PARA EL CARRO: UN VIAJE TRANQUILITO


Me dio el punto de hacer un Tu Tubo de América, recorriendo de arriba a abajo los dos continentes que se meten dentro de ese nombre. Pero me quede inmediatamente empantanado. Parece que la progresión hacia el sur será lenta. De momento, en esta entrega no bajaremos de Luisiana. Y la próxima avanzará aún menos… ni a Guatemala llega. Así que en esas estamos, que nos vamos de viaje, pero poquito a poco.

Kathy Keknek y Janet Aglukkaq- Inuit Throat Singing

Los inuit son los esquimales, según ellos mismos. Estas gentes viven en unos de los ambientes más inhóspitos que uno pueda imaginarse. Los mapas del mundo inuit tienen como centro el polo norte, de forma que cualquier parte del mundo que pueda ser ligeramente agradable queda fuera. No son una cultura muy pródiga en instrumentos… en realidad solo tienen un tambor-pandero, pero con la humedad y el frío suena como si la abuela se hubiera olvidado hace años la pandereta en la bodega. Pero sí han desarrollado una de las músicas más increíbles del mundo: el katajjaq o cantes de garganta (toma traducción cutre!). Son cantes que se hacen en parejas, casi siempre entre mujeres, que a modo de duelo entrecruzan sonidos agudos con patrones rítmicos y gruñidos, representando sobre todo fenómenos naturales (aunque un forastero tiene que echarle imaginación). Lo mejor de todo, aparte de la música en sí, es que aun siendo cantes ancestrales llenos de simbología las mujeres se lo pasan divinamente y suelen terminar el duelo porque les entra risa. Aquí cantan dos niñas, seguramente canadienses, que grabaron este vídeo para participar en lo que llaman los juegos árticos. No es un video de la mejor calidad, pero me parece precioso… enternece el fondo con las fotos de familia. Aquí hay un video de ellas dos haciendo más cantes durante el recreo (cualquiera sale, con la pelúa que hará fuera). Y aquí otro ejemplo más, ya sin actuación, pura foto fija, donde las mujeres se mean de risa.

Canciones de trabajo- cárcel en Texas y moviendo las vías

Se supone que las canciones de trabajo, cánticos grupales acompasados al ritmo de trabajos mecánicos, están en la base de la música afro americana. El grueso de esa tradición musical nunca tuvo delante una grabadora, mucho menos una cámara. Pero un último reducto sí que pudo grabarse, aquel que mantuvieron los presos negros para soportar los trabajos forzados a los que eran obligados. El primer documento es de este tipo. Pete Seeger (que volverá a salir por aquí) lo grabó a mediados de los 60 (de los 60!). Es una película de media hora en la que se ve cómo los presos realizan cantando varios tipos de trabajo. Es impresionante de cabo a rabo… pero en cualquier caso vale mucho la pena ver hasta el minuto 6 (cuando empiezan a caer los árboles), o a partir del 12, para ver el manejo del azadón. Al final comentan que estos cantos se están perdiendo, pero también que viendo cómo es la vida que los originó resulta bastante difícil entristecerse por esa pérdida. El segundo documento es una grabación de 1929 que muestra cómo una cuadrilla es capaz de mover tramos completos de vía guida por un capataz-cantante que marca el ritmo. Y para acabar, Rosie, una grabación de sonido tomada en Parchman Farm, la cárcel estatal de Misisipí. Es una canción absolutamente increíble (ble).

Georgia field hands - Mary Don't You Weep

Un grupo de góspel campero, por los años 20, cantando que uno no puede ir al cielo si tiene mujer y amante. Aunque la toma de sonido se acelera a la mitad, la verdad que es que es un vídeo bonito y que por lo menos muestra que los currantes negros tenían un ratito para sentarse (… después de lo de antes, ya es algo).

Sister Rosetta Tharpe - Up Above My Head

Y cuando sale algo de góspel no puedo evitar la tentación de poner otra vez a la hermana Rosetta…viendo a esta mujer me asaltan dudas ¿Existirá dios? Luego salen las sugerencias de Tu Tubo y se me pasa.

Earl Scruggs - Ground Speed

Una muestra de música vaquerita, con su banjo, fiddle (violín) y su guitarra slide en esa postura tan rara que se ponen. Por mucho que algunos nos hayamos podido generar una imagen chunguilla del vaquero, no deja de ser una música increíble.

