Benigno de la Vega-Inclán, pionero del turismo en España
Mi pueblo
Los “extranjeros” no existen
Como aquí, en ninguna parte
Me da rabia. Mucha rabia. ¡Hay que quererse más!
¡Quién me mandará a mí!
Los superolímpicos
Carpe Diem
Respeto
Gracias, Pep
El periodismo nos hace mejores
Recuerdo que con pocos años, leía todos los periódicos que podía conseguir, e incluso hacía comparaciones entre ellos. Intentaba sacar conclusiones de su lectura detallada y atenta.
Creo que el periodista cumple una labor social como la puede cumplir un policía, un maestro o un médico. El problema es que algunas veces, tenemos policías, maestros, médicos y en este caso, periodistas, que no cumplen en modo eficiente.
Desde la admiración a esa profesión, aquí me atrevo a citar algunos comportamientos, que entiendo que son “manifiestamente mejorables”.
2012, Año olímpico.
Empezó el año de otras Olimpiadas. Si hoy se me concediera un deseo, pediría ser parte del equipo olímpico español. En cualquier deporte. Me bastaría estar ahí, en la Villa Olímpica , conociendo gente de países que no sé colocar en el mapa. No me gustaría tanto encontrar a los famosos y los divos sino a gente de deportes menos conocidos, pero seguramente que entienden el verdadero sentido del deporte. Seguramente me habría llevado la guitarra para hacer corro con gente de todos los sitios, para cantar el himno de Uzbekistán con su representante de halterofilia, y tatarear “only one” con un jugador de ping pong japonés. ¡Envidio y admiro a mi amiga Vanja por haber participado en Barcelona 92!.
Los mejores momentos de la vida
Un mundo ideal, pero no imposible
Hace algunas semanas, me escribió mi amigo Benjamín desde Suecia. A parte del dominio que tiene del balón oval, maneja con tino la pluma (o en este caso el teclado) y me hablaba a sus amigos de su experiencia escandinava. Contaba sus peripecias por allí, su forma de ver aquello y su opinión ante lo que para él era nuevo. En el medio de la animada lectura, me hizo reflexionar un comentario que él hacía. Aludía a que no veía por la calle a policías, ni a controladores de la ORA poniendo multas,… Decía que la gente hacía las cosas por que era la ley, por que era lo que había que hacer, y no por que alguien estuviera detrás, controlando para que no lo hiciera. Las normas se respetaban por que eran normas y no por que hubiera alguien que vigilaba para obligar a su cumplimiento. Ese comentario hace pensar, y es que muchos no somos así.
El verano y el tesoro de la amistad
Los abuelos nos hacen grandes
Las aficiones nos hacen grandes. ¡Más aficiones y menos aflicciones!
¡Y que vivan los políticos!
Es verdad que algunos, (los menos) nos han dado motivos para pensar que viviríamos mejor sin políticos. Es verdad que algunos traicionan nuestra confianza y merecen nuestro desprecio y escarnio, pero la inmensa mayoría de ellos son acreedores de nuestro respeto y admiración.