Hannah Arendt. Margarethe von Trotta, 2012. La banalidad del mal.

Proyectada en la pasada SEMINCI, se estrena ahora este valioso documento para la historia y la reflexión. Película centrada en la actividad intelectual, en el sentido de la verdadera amistad, y en la dificultad de transmitir mensajes entendibles. Dedicada por entero a dibujar el perfil de una de las mujeres más importantes del pensamiento contemporáneo, Hannah Arendt; y en uno de los episodios más sobresalientes de su vida, la colaboración para el periódico The New Yorker, para cubrir el trascendental juicio contra Adolf Eichmann en Jerusalén. Realizada por una cineasta de tremenda importancia, una de las grandes impulsoras del llamado Nuevo Cine Alemán (en los 70), una corriente histórico-estilística en la que destacaron ella, y cineastas de la talla de Schlöndorff, Herzog, Fassbinder o Wenders.

Hannah Arendt nació en Hannover en 1906 en el seno de una familia de origen judío. Estudio en la Universidad de Marburgo junto algunos de los más prestigiosos profesores de filosofía; entre otros, fue alumna y amante de Martin Heidegger. Como militante de organizaciones sionistas sufrió la persecución y acoso de los nazis, y fue detenida por la Gestapo en 1933. Ingreso en el Campo de Concentración de Gurs, y tras 5 semanas de penalidades logró escapar. Estuvo casada dos veces; en el filme ya la vemos con su segundo marido, Heinrich Blücher; en Nueva York, exiliada y ya nacionalizada ejerciendo de profesora de Universidad (Cátedra en el Broooklyn College) y periodista.

El filme arranca en el año 1961 cuando Hannah Arendt es enviada para cubrir el juicio de Eichmann en Jerusalén. Lo importante del tema es que ella no es una simple periodista, sino una socióloga de la historia contemporánea de perfil filosófico. Y por ello, sus primeras crónicas son diametralmente diferentes a las de cualquier otro periodista. En ellas, y en su posterior libro, titulado: Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal, va a formular, entre otras muchas cosas dos aspectos tremendamente polémicos sobre la causa judía frente al holocausto nazi.




Creo imprescindible explicar brevemente el contenido principal de la teoría desarrollada por Arendt, y que se disemina a lo largo del filme. Ella consideraba que Eichmann no tenía el perfil de un asesino en serie, ni era un hombre cuya maldad la hubiera generado su propia conducta; no era un enfermo mental, sino simplemente un funcionario, un burócrata dentro de un sistema. Eichmann solo fue un engranaje más de una terrorífica maquinaria de extinción judía, un eslabón más de la cadena de mando. De ahí el concepto de banalidad del mal, que hoy se aplica en su correcta acepción acuñada por H. Arendt; individuo que comete actos de extrema crueldad contra la humanidad, pero que no son personas con traumas personales, ni enfermos desequilibrados, sino personas “normales”. Naturalmente esto no se entendió en un inicio y puede que hoy día haya que explicarlo mucho mejor. Arendt dijo que el juicio fue justo, el fallo, inapelable, y que Eichmann, claro está, era culpable, pero sus actos fueron los de un burócrata cuya máxima intención era escalar en la cadena de mando. El cumplió órdenes sin reflexionar sobre los actos que se cometían. Arendt iba más allá de la mera calificación del horror de los campos de exterminio, quería que se conociera la condición humana que llevo a determinados individuos a ejecutar tales actos; y alerta sobre la posibilidad de que la banalidad del mal vuelva a surgir. Y desgraciadamente ha vuelto a surgir en la Guerra de los Balcanes, y en la invasión de Irak; en menor escala quizás, pero igualmente terrorífica. Pero, igualmente surgen individuos, que no están necesariamente desequilibrados y que realizan matanzas en diversos países y circunstancias; ¿no es más terrorífico que sean precisamente personas normales, que no sufren ninguna patología? Por ello son imprevisibles y viven en ese anonimato que les otorga su “normalidad”. Pasmosamente terrorífico.




El otro tema que desarrolla Arendt en su libro es el tabú de los Consejos judíos. En palabras de la propia autora: “este papel de los dirigentes judíos en la destrucción de su propio pueblo es para los judíos, sin duda, el capítulo más oscuro en toda su oscura historia”. Denunció la existencia en los Campos de extermino de los Consejos judíos, que eran los que se encargaban de diseñar las listas de la muerte para sus propios compatriotas a cambio de exilios o deportaciones. También esta terrible idea aparece en el filme y observamos cómo sus amigos sionistas se apartan definitivamente de ella.



Uno de los temas fundamentales del filme es el valor de la amistad; y hasta qué punto, se mantienen las apariencias hasta que se rompen en mil pedazos los valores por los que la amistad se sostenía. Por ello, el filme muestra diferentes tipos de amistades, las verdaderas, en las que a pesar del dolor, se sigue alimentando la convivencia, y las de conveniencia. Me parece esclarecedora la secuencia de su segunda visita a Jerusalén al visitar a sus viejos “amigos”; los planos de algunas de sus miradas son algunos de los mejores momentos del filme.
La película plantea algo que me parece esencial, la dificultad que tienen los grandes pensadores para hacerse entender por sus contemporáneos; es más, la dificultad de comprensión de cualquier tipo de noticia, crónica, teoría que se difunde por los medios de comunicación de hoy, y de la que apenas se ha formulado, todos tenemos un juicio de valor que no se acerca casi nunca a la verdad autentica de quien la ha concebido. El autor formula una teoría y al poco tiempo su mensaje se ha tergiversado o mal entendió o, lo peor, se ha generalizado o simplificado. Por ello, la última secuencia del filme adquiere un gran valor metafórico. Hanna Arendt da una clase magistral en la Universidad ante unos jóvenes alumnos. Entre ellos hay camaradas suyos, que ya están en contra de su discurso, puesto que han leído el libro y sus crónicas periodísticas; están mediatizados. En esta conferencia trataba de esclarecer su teoría para volver a explicar mejor el concepto de la banalidad del mal. Pero cuando se propone realizar un discurso mucho más académico, escrito, ella misma no está convencida de él, y comienza a disertar improvisando un mensaje absolutamente aclarador y convincente. Sus colegas abandonan poco a poco el aula, pero sus alumnos aplauden la postura de su magnífica profesora. Una secuencia que demuestra que han de pasar algunas generaciones para que ciertas ideas se asimilen por entero, o no.



José Antonio Sigüenza Sarabia


FICHA TÉCNICA: Título original: Hannah Arendt. Producción: Alemania, Luxemburgo y Francia; Heimatfilm, Amour Fou Luxembourg, MACT Productions. Productores: Bettina Brokemper y Johannes Rexin. Director: Margarethe von Trotta. Guión: Pamela Katz y Margarethe von Trotta. Fotografía: Caroline Champetier. Montaje: Bettina Böhler. Intérpretes: Barbara Sukowa, Axel Milberg, Janet McTeer, Julia Jentsch, Ulrich Noethen, Michael Degen, Nicholas Woodeson, Sascha Ley, Victoria Trauttmansdorff, Klaus Pohl, Friederike Becht, Megan Gay, Tom Leick, Harvey Friedman. Duración: 113’.

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1 comentari :

  1. Un aviso importante. Estos días están pasando por Canal+ este excelente filme. No os lo perdáis; una buena oportunidad de discernir entre la verdad y la interpretación de la verdad. Una buena forma de adentrarse en las fauces sangrientas del conflicto judío.

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