¡Y que vivan los políticos!

Lo sé lo sé. Sé que nado contra corriente y que lo que se lleva ahora es criticar a toda la clase política por sistema, pero aquí querría ser más justo con ellos.

Es verdad que algunos, (los menos) nos han dado motivos para pensar que viviríamos mejor sin políticos. Es verdad que algunos traicionan nuestra confianza y merecen nuestro desprecio y escarnio, pero la inmensa mayoría de ellos son acreedores de nuestro respeto y admiración.



Al igual que un árbol que se cae hace más ruido que todos los demás que siguen creciendo y dándonos oxígeno, un político malo hace hablar más que los muchísimos que hacen su trabajo, sirviendo a la sociedad y no a sí mismos.

Por que la diferencia entre uno malo y uno bueno, es esa: Que se sirva “de” la sociedad y “de” los ciudadanos, o se sirva “a” la sociedad y “a” los ciudadanos. No es si quiera el que gobierne o no, (por que en la rueda que gira, uno pasa de la oposición al gobierno con facilidad), sino el que el político sea honesto o no lo sea.

Realmente estoy convencido de que el 98% de los políticos hacen de su trabajo, una labor de servicio a los demás y no siempre bien pagada por la sociedad. Por que… ¿cuántos concejales hay en los infinitos pueblos de nuestro país, que cobran poco o nada por intentar hacer su pueblo un poco mejor?. ¿Cuántos se han ganado enemigos en su pueblo por tener que tomar decisiones difíciles?. ¿Cuántos han visto desaparecer los amigos cuando han perdido el poder?. ¿Cuántos gobiernan sin estridencias y eficacia, casi desde el anonimato?. ¿Cuántos alcaldes de pueblos de 50 habitantes hay en España luchando contra viento y marea por que su pueblo no desaparezca, sin que nadie reconozca su esfuerzo?.

Todos esos políticos honrados y trabajadores son a veces eclipsados por el comportamiento indecente de otros que se aprovechan de su cargo y de la responsabilidad que les ha otorgado el pueblo. Pero no es justo que metamos a todos en el mismo cesto. Basta sacar de ese cesto la manzana que esté podrida, pero todas las demás están sanas, y las necesitamos.

Podríamos hablar de otros temas como de lo justa o injusta que es la ley electoral, de la conveniencia o inconveniencia del bipartidismo, y de lo que tendrían que hacer los partidos con los políticos corruptos e indignos de representar a nadie,… pero despreciar a la clase política creo que, en justicia, no lo podemos hacer.

Además, resulta fácil criticar a los políticos en general, pero habría que pensar, cuántos de los que los critican, se aprovecharían de su cargo si llegaran a un puesto de responsabilidad. No digo que comprenda o disculpe al corrupto, pero sí que reconozco el mérito del que es justo y honrado, cuando tiene al alcance de la mano poder no serlo. Yo no aplaudo al que no se lleva los folios de la oficina o no hace llamadas privadas desde el teléfono de la empresa por que es su obligación, pero sí considero honrado al que, pudiéndolo hacer, no lo hace. Y así, no elogio al que no se sirve de fondos públicos para su beneficio por que es su deber, pero sí reconozco al que teniendo la posibilidad de hacerlo, vence la tentación de aprovecharse. No me parece honrado el que no roba por que no puede, sino el que pudiendo, no lo hace.

Los políticos honestos, (insisto: casi todos), son dignos de encomio, por que cada día se pueden aprovechar de su cargo, y no lo hacen.
Por que cada día trabajan para hacer nuestra existencia un poco mejor.

Por mi parte, vaya mi aplauso para los políticos que hacen su trabajo: Servir con sus ideales a la sociedad, desde el gobierno, la oposición o desde su partido. Y ese aplauso se hace ovación cuando esos políticos honestos, sacrifican su vida personal, sin sueldo o con sueldos ínfimos, y hacen por sus pueblos y ciudades, un lugar mejor para vivir.