Mother Maybell Carter- Black Mountain Rag

La líder de la Carter Family, un grupo familiar de country con muchas voces que empezó a grabar en los años 20. La presenta Johnny Cash, con mucho cariño y adulación, aunque resulta poco convincente si sabes que la señora es su suegra (por cierto, Johnny se pasó con el almidonado… casi parece que lleve collarín). Mama Maybell era un guitarrista buenísima, pero aparece aquí empuñando el autoharpa, un instrumento muy rarísimo que hace que el instrumentista parezca estar abrazado a la funda del jamón que acaba de comprar en el pryca.

Carolina Chocolate Drops- Cornbread and Butterbeans

Una puesta al día de varias tradiciones musicales americanas, incluyendo el country, el blues y las bandas de jarra. Un gustazo de grupo (gracias Emiliano!)… aquí hay otra muestra: Hit' Em Up Style. Qué bien que pueda hacerse tan música con tan poca cosa.

Maria Muldaur- Ain’t gonna marry

Más recreación de tradiciones en la línea de las bandas de jarra, ésta ya bastante antigüita, aunque cuando se grabó (en los 60) era una recuperación de cosas que habían pasado de moda hacía ya décadas. Es alucinante lo que puede hacerse soplando por un garrafón.

Pete Seeger - What Did You Learn In School?

Pete Seeger es uno de los pozos de sabiduría del folklore norteamericano, un continuador de tradiciones y renovador de la canción política. Un cumbayá en estado puro. Aquí hay un pequeño documental (un cuarto de hora) de 1946, de Seeger y Alan Lomax (que se recorrió medio EEUU grabando como un loco), sobre música tradicional americana. Es muy bueno, y a partir del minuto 8 hay algunas de las pocas imágenes que existen de Woody Guthrie, el inspirador de Bob Dylan, que llevaba escrito en su guitarra “esta máquina mata fascistas”.

Bob Dylan- Mr. Tambourine Man

Y después de los inspiradores no está de más poner al inspirado (y cómo!). Aquí Bob Dylan hace su última aparición como estrella del folk en el festival de Newport, donde los folk se folklorizaban. Sentadito detrás, como un patriarca satisfecho, está Pete Seeger. Al año siguiente Dylan se plantó en Newport con una banda de blues de guitarras eléctricas y baterías y la lió parda. De tanto que le abuchearon, el concierto duró dos o tres canciones. Se ve que Seeger, siempre tan rural, cogió un hacha para cortar el cable que llevaba corriente al escenario (alguien vería que se les electrocutaba el patriarca y lo paró).

Kevin Wimmer y su madre- Fiddlesticks

Los Cajun son un grupo de gentes francófonas que viven en Luisiana y que han dado lugar a varios tipos de músicas propias, como el Zydeco, donde el acordeón es la base, o esta forma tan curiosa de tocar el violín. La verdad es que con cualquier persona que no sea tu madre eso tiene que resultar un poco molesto.

Eureka Brass Band

Otra especialidad de Luisiana son las brass band, bandas callejeras de metal que igual valen para un carnaval que para un entierro (no estoy seguro, pero creo que tocan lo mismo en uno y otro). El de la banda impuesta debe ser como el tuno de la pandereta, aunque me imagino que le falta el gentío de las calles para terminar de dar sentido a su papel.

Louis Armstrong- Copenhagen 1934

Un increíble documento, Louis con treinta y pocos años en Dinamarca, con un sonido y una imagen buenísimos. Qué alegría que existan esos diez minutos de película.

Johnny Hodges con Duke Ellington- All of me

Una versión preciosa de uno de los clásicos del jazz. Johnny Hodges es capaz de dar sentido a todas y cada una de las notas que salen de su saxo, como si contara algo.

Screamin’ Jay Hawkins - I put a spell on you

Lo más zumbado que salió del mundo del blues. Este hombre salía a los conciertos metido en un ataúd y montaba unos espectáculos que dejaba flipado al personal… esto es de 1965, pero llevaba ya casi 10 años haciéndolo. Pero es que además es un cantante bestial. Aquí hay un tema, el blues del estreñimiento, que él mismo presenta como una canción sobre el verdadero dolor (y no esas tonterías de amores y abandonos).

Tom Waits - Way Down in the Hole

Y si a Dylan lo inspiraba W. Guthrie, seguro que Tom Waits le echó un par ojos a Screamin’ Jay Hawkins. De todas formas, Waits ya hace tiempo que creó su propio mundo musical, que sigue creciendo. Aquí hace de predicador: el Señor es un hombre muy, muy ocupado, yo hago lo que puedo!

… y seguimos viaje, seguido paramos en México

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