John Ford, maestro de
maestros, porque su estilo fue inigualable, producto del sistema de estilo
clásico hollywoodiense, que él poco a poco, sin rubor, sino en pos del buen
sentido de la narración, modificará a su antojo, por la aportación de un sinfín
de nuevos hallazgos técnicos que muchas veces se atribuyen a otros pero que él fue
el primero en experimentar, y por la repetición de una y otra vez de los mismos
trasuntos o motivos que le hacía perfeccionar cada vez más su forma de
incorporarlos al discurrir de la narración.
En Ford encontramos al cineasta más puramente clasicista, Fort Apache (1948), como el cineasta que va a ir incorporando los primeros eslabones de la ruptura con ese purismo academicista: el surgimiento de la modernidad y el manierismo con filmes como Centauros del desierto o El hombre que mató a Liberty Valance (1962).
En Ford encontramos al cineasta más puramente clasicista, Fort Apache (1948), como el cineasta que va a ir incorporando los primeros eslabones de la ruptura con ese purismo academicista: el surgimiento de la modernidad y el manierismo con filmes como Centauros del desierto o El hombre que mató a Liberty Valance (1962).