STAR WARS: El renacer de la Saga. (Parte II)

Tercera Trilogía (Episodio VII) - El despertar de la Fuerza,(J.J. Abrams, 2015). Una flor en el desierto.

30 años después de la batalla de Endor, la Resistencia rebelde trata de sostener a duras penas un nuevo sistema republicano. En paralelo surge un nuevo enemigo, La Primera Orden, grupo fascista que surgió de las cenizas del Antiguo Imperio Galáctico. Y como no podía ser de otro modo un droide BB8 vuelve a ser el único depositario de una parte del secreto que será el “leit motiv” de éste capítulo, encontrar al único Jedi vivo, Luke Skywalker que se ha autoexiliado. De esta manera, con este nuevo androide (misma idea pero renovada), Abrams une la primera trilogía (77-83) con este nuevo capítulo realizado en 2015.




Naturalmente no podemos realizar un análisis demasiado profundo de esta nueva trilogía, dado que solo tenemos el primer capítulo, pero ya solo con este prometedor inicio podemos dilucidar que el camino iniciado por Abrams es el de acercarse lo más posible a la primera trilogía (77-83). Y desde un punto de vista narrativo es lógico, dado que solo han transcurrido 30 años en la trama, y el gran héroe de la batalla de Endor, el caballero Jedi, Luke ha desaparecido. Todas las circunstancias nos indican que seguimos asistiendo a la historia de la saga familiar de los Skywalker. Ya lo anunciaba un tráiler de este capítulo: “La fuerza es muy intensa en mi familia, mi Padre la tiene, yo la tengo, mi hermana la tiene, y tu también tienes ese poder”; parece obvio que es Luke quien dice estas palabras. Por ello hay que volver a recordar brevemente todo el argumento concerniente a esta familia, para poder ubicarnos correctamente en este nuevo capítulo.

En un principio, descubrimos al joven Anakin, nacido de padre desconocido y madre Virgen. Anakin es captado casualmente por un caballero Jedi (Qui-jon) que cree en él ciegamente como el Mesías de las leyendas Jedi, aquel que devolverá el equilibrio a la Fuerza. Pese a que hay muchas reticencias sobre el muchacho, sobre todo por parte del gran maestro Yoda, se le educa como aspirante a Jedi. Las circunstancias de su educación, y las distintas actividades en consecución de la defensa de la ley y el orden, les sitúa a él (un padawan) y a su maestro Obi-Wan, en la protección de una dama, que Anakin ya había conocido de niño, y de la que se enamora. Padme Amidala (Senadora y representante de su Planeta) y Anakin mantienen una relación carnal prohibida para los Jedi y se casan. Anakin que tiene una autoconciencia de “ser extraordinario”, no se conforma con ser el mejor de los Jedi y se siente confuso con el sistema político. Su soberbia le hace vulnerable y cae en el lado oscuro, al principio engañado, y más tarde conscientemente, de la mano del Canciller Palpatine (Darth Sidious), que le promete ir más allá de lo que jamás llegará ningún Jedi.

Entre tanto, sobreviene la mayor de las traiciones durante el conflicto político militar, hacia la Orden Jedi, en la que toma parte Anakin, aniquilando a todos los miembros de la Academia Jedi (jóvenes y niños asesinados). Ya anteriormente dio muestras de su odio al matar a toda una tribu que raptó a su Madre; pero ahora es presa de una soberbia enfermiza que le hace incluso retarse a muerte con su propio maestro, Obi-Wan. Anakin cae muy mal herido, mutilado y casi al borde de la muerte, es rescatado por Darth Sidious que no tiene más remedio que someterlo a una recomposición biomecánica que le ayuda a sobrevivir; ha nacido Darth Vader de las cenizas de Anakin. En paralelo, Padme Amidala, su esposa, da a luz a sus dos hijos gemelos: Luke y Leia, que serán dados en adopción para ocultarlos del Emperador y de su padre; ella muere en el parto. La niña crecerá de la mano de la aristocrática familia Organa, y Luke, crecerá en el planeta desértico Tatooine en el seno de una familia de granjeros (Owen Lars, casualmente hermanastro de su padre y su esposa Beru), pero siempre vigilado por Obi-Wan Kenobi. Ambos hermanos, huérfanos de madre, ignoran la existencia del otro, y no serán conscientes de ser hermanos hasta mucho más tarde. Mientras Leia se convierte en una de las cabecillas de la Resistencia Republicana y más tarde Princesa, Luke vive deseoso de incorporarse a la Resistencia y desarrollar sus cualidades de excelente piloto.

