15 M - Democracia Real Ya…¿un sueño?

España (con perdón), abril de 2011. Una cadena de correos electrónicos denuncia, al igual que otras tantísimas antes, los vergonzantes beneficios de que disfruta la clase política dirigente y eterna a cambio de limitarse a guiar el país en la dirección que manden los famosos “mercados” mientras ellos se centran en preparar unas elecciones cada cuatro años y en colocar a unos cuantos amiguetes como personas de confianza. La única diferencia, no sutil, es que este correo electrónico incluye una convocatoria a una manifestación encaminada a pedir nada menos que una Democracia Real, y además Ya, para el domingo 15 de mayo. Al final de la manifestación, y para sorpresa de casi todos, se inician los que son probablemente los días más convulsos del país en este siglo, quitando el 11-13 de marzo del 2004. Días en la calle, en las plazas, miles de totales desconocidos unidos por la indignación y la complicidad espontánea de saberse iguales, aun siendo distintos por todo lo demás: ideología, edad, sexo, afinidades deportivas, etc.





Preludio

Como la historia está y estará al alcance de todos, ahí va un poco más de opinión sobre el tema más opinado de los últimos años, y que, excusarán los posibles lectores, será más enriquecedora y clarificadora para el que escribe (por aquello de poner en orden ideas) que para el que lee (si es que lo hay)...en fin, uno no escribe en el criTeri solo por el dinero, la fama y la vanidad...

En primer lugar, solo se puede recomendar a cualquiera que no haya visto el fenómeno en directo que vaya a alguna de las actividades serias que se realizan: asambleas, reuniones de comisión, etc. La atmósfera suele ser bastante mágica. También cabe la posibilidad de que, cuando se hayan publicado estas líneas, o al menos cuando se lean, el tema ya esté desfasado, aunque hay gran confianza en la evolución hacia movimientos a nivel de barrio o de pueblo.

La mayoría de las reivindicaciones, conocidas por todo aquel que tenga un ápice de sentido crítico como para informarse, son, en términos generales, aceptables para no menos del 90% de la sociedad; aquí no se habla de una mayoría simple ni una mayoría “absoluta” del 50,01% sino de la práctica totalidad de la sociedad.

No es de extrañar, por tanto, el gran apoyo y simpatía conseguidos los primeros días de acampadas, las muestras espontáneas de generosidad, donaciones, etc. En Madrid, sin aceptar un euro, se levantó en unos pocos días una pequeña ciudad con calles, servicios públicos, comida para todos y toda una red de comisiones bien estructurada.


Días de tormenta en La Mancha

Si hay potencialmente tanta gente a favor, ¿por qué no acaba (o ha acabado) de cuajar?

Pese a todo, no existe la sensación, fuera de estas plazas, de que el movimiento haya calado realmente en la sociedad. Tras despertar grandes simpatías, finalmente no ha acabado de ligar, no se ha conseguido sumar una masa crítica que haya permitido pasar a otro nivel ¿Qué ha detenido el enorme entusiasmo inicial? A juicio del que escribe hay varios motivos:

- muchísima de la gente que está a favor de este movimiento no ha encontrado las ganas o la motivación o el medio de aportar todo lo que habría podido: no se puede esperar que todos los “simpatizantes” se involucren en todas las actividades, pero es evidente que el apoyo social es mayor que el que se puede ver en cada plaza.

