Tampoco voy a hablaros de Mercedes Milá, ni siquiera de Paco Umbral. Pero sí que voy a hablaros de otro escritor, uno ficticio, del que nunca podremos leer ninguna de sus novelas, de todos modos éstas quedarían eclipsadas por la propia tragicomedia en la que se encuentra inmerso nuestro personaje, pero que de algún modo cuenta su historia en capítulos.
Este mes voy a hablaros de mi querido, querido Hank. Hank Moody.
¡Saludos criterian@s! ¡Otro mes, otra serie!
Pues como iba diciendo... David Duchovny (Expediente X, Evolution) y su alter ego televisivo, Hank Moody (ambos declarados fanáticos de Charles Bukowski) protagonizan Californication (Californication 2007-2014), una oda a la promiscuidad y el alcoholismo cuyo hilo conductor se centra en el amor imperecedero entre Hank, Karen (Natascha McElhone) y su hija común Becca (Madeleine Martin), y la imposibilidad para encontrar el equilibrio en medio de un caos familiar y la crisis creativa que atraviesa Moody como escritor tras el traslado de todos ellos a la ciudad de Los Ángeles.
Mucho sexo, algunas drogas y un poco de rock 'n roll, componen el background de una apología hacia las causas perdidas y las victorias y derrotas de este escritor en horas bajas tanto en el terreno profesional como en el sentimental en el downtown angelino.
Duchovny, graduado en literatura por la universidad de Princeton y habiendo padecido problemas de adicción sexual, irremediablemente hacen aparecer la palabra biopic en mi mente, pero no todo son tragedias en la historia. De echo, el papel de Hank Moody le valió al actor neoyorquino su segundo globo de oro como mejor actor de comedia en 2007. En contadas ocasiones vemos papeles que encajen tan a la perfección en un actor, aunque sea por razones obvias (¿que os parece Elijah Wood como Frodo o Robert Downey Jr. como Sherlock?).
Es Californication entonces una comedia, trágica en ocasiones sí, pero una comedia al fin y al cabo, en buena parte gracias al excepcional trabajo de Evan Handler (Sexo en Nueva York, Californication) encarnando a Charlie Runkle, representante y la vez mejor amigo de Moody. Absolutamente desinhibido, totalmente descarado, Mr. Runkle encuentra la pipa amarga una y otra vez, posicionándolo en situaciones a menudo desconcertantes, ridículas, degeneradas... que ofrecen el punto humorístico. ¡Aupa Runkle! Mientras apuro mi cerveza ¡Por poco cambio el título del artículo por tu culpa!
Es también realmente fácil dejarse atrapar por el carisma de Hank Moody, de David Duchovny, de su manera de fumar cigarrillos, de su alcoholismo, de las heroínas que vienen y van, de las orgías de estupefacientes gratuítos y de la grata sobredosis sexual presente durante toda la obra.
Actualmente esperando el cierre de la emisión de la séptima y última temporada en la lengua de Cervantes (ya se han emitido en Showtime en versión original) sólamente me queda recomendaros esta fantástica y ligera teleserie (formato de 12 capítulos por temporada, de unos 30 minutos de duración) en ocasiones tan caliente como las noches de verano que aguardan.
Espero sinceramente que os guste y además, no será la última vez que escriba acerca de Duchovny. El por qué es muy sencillo, porque la verdad está ahí fuera.
P.D. La banda sonora ha sido seleccionada cuidadosamente. Temas clásicos acompañan todo el metraje. Pero hay más. Dos de libros escritos por Hank llevan el título de sendas canciones de Slayer. Así mismo, muchos de los emplazamientos, nombres de personajes o acontecimientos están estrechamente relacionados con otros títulos de canciones o álbumes del mundo del metal y el rock.
Y aquí el enlace al video que todos esperabais.
¡Hasta el mes que viene criterian@s!
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Reconozco que en más de una ocasión he tenido ganas de atravesar la pantalla y participar en esas increíbles fiestas que surgen incluso de manera espontánea. Sobre todo, me encanta la naturalidad de sus personajes y de las situaciones más ridículas que puedas imaginar. No dudéis en verla criterianos. Viva el sexo, las drogas y el rock and roll!!!!
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