Fase 4. El rodaje
El momento culminante de la producción cinematográfica, por simple que sea es, claro está, el rodaje. Ahí es donde se sabe si todos los preparativos
han sido suficientes y donde el equipo se enfrenta sin red a Murphy y sus habituales
caprichos.
Nos quedamos el mes anterior con
las dificultades para coordinar las cambiantes y animadas agendas de las más de
10 personas imprescindibles (miembros del equipo técnico, actores y habitantes
de la casa en la que haríamos los interiores), encontrando milagrosamente un
domingo apto para todos los involucrados, en el que debíamos grabar todas las
escenas de interior, dejando los exteriores (con menos gente necesaria) para un
fin de semana completo.
Esto es lo que pasa cuando eres tan majo como para prestar tu salón como decorado...invasión completa
El
domingo de rodaje de interiores fue emocionante, pero, personalmente, más
sufrido que disfrutado. La discretamente célebre película “Vivir rodando” no
exagera en absoluto cómo se vive un rodaje. A una agenda apretada desde el
inicio por la cantidad de escenas a rodar y el poco tiempo disponible se
añadieron importantes retrasos causados por las habituales bromas de los GPS y
los caminos sin asfaltar. En otras palabras, hubo que rodar en 6 horas lo que
inicialmente estaba previsto, con calzador, en 8...la experiencia fue parecida
a esos exámenes maratonianos de la universidad: un sprint sostenido,
en el que tienes que conseguir que cada respuesta (escena) quede muy bien, pero
sabiendo que con un rato más podría quedar mejor…pero en la que no puedes
recrearte, ya que tienes que seguir contestando a preguntas. Además, en vez de
ser un examen individual se realiza en equipo, así que dependes de otros…y en
vez de realizarse con bolígrafo y papel, se emplean todo tipo de aparatos que
pueden fallar y, de hecho, fallan: tarjetas de memoria, baterías que hay que ir
cambiando, cables que dejan de funcionar, ruidos que aparecen en el micrófono,
iluminación cambiante…así que fue un día de intensa transpiración, que pasé con
una mano en el reloj y la otra en el plan de rodaje (una tabla en la que se
establece qué escena se rodará a cada hora, y qué hay que tener preparado para
realizarla), calculando si estábamos recortando tiempos a suficiente velocidad
como para acabar a la hora prevista mientras intentaba echar una mano en lo que
se pudiera..y cuando se dispone de un equipo pequeño, hay que echar muchas
manos. En resumen, el día de rodaje es una montaña rusa en la que se alternan
largos ratos de trasiego de gente y aparatos, pruebas de luz, de sonido y
decenas de decisiones rápidas que hay que tomar, con lapsos de tensísima
congelación del tiempo durante unos pocos minutos en los que se realmente está
grabando y que a la postre serán lo único que quede del proceso.
La primera impresión que va
quedando a medida que avanza el rodaje es altamente decepcionante, por cuatro
motivos que pueden ser obvios pero que quitan mucho romanticismo al proceso:
- Uno no está viendo una
película, sino un making of, que es
uno de los documentos más anticlimácicos de un film. Como novato, uno tiene la
sensación de que se está quedando todo muy falso y que no hay cámara que lo
pueda salvar.
¿Qué es más real? Lo que ven nuestros ojos o lo que aparece en la pantallita de la cámara?
- En muchas escenas hay que hacer
pequeñas trampas para cuadrar los ángulos y perspectivas. Aunque el espacio
disponible cumplía perfectamente con el escenario que se quería representar (no
hubo que forzar las cosas para que muchos sitios diferentes parecieran la misma
casa), hay que colocar muchos elementos de cada escena en una disposición
imposible para que queden bien encuadrados. Visto desde fuera, una sensación
recurrente era “esto no cuela”…
- Gran parte del sonido no se
graba en directo, sino que se añade durante el montaje. Por ejemplo, si una
escena de ducha se graba en un cuarto de baño con mala acústica, el ruido del
agua se añade a partir de un repositorio digital de sonidos y efectos que quién
sabe quién ha registrado en un estudio en quién sabe dónde...
- Las escenas no se graban en el
orden en el que las verá el espectador. Esto es muy molesto para los actores, que
deben hacer un reinicio mental continuo sobre en qué momento está su personaje,
pero también para el equipo que prepara los decorados, que debe rendir ciega
idolatría prestar gran atención a la “continuidad” o raccord, es decir, que un objeto que
estaba en un sitio en una escena o plano, no aparezca desplazado súbitamente en
la siguiente. Algunos ejemplos de errores de continuidad aquí
(los dos primeros).
Gracias a disponer de un equipazo
humano, a la sangre fría del director, a los encantadores habitantes del espacio que nos dieron la prórroga
necesaria para terminar, al aplazamiento del rodaje de las escenas menos
críticas y que implicaran menos gente y a haber sufrido un nivel tolerable de
contratiempos con los aparatos técnicos, conseguimos completar el rodaje de
interiores el día previsto…
Los exteriores fueron algo más
relajados en términos relativos (teníamos un fin de semana completo y
necesitábamos menos gente) pero no absolutos: bastantes escenas estaban
ambientadas al atardecer o por la noche, lo que daba lugar a una ventana de
rodaje bastante estrecha. El hecho de emplear varias escenas con coches y con
drones (no reparamos en riesgos) no facilitó las cosas. Nuevamente, la suerte fue
piadosa con nuestra inconsciencia y conseguimos programar el rodaje en un fin
de semana en el que habría algunos intervalos de nubes, ya que cuando el cielo
está nublado es relativamente sencillo simular, mediante trucos de fotografía y
edición, una hora del día diferente de la real. Las nubes fueron más escasas de
lo previsto, y cuando se concentraron fue para generar una de las mayores
tormentas que recuerdo…aun así, pudimos completar las escenas previstas y
grabar los interiores pendientes...
Los drones, un elemento ya imprescindible en el cine
Rodar de noche es particularmente truculento, por la cantidad de reflejos que no deberían aparecer y que hay que tapar de las formas menos convencionales imaginables
La primera sensación que tienes
al acabar cada día de rodaje, además de hambre, sueño y una tremenda sensación
de descompresión, es un vacío causado por no poder ver el resultado de tantas
horas de trabajo…que en ese momento están metidas en unas pocas tarjetas de
memoria y un disco duro…
Sorprendentemente, el rodaje no
es la última ni la penúltima fase…aún falta por llegar el Coco, Cthulhu, el
Innombrable…en fin, el temido Montaje o Postproducción…otro día lo comentamos.
El observador
La cita:
“El guión es lo que usted ha soñado que debe ser.
La película es lo que usted termina”. George Lucas
Para cuando la peli?
ResponEliminacon un poco de suerte...a finales de octubre!!
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