- no se ha conseguido explicar qué es exactamente lo que se pide. Pongamos el caso del grupo social de más de 50 años (el 42% de los votantes): un grupo con un porcentaje de acceso al twitter, facebook o incluso al correo electrónico (las principales fuentes de movilización de DRY) bastante limitado, y centrado principalmente en unos pocos contactos igualmente “aislados” (ojo, no es peyorativo; ojalá lleguemos allí con las mismas inquietudes que tienen muchos de nuestros veteranos). ¿Cómo se informa este grupo de lo que está pasando? Los medios de comunicación tradicionales ya les habrán puesto sobre aviso en relación a estos grupos antisistema, socialistas, terroristas o anarquistas, en función del medio, aparte de los episodios dirigidos por y para tarados mentales, con auricular incluido. A la gente de este gran grupo que se haya acercado aun así a “mirar desde afuera” lo que se cuece en las plazas, les habrá llamado la atención la gente con crestas, rastas, etc; una llamativa minoría a la postre. En todo caso, no ayudará a que el espectador escéptico se acabe de sentir identificado con DRY. Tampoco ayudará el hecho de observar la proliferación de talleres de pintura de ropa, de costura, malabares o huertos a los que se ha asistido en algunas acampadas, y que bien podían haber tenido cabida en cualquier otro espacio paralelo, pero no simultáneo con un ambiente de reivindicación. Por supuesto, muchos menores de 50 años tampoco se han acabado de sentir identificados.

- el movimiento está integrado por un abanico de posicionamientos políticos bastante diverso, pero, no nos engañemos, escasean los, digamos, conservadores. Tampoco debe sorprender a nadie; uno se hace conservador cuando tiene mucho que perder si cambian las cosas hacia un sistema más justo para todos...por ejemplo, una de las propuestas de DRY con la que más pueden ganar “los que tienen poco que perder” es la posibilidad de penalizar los pisos cerrados (se ha hablado de expropiación, método inaplicable, pero bastaría con utilizar fuertes subidas impositivas para segundas, terceras, etc., residencias para mejorar el acceso a la vivienda y la racionalización de los precios). En cambio, esta misma cláusula puede ser vista con pánico por todos aquellos que tienen dos o más casas y que, de nuevo seamos realistas, es una gran parte de la sociedad. Volviendo al grupo de tendencia conservadora, no se ofenderá a casi nadie si se afirma que en general tiene las ideas muy claras: voto fijo (a cualquier persona, animal o cosa que se presente bajo el Partido azul), un periódico, un canal de televisión. Este sector ha adoptado la versión que dice que DRY son vagos y oportunistas intentando desequilibrar las elecciones primero, y estar de botellón después.

- La horizontalidad es fantástica, pero es increíblemente frustrante asistir a un turno de participación en el cual pueda salir quien quiera (de entre cientos o miles de personas) a decir lo primero que le salga por la cabeza. Lo absurdo de los argumentos es directamente proporcional al tamaño de la asamblea: mientras que en pequeñas asambleas y comisiones las buenas ideas predominan, en grandes asambleas (véase Barcelona, 21 de mayo) la línea general roza la patochada, gracias a un grupo de extrovertidos que, a nivel individual y a falta de buenas ideas, se limitan a subir el tono del participante anterior. Los observadores neutrales que se hayan acercado indecisos de dar o no su apoyo al DRY en uno de estos sonrojantes momentos habrán salido de dudas al ver a según qué energúmeno pedir según qué tontería. La acertadísima alegoría indicada por N aquí ilustra lo vivido...

- El alargamiento de las acampadas es una amenaza para las mismas, ya que se concibieron como un elemento de toque de atención y de visibilidad excelente y muy bien realizado, por cierto. Pero el riesgo que tiene el prolongar las acampadas es la progresiva definición de los acampados. Cuanto más definido esté el movimiento más convencidos estarán sus integrantes, pero menos gente lo apoyará. El 99% de la sociedad estará en contra de las SICAV, a favor de la transparencia en las cuentas públicas o de la reducción del número de coches oficiales. Pero el porcentaje baja si se piden otras cosas que, siendo también interesantes (fin de la monarquía, etc.), tiendan a debilitar la base social del movimiento, que quedaría diluido. Quizá haya llegado el momento de hacer un comunicado o declaración de principios con la cual la enorme mayoría de la sociedad esté de acuerdo, promover un enorme apoyo social al respecto y exigir que, como mínimo, tengan la vergüenza de hablarlo en altas instancias. A partir de aquí, el trabajo debería continuar a nivel de barrio.


¿Se podrían llegar a aplicar las propuestas de DRY?

