).



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