Steve había pedido
a Sue poderse ver un jueves por la tarde ya que libraba de su trabajo. Sue tenía
huecos libres al cabo de dos semanas y le reservó la hora.
El chico llegó puntual, cuando Sue le abrió la
puerta tuvo la sensación de que ya le conocía, pero los deja vú eran algo habitual y los parecidos entre la gente, también.
-
Buenos días Steve. Adelante
-
Buenos días Sue.
Se
dieron un apretón de manos y él entró al piso.
-
Pasa por aquí por favor…Sue le guió hasta el despacho dónde podían
estar más tranquilos.
Hoy
haremos una recogida de información con la historia clínica, así me voy
situando en el caso.
-
Está bien.
Steve
empezó ha hablar, contó la relación con su mujer, el nacimiento de sus gemelos
y como descubrió que su mujer había estado con otro.
-
…Y entonces cuando le encontré el tiquet de la farmacia me estremecí, tuve
miedo de saber la verdad, pero estaba tan enfadado que tenia que decirle algo.
Ella lo confesó todo enseguida, se sentía culpable y llevaba meses callando sin
casi poder aguantar. Al principio yo no tenia claro si podría perdonarla pero
lo intenté, lo intentamos…pero estas cosas tarde o temprano vuelven, y entonces
te das cuenta que si la herida no se ha cerrado bien, se vuelve a abrir. Ahora
no me fio de ella, recelo todo el tiempo, la interrogo…y ella ya no lo soporta
más, y de hecho, yo tampoco. Quiero a mi mujer, pero no puedo continuar con
ella en este estado.
Ella
nunca me ha dicho quien es él, creo que por miedo a que lo conozca, el mundo al
fin y al cabo es un pañuelo…
Sue
quiso saber más sobre la familia de origen de Steve, ver si había compartido su
historia con alguien era importante por que ayuda a ordenar ideas a través del
discurso consciente.
-
No, no se lo he dicho a nadie. Mis padres
sufrirían mucho, quieren a Rose y la consideran su hija y ya son mayores como
para andar con disgustos... y mi hermano, pues que contarte... es más pequeño que
yo y ha sido la principal fuente de preocupaciones de mis padres, Rob siempre
ha sido la “oveja negra” de la
familia, nos ha hecho sufrir mucho y yo apenas tengo relación con él. Sus
juegos con las drogas y el alcohol le alejaron de su familia y ahora vive solo.
A Sue le dio un
vuelco el corazón. ¿Rob? …¡Dios! Ya sabia a quien le recordaba ese
hombre…intentó disimular su sofoco e indagar más en este sentido.
Rob le había
contado en la primera entrevista que sus padres habían muerto y su hermano tenía
una vida idílica con su mujer, pero insinuó que esta le había sido infiel. De
pronto, todo cobraba sentido. La apariencia atormentada de Rob y su vida
misteriosa aparecían de golpe como un espejismo, un sinsentido que Sue debía
clarificar, primero por que su vida se había mezclado con la suya, y después
por que no entendía por que un paciente que acude a su consulta tiene que
mentir. Con mentiras no hay ayuda posible.
Sue alargó la
visita, tenia la siguiente hora libre y le interesaba seguir recabando datos,
sabia que no estaba bien hacer esto para su propio beneficio, pero al final y mirándolo
bien, formaba parte de la ayuda que Steve debía recibir. Éticamente quedaba
cubierta.
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