Yo me lo guiso, yo me lo bebo

Inspirados por la magnífica sección de Fes-t’ho tu, esta vez no hemos ido a ninguna cara y distinguida tienda de vinos, sino que hemos recibido el regalo de un licor (gracias Barbara)... ¡hecho en casa!  

Sería fantástico poder llegar a hacer nosotros mismos nuestros vinos, pero ya que se necesitan unos conocimientos e infraestructuras no al alcance de todos, proponemos hacer un licor, para lo que tan sólo necesitamos una base alcohólica, frutos del campo, unas cuantas botellas vacías y paciencia (menos de 6 meses). 




En este caso, la base alcohólica es un licor de manzana, un destilado local parecido al calvados. Podemos utilizar otras bases, como vodka (muy neutra) o crema de anís, más común en nuestras regiones.

Luego viene la cuestión clave de qué fruto maceraremos. En este caso se añadieron guindas silvestres, pero podemos pensar en una variedad innumerable de frutos: endrinas, higos, ciruelas, arándanos, peras, manzanas ácidas silvestres, nueces verdes, frambuesas, naranjas... No sólo frutos, también podemos utilizar como ingredientes principales, hierbas, flores o incluso otros elementos vegetales más exóticos como piñas (de coníferas), bulbos de hinojo o incluso crasuláceas (cactus). Huelga decir que hemos de estar 100% seguros de que los elementos que utilicemos no son tóxicos.

Una vez tenemos la base y el ingrediente principal, podemos utilizar un gama de especias para dar curiosos matices al licor. Este es, según mi opinión, la clave del éxito de un licor casero. De nuevo podemos utilizar diversas hierbas o flores (brezo, violetas, rosas); también especias, como regaliz, canela, vainilla, clavo, etc.

Finalmente, podemos equilibrar a nuestro gusto el licor añadiendo azúcar o agua, hasta convencernos de que hemos conseguido una auténtica joya. La buena noticia es que podemos hacerlo en cualquier momento del proceso de maceración, rectificando siempre que nos convenga.

Y paciencia. Buscaremos un sitio oscuro y de temperatura baja y constante. Lo dejaremos reposar durante unos cuantos meses, de 4 a 6 pero pueden ser más. Una buena idea es hacerle un seguimiento cada mes.

Para impresionar a nuestros amigos, buscaremos unas bonitas botellas de aspecto antiguo, filtraremos el licor y embotellaremos. Nuestro hobby se puede convertir en una fuente de regalos.




Notas de cata

En copa queda marcada la presencia de glicerina. De color rojo anaranjado. Poca capa, brillos ajerezados.

En nariz, nuestra primera impresión es el de la piel de manzana al horno, membrillo, chicle, maderas, alcanfor, vainilla. Pequeños defectos de corcho, cola que aparecen al oxigenar. Luego aparecen las cerezas o guindas maduras, eso era aquel chicle de antes. Guindas, guindas, guindas y más guindas.

En boca tiene cuerpo, cremoso pero no dulce. Fácil de beber, pero el calor del estómago te avisa de que no es un vino, estaremos alrededor de los 25 volúmenes de alcohol. Postgusto a azúcar de caña quemada, canela. Chocolate mucho más tarde.

Burbujita Freixenet
adrianlopezgarciadelomana@gmail.com

Share this:

4 comentaris :

  1. Gracias, signor a.! ne hai mas, lo sabes ;-) besito b.

    ResponElimina
  2. Però el licor de què era ? Base licor de poma, però quins fruits hi havia? Podries explicar una mica com vas fer aquest licor del qual has donat la cata?

    Bonica sorpresa aquest mes ! Felicitats burbujita.

    ResponElimina
  3. Doncs principalment gavarrons i guindes! M'alegro que us hagi agradat la secció!

    ResponElimina

 
Copyright © Revista CriTeri. Designed by OddThemes