No caigamos en los tópicos señalando a los funcionarios como poco trabajadores o a los políticos como un problema. Pongamos nombre a quien lo sea, pero no critiquemos a todos por sistema.

Eso sí: Ya puestos, pediría que fueran los partidos, gobernantes o no, los que se ocuparan de identificar a esa inmensa minoría de políticos egoístas, zafios, interesados y corruptos, y apartarles de cualquier tipo de responsabilidad en el mismo partido o en la sociedad, para beneficio de todos, y de la misma clase política. Por que, siguiendo el ejemplo, un árbol, cayendo, puede golpear a los que están alrededor, y una manzana podrida, puede llegar a pudrir todo un cesto de manzanas frescas.

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8 comentaris :

  1. Yo creo que también un político honesto hace hablar de si, aun su honestad debería ser la normalidad.

    En un pueblo del sur de Italia, Pollica, había un alcalde que estaba haciendo muchas cosas buenas para su gente y el lugar mismo, poniendo hasta limitaciones a construcciones que iban a destruir el paisaje...Llegaron a matarlo hace un año.
    ¡Pero sí, viva los honestos!

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  2. Eres muy valiente, Alberto, al defender en este momento a los políticos, y tienes mucha razón cuando dices que la gente les echa la culpa, pero luego ¿ellos qué hacen?

    Pero yo creo que el tema es más complicado que todo eso. A mi me parece que se ha llegado a un momento en que es verdad eso que dicen de "que no nos representan", pero lo malo es que la gente se queda en el eslogan fácil y no quiere entrar a las causas más reales.

    Y es que en el fondo es un poco culpa nuestra que no nos representen, porque no estamos acostumbrados a asumir responsabilidades públicas, y por eso no nos representan. Y también últimamente los políticos no nos representan porque el gobierno real está en Europa y la política europea hemos dejado que se vuelva muy poco democrática. Desde el pacto de Maastritch la política europea dejamos que fuera dominada por las grandes empresas y los bancos. Y ahora ya no tenemos control sobre nuestras políticas, los políticos hacen lo que pueden, pero están en manos de las grandes empresas.

    Pero eso en el fondo también es un poco culpa nuestra. Durante años hemos sido los beneficiados por esa globalización que crearon esas empresas y bancos, eramos los ricos del mundo, los consumistas, en un mundo que se iba haciendo más y más desigual. Ahora los pobres -algunos, unas élites dentro de cada país- empiezan a emerger y, a las emrpesas, las fronteras nacionales les traen sin cuidado.

    Pero si, lo que necesitamos es buenos políticos y que cada uno de nosotros sea un poco político, responsable de todo lo que pasa en su ciudad, en su país, ....y en el mundo, que no podemos olvidarnos de que ya el mundo es global. Un abrazo. Marga

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, Alberto y te felicito por tu artículo. Por desgracia, los medios de comunicación se regodean mostrándonos a diario la corrupción de algunos de ellos, pero no hablan de los buenos políticos puesto que eso no vende, pero, ¿dónde está el esfuerzo de aquellas personas que gobiernan algunas comunidades autónomas y que, a pesar de llevar muchos años teniendo que trabajar contra corriente, siguen teniendo la confianza de sus ciudadanos por su trabajo diario? ¿por qué dentro del mismo partido algunos políticos se limitan a criticar a otros porque hacen lo que ellos no fueron capaces de hacer cuando estuvieron allí?

    Por favor políticos, seamos honestos y, aunque duela, no intenten hundir a los que luchan por intentar sacar este hundido país adelante y, ¡¡déjenlos trabajar!! Y si ustedes no han sido capaces de dar el callo como debieran haberlo hecho y de reconocer el esfuerzo de estos últimos, ¡¡cállense!!

