Fue hace 26 años. Yo era un niño vallisoletano en Nigrán de vacaciones con su familia. Disfrutando de todo lo bueno que te puede dar Galicia y su gente. Pero aquel día era especial. Había un campeonato de volley ball, ¡en la playa!.
Me fui a apuntar, y me instaron a organizar un equipo de 3. Mi hermano estaba dispuesto, pero nos faltaba otro. Así encontré otra niña que miraba tímida todo el movimiento de jugadores y curiosos. La propusimos participar con nosotros en ese tono directo de los niños: “¿Juegas?”.La niña en cuestión resultó ser un “crack”. Mi hermano y yo recibíamos y sacábamos. Ella se encargaba de todo lo demás. Y ¡ganamos el torneo!.
Después de ese encuentro tan fugaz nos seguimos escribiendo. Nos habíamos visto durante unas pocas horas, mientras ganábamos un partido tras otro, pero, ¿qué tendrá el deporte, el verano, la playa, Galicia,…?, el caso es que cartas iban y venían entre Valladolid y Carballiño. ¡Qué curiosa era aquella época en la que recibías cartas en tu buzón que no eran del banco!.
26 años después, volví a rescatar aquellas cartas que aún conservaba. Y encontré también las de aquella niña jugadora. Y decidí encontrarla de nuevo. Entré en las “redes sociales” que a veces tienen poco de sociales y mucho de redes. Puse su nombre y en 5 segundos, allí apareció aquella niña un poco más grande, pero a la que reconocí en seguida. La escribí y me contestó solícita, con sorpresa y alegría. Y así empezaron otra vez a ir y venir cartas, ya en forma de correos electrónicos y mensajes, como si nunca hubiéramos dejado de hacerlo.
Hoy ya sé que no me volverá a pasar. No permitiré nunca que nada ni nadie me haga perder el contacto con las personas maravillosas que pueda encontrar a lo largo de mi vida. Por que los amigos que vamos haciendo son un maravilloso tesoro, aunque a veces nos sentimos tan ricos que somos capaces de despreciarlo y perderlo por el camino. Sirva pues este modesto escrito para invitar a todos a que hagan riqueza de las amistades que se hagan este verano, y que hagan en modo que lo sigan siendo para siempre.
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