Por azar, como sucede repetidas veces en Star Wars, Luke contacta con R2D2 un androide, que ya “ha vivido” muchas aventuras, y que es portador de un mensaje secreto de una Princesa llamada Leia pidiendo ayuda a un tal Obi-Wan Kenobi, que aparecerá al poco tiempo demostrándole al joven Luke, que él es una persona especial. Obi-Wan le convence que se una a él para ir en busca de la Princesa; abandona a su familia adoptiva que son tristemente asesinados. Ayudados por el pirata espacial Han Solo, comandante de la nave El Halcón Milenario, rescatan a la Princesa y se incorporan a la Resistencia. A su vez, Obi-Wan, le va explicando los caminos de la fuerza y de que él pertenece a una familia en la que la Fuerza ha estado siempre muy arraigada. El muchacho nada convencido en el inicio, promete a Obi-Wan educarse en las artes Jedi con el maestro Yoda, que vive relegado, y ya muy anciano, en el Planeta Dagobah. Con las enseñanzas de Yoda, la revelación de algunos secretos familiares y la realización de varias acciones temerarias, como un primer e inexperto enfrentamiento con Darth Vader, poco a poco va alcanzando la preparación para ser un completo Jedi. En otro de los enfrentamientos con Vader, éste le revela que él es su Padre. Tras varias aventuras en ayuda a la resistencia, tiene lugar el duelo final entre Luke y su Padre (Vader/Anakin), en presencia del Emperador (Darth Sidious), que pretende en ese acto conseguir atraerle al lado oscuro, y sustituir a su Padre después de aniquilarlo. Luke vence con el sable a su Padre, pero a su vez, consigue atraerlo al lado luminoso, dado que, el último aliento de Vader (su primer y único gesto como Padre) es arrojar al Emperador al abismo.
Luke y Leia ya se saben hermanos y lideran la victoria contra el Imperio. No obstante, han muerto tanto Obi-Wan (derrotado por Vader), Yoda que muere de anciano y Anakin Skywalker; los tres pasan a estar en común unión con La Fuerza (una especie de Limbo).

Ahí más o menos termina la aventura contada por las dos primeras trilogías. Se supone que en el tiempo que no se nos cuenta, antes de este nuevo capítulo, Luke trata de levantar La Academia Jedi donde destaca su sobrino (hijo de Leia y Han Solo) Ben Solo, pero éste se revela y arrasa con la Academia y todos sus aspirantes provocando el exilio de Luke. De una forma distinta a la de su Padre, Luke también fracasa de algún modo. El héroe ya no está; hay que buscarle o encontrar un@ sustitut@.



El objetivo del Capítulo VII (El despertar de la Fuerza) es tratar de encontrar al único Jedi de la familia, el exiliado Luke; recordemos que es el mismo destino que toman los otros dos Jedi al final de las Guerras Clon (Obi-Wan y Yoda). Como si fuera un espejo, el filme de Abrams va redescubriéndonos situaciones y elementos calcados, pero renovados, de las otras dos trilogías; sobre todo de la primera (77-83). Y casi todo ello aunado en la presentación de un novedoso personaje: Rey, que sin querer se ve inmiscuida en la Resistencia. Junto con ella vamos recordando aquellas historias sobre los Jedi, hoy olvidadas. Para ligar a Rey con los antiguos y nuevos protagonistas, Abrams coloca en plano protagonista, una réplica de R2D2, pero más femenino y dinámico, BB8. Como el anterior androide, va a ser el depositario de un secreto básico para la Resistencia y casualmente tropieza con Rey, como sucedió con Luke y R2D2.

Rey, una joven “mujer” de aproximadamente 20 años de edad, se va ir convirtiendo en nuestra heroína. Fijémonos que Rey se parece tanto a Anakin como a Luke; es chatarrera como el primero, experta piloto como ambos, y como Leia y Luke, parece huérfana, abandonada en un  planeta desértico llamado Jakku, muy parecido a Tatooine. Ella parece la superviviente de alguna tragedia, abandonada a su suerte, y parece lógico pensar que quienes la abandonaron allí saben cosas de ella que, de momento, no sabremos con certeza.