    Y ciudadanos, seamos objetivos, dejémonos de tonterías y malintencionadas críticas y apoyemos a aquellas personas que pueden hacer algo por este país…

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  4. Estimado amigo Alberto,
    afortunadamente ir a contracorriente genera mucho más avance que ir con el viento en las velas…
    Por supuesto que hay políticos honestos, de hecho también estoy convencido como tú, de que éstos son la mayoría. Para mí el problema viene de varios factores, pero el primero y más importante radica en lo que yo defino como la vacuidad del discurso político. Ésta es, la característica que tienen muchos políticos – más y menos honestos – de hablar y hablar sin que su discurso tenga contenido real y peor aún sin traslación a la vida real, al campo de batalla, a ambos, al político y la guerra del día a día en la calle.
    Pongo un ejemplo (inventado pero que podría ser real cualquier en cualquier telediario) para ilustrar mis palabras: ”…estamos trabajando en la elaboración de unas medidas marco que hagan posible la mejora de los servicios que con carácter urgente aplicaremos una vez conocidos los informes al respecto sobre las mejoras que se derivan de las modificaciones que sin duda son necesarias para….”
    Esto que acabo de inventarme y escribir “de carrerilla” define al final lo que ha llevado al hastío a muchos ciudadanos, el hecho de que nuestros políticos están muy lejos de nuestros problemas, mientras ellos se hallan enfrascados en los suyos propios que son más los del partido x ó z que los de los millones de votos que los representan.
    Para mí la honradez política se demuestra con el trabajo honesto, coherente, eficaz y real que deben desarrollar los políticos que nos representan. ¿Deben estar bien pagados? Sí, rotundamente, si queremos que nos opere el mejor médico, nos enseñe el mejor profesor en la universidad, yo quiero que me represente el mejor político y para ello debe setar bien preparado y ser el mejor en lo que sea que haga, y eso se pagará en la medida justa.
    Ahora bien, que la política sea un crisol de gente que “no sabe hacer la o con un canuto” o que el titulo le quede tan grande que solo le valga para salir en la foto y encienda cohetes aquí y corte cintas allá… Ahí es donde se nos fue la honradez política de las manos.
    Debemos bajar la política a la arena necesidad real de la gente de las empresas y que la línea de partido que siguen muchos políticos se pueda difuminar a favor de la gente, por coherencia y por higiene política. Yo no soy votante de IU, pero por un lado admiro la valentía que tres políticos han tenido en mi tierra extremeña para dar la oportunidad de que otro partido totalmente opuesto a sus ideas gobierne tras casi 30 años! Eso es cordura y como digo favorece la higiene política. ¿Resultado? Pues un expediente desde la línea oficial de su partido… Estoy seguro que todos tenemos amigos o conocidos que van desde anarquistas a ultraderechistas y yo al menos soy capaz de dialogar, convivir, entenderme e incluso querer a muchos de ellos. La política no debería dejar de ser eso, un reflejo de la sociedad a la que representa. Y por desgracia ahora no es así.
    ¿Honestidad en política? Mucha. ¿Caraduras políticos? Demasiados. ¿Buenos profesionales al servicio de políticos? Menos de los necesarios. ¿optimización de los recursos humanos y económicos para una eficacia política necesaria? El objetivo.

    Juan Carlos Tejeda

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  5. Parte I
    He leído los comentarios anteriores y como es lógico estoy de acuerdo al menos con algo de lo que pone cada uno. No me avergüenza admitirlo ni tengo que esconderlo. Soy capaz de reconocer los aciertos del contrario y mis propios errores. Yo también tengo amigos a los que quiero dentro de todo el abanico de ideas políticas y eso ME ENRIQUECE.
    Mi comentario puede ser un poco largo, pero creo que también merece la pena leer otro punto de vista y vivencia.

    Hola Alberto, quería decirte que no estoy de acuerdo con tu artículo.
    En efecto hace más ruido un árbol que cae que todos los demás que siguen creciendo, pero el oxígeno que nos brinda aquellos que sirven a la sociedad es menor que el oxígeno que nos roban aquellos que se sirven de ella.

