Dos maestros en Humanidad

Rudyard Kipling

Acceded a la biografía de Kipling, y descubriréis que detrás de cada verso de su ¿Poema? “Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila…”, podríamos colocar las múltiples peripecias de su vida…de él mismo, de su esposa, de su hijo.

Kipling conoció la angustia, el destrozo psicológico y la pena…No dejaba de escribir. ¡No pudo aguantar!, y se quitó la vida. Sus cenizas descansan en la Abadía de Westmister.

Su poema “If…”ofrece todo un programa de auto-realización admirable:
   -La tranquilidad.
   -La confianza en sí mismo.
   -La bondad
   -La capacidad de utopía
   -El equilibrio: encajar triunfo y derrota.
   -El empeño por lo justo y verdadero.
   -Libertad frente al riesgo.
   -Libertad frente al “superior”.
   -La confianza.
   -La determinación: “es preciso…”
   -La capacidad de encaje de los golpes:

…Es preciso continuar,…seguir…hasta donde pudo. Así …”Serás hombre, hijo mío”!

Erasmo de Rotterdam
Incómodo en la vida religiosa, tuvo la oportunidad de construir una vida llena de interés…Por las Letras en las que destacó, por sus viajes y los contactos que le permitían sentirse “vivo” en la Cultura de la época, con Tomás Moro entre otros, por su dedicación a la enseñanza  en Cambridge…

Se atrevió a defender una audaz reforma religiosa; resulta inclasificable: ¿hereje?, ¿racionalista sin religiosidad?, ¿renovador cristiano?...Destaca su empeño en unir, hacer compatible humanismo y espiritualidad.

Su obra: “Elogio de la locura” nos da pistas para una especie de autodestrucción humana:
   - El amor propio…nos hace arrogantes.
   - La adulación…nos acerca al aplauso.
   - El olvido…facilita el letargo.
   - La pereza…nos permite “vivir con los brazos cruzados”.
   - La voluptuosidad…nos acostumbra al perfume.
   - La demencia…nos extravía la mirada.
   - La molicie…nos coloca en “un cuerpo gentil”.
   - La modorra…facilita una vida somnolienta.

Éste el cortejo de la necedad.

Guillermo Lanseros, "La cebra”


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