El filme nos va desgranando algunos detalles sobre el pasado de nuestra nueva heroína. Lo de menos es saber quién es exactamente, lo importante es especular que de una u otra manera, si admitimos la lógica de la Saga, podría pertenecer a la familia Skywalker. Desechamos futuribles especulaciones que corren por la red al estilo de que pudiera ser incluso, como Anakin, hija de la Fuerza en un contubernio de Snoke, o incluso nieta de Obi-Wan,…

Lo más importante de este VII capitulo es constatar, que el tono patriarcal de la saga, poco a poco se va tornando, ¡incluso feminista! Rey no es como el resto de personajes femeninos que han aparecido hasta ahora en Star Wars. Shmi era la encarnación perfecta de la Madre, incluso Virgen. Padme Amidala, en la primera fase de la trilogía (99-05) podría haber sido una mujer de cierto perfil feminista, al ser una brillante política, pero poco a poco va cayendo en el yugo sentimental, y sucumbe definitivamente en el arquetipo de madre que no desea vivir al constatar que su marido es un traidor de todas las causas que ella había defendido. Leia, es la única mujer, hasta ahora que proponía un cierto perfil feminista; líder de la Resistencia, valiente como su hermano, casi es una auténtica heroína que se apaga poco a poco bajo la sombra de su relación con Han Solo; ahora sabemos que ha sido Madre de un hijo traidor y eso la consume. Desde un punto de vista feminista parece que Abrams quiere solventar el marcado perfil patriarcal de la Saga, dado que Leia podría muy bien haber encarnado el perfil heroico de su hermano, pero no ha sido así. Leia aparece en este capítulo VII como una Generala cuyo único anhelo es recuperar a su hermano. Pese a ser líder de la Resistencia todas sus imágenes se ajustan a un rol tradicional femenino (abrazada a Han Solo pidiéndole que intente solventar el tema de su hijo, y otro abrazo que mantiene con Rey, que parece casi maternal). Leia, ¡que personaje tan desaprovechado! Para el recuerdo nos acordamos de ciertas pinceladas heroicas de la primera trilogía (77-83), pero al final, se reconduce al rol de la Princesa rescatada.


En cambio Rey, de momento, es alguien distinto; nuevo como personaje en Star Wars; incluso podríamos estar en presencia de una heroína feminista. Ya hemos mencionado que fue abandonada en un planeta hostil como es Jakku, aparece “armada” con una especie de bastón al estilo samurái, se dedica a la recolección de chatarra espacial para sobrevivir. Rey es un personaje singular puesto que nadie nos dice nada de su pasado; ni ella misma. Pero el filme está lleno de pequeñas pistas que debemos anotar. Primeramente, ¿por qué Rey guarda consigo una especie de plantita en una maceta con una pequeña flor? ¿Significa algo? ¿Es un recuerdo de alguien o de un lugar? Recordamos ahora que el cine ya nos ha ofrecido infinidad de personajes que guardan macetas con flores o similares. En La gran ilusión (Jean Renoir, 1937) el personaje de Erich von Stroheim (Capitán von Rauffenstein) es una aristócrata carcelero durante la I Guerra mundial que entabla una profunda amistad con uno de sus presos, el Capitán Boieldieu (Pierre Fresnay); cuando por circunstancias de la guerra, el capitán francés muere, el carcelero alemán en recuerdo de su amigo corta una de las flores del geranio que adorna el alfeizar de la ventana donde se sentaban ambos a conversar. 



  

De un modo análogo, aparece una “ruda flor de cactus” como protagonista en El hombre que mató a Liberty Valance (J. Ford, 1962); simbolizando primero el amor de Ton Doniphon (John Wayne) hacia Hallie (Vera Miles), y como la representación de la profunda amistad entre Ton y su compañero de color Pompey (WoodyStrode), al aparecer ésta en el ataúd del héroe.


También Rey guarda, entre sus escasas pertenencias, un muñeco vestido de piloto de la Alianza Rebelde (por los colores anaranjados), un casco de piloto de Ala X que se parece mucho al de Luke. Sabemos también que es una habilidosa mecánica y parece que tiene conocimientos de pilotaje (todo como Anakin); por cierto es bastante peregrino que sepa pilotar, porque parece bastante poco probable que haya aprendido en este desértico planeta, por ello debemos suponer que en su pasado ha recibido formación que la cualifica para tales habilidades. Y para más inri, cuando la conoce Han Solo, éste le ofrece trabajo en El Halcón Milenario como piloto, de hecho tras su muerte ella asume la capitanía junto con Chewbacca; nos preguntamos, ¿conocen tanto Han Solo como Chewbacca cosas del pasado de Rey? Pensemos que esto mismo pasó con Luke respecto a Obi-Wan, que conocía más cosas de su pasado que el mismo. En otro momento del filme se rebela algo sobre Rey que los espectadores no oímos (una conversación entre Maz Kanata y Han Solo) porque la cámara se va con Rey y Finn (el Stormtrooper desertor). En otro momento, estando aún en el castillo de Maz Kanata, asistimos a una especie de llamada del sable laser; es decir, casi al modo de cómo el joven Arturo es reclamado por Excálibur. Es más, cuando Rey toca el sable laser comienza a tener una serie de visiones (imágenes de Ciudad Nube, ve a R2D2 con Luke, y una extraña visión que podría ser la aniquilación de la Nueva Academia Jedi por parte de Kylo Ren. Estas visiones podrían corresponder con la visión de Luke, dado que es su sable laser y podría provocar estas visiones en Rey, o también podríamos intuir que Rey pudo ser testigo de todo ello en vivo, y solo esta recordando (como Jason Bourne). Uno de los momentos estelares del filme, el duelo que Rey tiene con Kylo Ren éste le dice: “solo quedamos tu y yo”, casi seguro en referencia a que solo quedan ellos dos de la familia Skywalker; claro está, porque lo más seguro es que sean primos. 