    Mi hermano es el alcalde de un pueblito de esos de 50 habitantes. En efecto no cobra nada y seguramente se esté creando enemigos. Él vive allí, cosa que muchos otros alcaldes de otros pueblos no hacen, de hecho para que veas hasta que punto llega el ansia de poder, el candidato por la oposición para la alcaldía de ese pueblo, la primera vez que fue al pueblo fue el día de la campaña electoral ¿Cómo va a servir al pueblo alguien que no tiene ningún contacto con la realidad? Y esto es lo que pasa en muchos ayuntamientos de España, a mi hermano le quema que no veas.
    Y cuando va a las reuniones de alcaldes etc... ya no es que venga quemado, vuelve recauchutado. Uno de los problemas que hay en Castilla y León es la despoblación y huida masiva a las ciudades que está habiendo. Desde la Junta de Castilla y León se quiere potenciar el que la gente vuelva a vivir en zona rurales, y me cuenta que entonces en el reparto de dinero para mejorar las instalaciones del pueblo y fomentar el retorno, la mayor parte del dinero se lo dan a Arroyo de la Encomienda que NO ES RURAL, que es una ciudad satélite de Valladolid o una ciudad dormitorio. Claro, mi hermano les espetó en esa reunión: "¡¡Arroyo de la Encomienda ¿¿RURAL??!! Rural es mi pueblo que para entrar en mi casa voy pisando cagaditas de oveja". O sea que de nuevo se le da más a quien más tiene.

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  6. Parte II
    Además los políticos no pueden aportar sus ideales, están alienados por el partido y no pueden votar en contra o se les quitan de en medio (como le pasó a Francisco Vázquez, miembro del PSOE que no votó la legalización del matrimonio homosexual y al acabar el año le destinaron a Roma para quitárselo de en medio; o varios representantes del PP que con respecto a esa misma ley públicamente admitieron que: “Si hubiéramos tenido libertad de voto, habríamos votado a favor”).

    Con respecto a lo de que no es justo generalizar y meter en el mismo saco... ESO ES LA DEMOCRACIA. En las últimas elecciones en Castilla y León hubo un 29% de abstención y el PP ganó con un 51% de lo votos... ¡¡DE LA GENTE QUE VOTÓ!! Eso hace que los que realmente querían a ese gobierno fueron aproximadamente un 35% de la población, es decir ¡¡LA MAYOR PARTE DE LA GENTE NO LOS QUIERE, UN APLASTANTE 65 % NO LOS QUIERE!!, pero como democracia es generalizar, ahí están gobernando. O sea que es un argumento que no me vale.
    Y yo sí que creo que la mayor parte de ellos son manzanas podridas, básica y tristemente porque nuestra sociedad española está corrompida y falta de valores profundos. Me explico, no creo que el ciudadano de a pie en la situación de ese político con capacidad de escoger puestos de libre designación, no metiera a su primo que acaba de ser padre y necesita dinero, su cuñado que es muy gracioso o la hija de este empresario cuya amistad le va a venir genial para su negocio de monos de trabajo, en vez elegir al más cualificado para esa labor. Tengo amigos que han trabajado desde dentro que lo confirman.

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  7. Parte III
    Más cosas, me has de reconocer que desde hace algún tiempo se habla de "clase política". ¡¡¿¿Cómo??!!, o sea que ellos han formado una clase especial que se codea con la clase noble, con la aristocracia (que etimológicamente significa "el gobierno de los mejores" ¡ojalá lo fueran, y ojalá fueran los mejores los que gobernaran!)...me parece increíble. Han perdido el contacto con la realidad, con el pueblo, están en otra esfera.

