Pongo
entre comillas el subtítulo, porque no es mío. Pertenece a Martha Nussbaum,
profesora canadiense de Derecho, Ética y Teología, premio Príncipe de Asturias.
Sin duda muy recomendable el acceso a sus publicaciones.
Quiero
acercarme a una corriente humanista, que viene de lejos. Nombres como Sócrates,
Montaigne, Tomás Moro, Rousseau, Montessori, Tagore, J, Dewey,
Pestalozzi, Paulo Freire...
El
título de este artículo recuerda sin duda una de las publicaciones de P. Freire:
“La educación bancaria”, cuya tesis, inspiración y objetivo a asegurar es
facilitar las herramientas necesarias para asegurar el lucro y la ganancia. Para
esta pedagogía y línea educativa la educación consistiría en facilitar la asimilación pasiva de datos y
contenidos culturales.
En
contraste, para la tradición humanista
la educación consiste más bien en activar el pensamiento, capacitarlo para
hacerse crítico en un mundo muy complejo, y permitir la construcción personal
de una consciencia-conciencia, de mentalidad propia, de una personalidad que le
permita sentirse MÁS SUJETO, MENOS OBJETO.
A
la otra “educación”, la que puede permitir, y la que seguro que va a facilitar
el acceso al lucro, a las mejores oportunidades económicas, P. Freire llamó
“Pedagogía del oprimido”, que son “los otros”, los marginales de la sociedad:
importa menos que sigan analfabetos…Las expectativas de los inversores
prefieren una élite de técnicos.
No
resultan fáciles los programas de inclusión. Parecen más coherentes los
programas de “confrontación”…Ya vemos lo que cuesta que un país, líder en la
conquista de derechos humanos, como EE.UU. reconozca y organice uno de los
derechos fundamentales de toda la población como es la sanidad pública.
Si
un país se propone iniciar, favorecer y consolidar los derechos fundamentales
de todos y cada uno de los ciudadanos…se embarca -seguro- en una dura batalla.
Ésta
es la cuestión básica; ¿Con qué herramientas se ha de dotar a los ciudadanos
para que ya desde la 1ª escuela vayan construyendo una personalidad consciente, crítica y participativa?
Pendiente está: que si
la LOGSE …que si
la LOMCE. De momento parece que la O.N .U.
acaba de “tirar de las orejas” a nuestra actual Administración por retirar del Currículum
la asignatura “Educación para la ciudadanía”. El hecho de marginar esta
dimensión no parece inocente. Se trata de un esquema muy claro de una
determinada concepción de la Educación. Para
Montaigne la educación “no es una botella que hay que llenar, sino una
llama que hay que encender”. Este
supuesto incluye que para el desarrollo de la personalidad del joven estudiante
se cuente con aspectos clave como el
estímulo, la conversación, la comprensión…que sin duda revertirán en la satisfacción y el gozo intelectual de cada
ciudadano como protagonista de su propia vida. (Jorge Wagensberg).
Y
en el aula, esto hay que facilitarlo, asegurarlo…No organizar actividades y
programas en las que esta “utopía” resulta imposible.
Guillermo
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