Más tarde, Rey tiene más visiones, donde la vemos a ella muy jovencita, unos 5 años, sujetada por el brazo de Unkar Plutt, y mirando a fuera de campo, hacia arriba, tal vez mirando a una nave despegando en la que se supone estarían los que la abandonaron en Jakku. Cuando conocemos a Anakin tiene esta misma edad y se dedica a lo mismo. Después de las visiones, Maz Kanata le habla de la Fuerza y Rey se pone muy nerviosa, Kanata le dice: “Los orígenes de los que hablas no están detrás de ti, sino delante”; seguramente en alusión a que Luke no vendrá a buscarla, sino que es ella la que tendrá que ir a buscarle y rescatarle de su exilio; esta podría ser la alusión más clara a que Luke es su Padre, y que él fue quien la abandono en Jakku. Si esto fuera así, encontraríamos que Rey se convertirá en la gran heroína de la trilogía; la cuestión es que ahora, como es normal, está llena de dudas y no consciente de su condición.

Rey es capaz de realizar acciones extraordinarias y ello probaría que hay hechos especiales de su pasado que aún no sabemos, tal vez ha recibido entrenamiento Jedi. Usa la telepatía (siente y entiende con la mente a otros seres vivos), la telequinesis (mueve objetos sin manipulación física), el control mental (ordenar a seres vivos realizar acciones en contra de su voluntad, como Obi-Wan), e incluso la clarividencia (capacidad para percibir el futuro) al recordar un planeta con mucha agua e islas. En otro momento, y esto refuerza sobremanera las posibles virtudes de Rey, en una conversación entre Kylo Ren y Snoke, oímos a medias que Snoke le dice a su discípulo: “si es verdad todo lo que cuentas, debes traerla a mi presencia” Y Kylo Ren contesta: “está descubriendo sus poderes”; idéntica situación cuando Darth Sidious (el Emperador) le dice a Darth Vader que traiga a su presencia al joven Luke. Todo ello es muy revelador de la posible identidad de Rey; ¿está Rey redescubriendo sus poderes? Por todo ello, es muy posible, que Rey sea la hija de Luke, no solo por las pistas diseminadas, sino también por la repetición constante de motivos argumentales que hacen rimar las acciones de padre e hija. Puede ser que ambos, Luke y Rey huyeran de la masacre de la Nueva Academia Jedi, Luke de algún modo borrara la mente de su hija para que no volviera a involucrarse, la abandonase al cuidado de Unkar Platt y él no tuvo más remedio que esconderse.

No es momento para más apuntes, pero decir que el filme de Abrams ha abierto una nueva veta, más moderna y que rompe, en muchos sentidos con la filosofía general de las otras dos trilogías. Me refiero al sentido patriarcal, que es borrado del mapa, hasta el momento; prueba de ello es la fulminación del personaje que mejor encarnaba los valores masculinos: Han Solo. En segundo lugar, la proliferación de personajes femeninos (Maz Kanata, la Capitana Phasma y cómo no, La General Leia y Rey), que para algunas plataformas feministas son una bocanada de aire fresco en este Hollywood “hiperpatriarcal”. Y por último, y este es un capítulo que tendríamos que abordar con mucho más cuidado, es el hecho de que uno de los integrantes protagonistas sea un actor afroamericano (Finn-John Boyega); y no es que no haya habido actores de color en la saga, recordemos a Mace Windu (Samuel L. Jackson) pero su peso dentro de la trama dista mucho de este renegado, nunca mejor dicho, de la causa injusta; una muy interesante metáfora, de que a pesar de que “la banalidad del mal” absorbe hasta penetrar en el tuétano de quien lo vive de cerca, aún así se puede luchar contra el totalitarismo; ya lo dijo Hanna Arendt.

J.A. Sigüenza.  


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