    ¿Y qué me dices de los sueldos de los ex-presidentes? Que Aznar cobre alrededor de 80.000€ del estado cuando por sus actuaciones privadas se ingresa cerca de 500.000 €. Una persona honesta y digna renunciaría a su sueldo público de ex-presidente porque sabe que está ganando ese medio millón de euros al año porque fue presidente no por su talento. Ni me quiero meter en el hecho de que Aznar privatizara Endesa y ahora reciba de ella 200.000€/año sin necesidad de hacer acto de presencia. González también cobra del Estado unos 80.000€ y tiene de beneficios por más de millón y medio de euros gracias a compañías, agencias y empresas que él creó. No puedo evitar, aunque sea tan sólo mentar, que uno de sus sueldos, que ronda los 125.000€, proviene de una compañía que (también causalmente) durante su mandato se empezó a fusionar y a hacer más grande: Gas Natural. Pues este hombre tampoco renuncia a su sueldo de ex-presidente sabiendo que el país está profundamente en crisis y un grano no hace granero pero ayuda a su compañero.
    Los políticos deberían ser modelos de ciudadanos y no lo son ¿por qué debería entonces el pequeño empresario hacer facturas para declarar a Hacienda? "Mira, yo no lo declaro y tú te ahorras el IVA, los dos salimos ganando" pero la que pierde es nuestra sociedad, que como no soy yo, no me importa, CRASO ERROR.
    Tal vez algún día escriba un libro con las connotaciones de algunas de las expresiones que tenemos más arraigadas en nuestra cultura, del tipo: "Es lo que hay" aceptando un fatalismo y un pasotismo absoluto; "Te lo digo yo" siendo por supuesto doctor honoris causa en el hecho que concierne; "¿Qué hay de lo mío?" demostrando un egoísmo y un secretismo absoluto; y la peor de todas, muy adecuada para este email y que Laura, mi chica, que es americana, no se puede creer es: "La ocasión hace al ladrón" dando por sentado que los españoles robamos si podemos, cosa que también con enorme dolor y tristeza tengo que vivir constantemente con gente de mi entorno que NO PASA apuros económicos.

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  8. Parte IV (final)
    Me has de admitir también que la mayor parte de los políticos de última generación han sido siempre eso: políticos. No han tenido que trabajar en su vida fuera del partido. Lo que ha pasado es que han sido afiliados a un partido desde pequeñitos, para que estén bien alienados y su número de carnet sea lo más bajo posible y cuando llega el momento de trabajar... "Pues trabajas para el partido hijo, si al fin y al cabo necesitan gente, y tú vales para esto" (también tengo amigos que me lo confirman desde dentro). De verdad no me creo que hayan tenido que darse madrugones para ir al curro que hiciera falta porque necesitaban el dinero, discutir con el jefe, no cobrar o cobrar tarde... De nuevo pérdida de contacto con la realidad.
    Yo lo veo en los niños del colegio. De verdad. Si sus padres están en algún cargo político, están absolutamente carentes de todo sentido crítico y objetivo. Y serán "políticos de carrera o funcionarios de carrera", yo que siempre creí que hacer una carrera era estudiar un montón para saber un montón y poder desempeñar un papel eficiente en la sociedad y serle útil.

    Pero estoy totalmente de acuerdo en tu concepto de honestidad. Es triste que tengas que aclararlo, y es una muestra de dónde está en valores nuestro país.

    Por cierto y para acabar, mi hermano se enfada si le llamas político o le preguntas por política. No sabe de eso, lo que SÍ sabe es lo que necesita su pueblo, porque vive en él, porque convive con él. Y así habrá un montón de gente que realmente sirve al pueblo, que conoce lo que necesita, que intenta conseguírselo... y que se enfada si le llamas político.

    Yo me metería en política, pero en España es demasiado encasillado, obsoleto y endogámico.

    Y por estos sentimientos he decidido exiliarme a países nórdicos.
    Un saludo enorme
    Benjamín Pardo García

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