Motivos para pensar que no: además del apoyo social desigual, ninguna de las propuestas serán algo excesivamente nuevo para nadie de los que toma Grandes Decisiones... Sabían que estas ideas podían aplicarse, lo cual favorecería a la mayoría de la sociedad...y sin embargo no las han aplicado.

En cambio, queda algún motivo para la esperanza (qué degradación de esta palabra, pobre Madrid): los dos partidos de siempre se jugarán el poder de aquí a diez meses, con el apoyo de unos cuantos partidos regionales (que también son los de siempre). Viendo cómo están las cosas, con un horizonte de continuación del bipartidismo, igual es un caramelo para algún partido mediano o grande con bajas expectativas (es decir, con poco que perder) hacer un acercamiento inequívoco a las propuestas de DRY (no al movimiento, sino a sus demandas). Desde luego, nunca llegará a haber una adopción absoluta de las mismas, pero quizá sí se pueda llegar a conseguir que algunas de ellas se utilicen como estrategia electoral. Partiendo de la base de que sería infame que este movimiento sirviera de catapulta para llevar o mantener en el poder a algún partido “de los de siempre”, puede ser ésta una de las pocas oportunidades, de aquí a cinco años, de que realmente se llegue a tomar en serio alguna de las propuestas...Que nadie espere antes un cambio real.



Grandes logros del movimiento

Independientemente de lo que pase con DRY, son innegables algunos hitos conseguidos, y ante los cuales se puede llegar a poner la piel de gallina:

- Es un movimiento absolutamente pacífico; ni siquiera durante la indecente carga policial de Barcelona se ha visto a nadie (y no será porque no había cámaras) devolviendo al menos parte de la violencia recibida por los Mossos sin número de identificación visible (cosa ilegal por la que, al parecer, nadie va a exigir responsabilidades) que cargaron oficialmente al verse “acorralados” (por gente sentada). Ningún grupo de salvajes “antisistema oficiales” ha conseguido aprovecharse de DRY para organizar saqueos, destrucción de mobiliario urbano o montar altercados. Y esto es increíblemente meritorio en grandes concentraciones y en grandes ciudades. Tampoco es desdeñable haberlo conseguido dando un ejemplo de limpieza e higiene.

- Unir territorios; para los que vivimos a medio camino entre regiones de fuerte arraigo (ojo al eufemismo) es una excelentísima noticia ver cómo los indeseables que han intentado fracturar la sociedad con ventajismos territoriales no han triunfado entre la gente crítica; durante semanas Sol y Catalunya, Barcelona y Madrid han vivido en comunión y apoyo mutuo durante semanas entre ellas y con todo el resto de plazas de España y del mundo, para gran escozor de los que fomentan y viven de exaltar las diferencias.

- Unir generaciones: en las concentraciones, caceroladas y asambleas se ha podido ver una enorme diversidad de edades protestando unidas

- Hacer ver que hay una parte de la sociedad que aún piensa y protesta: se trata de un primer paso hacia...bien, veremos hacia qué, seguramente, menos de lo que esperan los acampados, pero más de lo que creen muchos políticos y determinados reaccionarios de carnet...Como mínimo, se han reforzado muchos movimientos sociales, especialmente a nivel de barrio y pueblo: el movimiento está sirviendo para canalizar, aglutinar y dar voz y visibilidad a numerosas luchas que ya existían y que ahora pueden recobrar un nuevo impulso...

Puede que sea el sol del inicio de junio (el que se está alternando con tormentas tropicales), pero algunos aún creemos que las cosas pueden mejorar...

El observador


El enlace:

http://estepaissevaalamierda.wordpress.com/


La cita:

"Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco". El Perich, años 80.


Desde este mes se añade en esta sección un toque de humor: El momento jocoso:

http://www.elpais.com/articulo/economia/Alierta/afirma/ERE/anteriores/ahora/Telefonica/estaria/quebrada/elpepueco/20110518elpepueco_8/Tes

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3 comentaris :

  1. Interesante reflexión, observador. Hay, no obstante, un par de puntos que creo que conviene aclarar, y que espero que abran debate:

    1. Democracia Real Ya (DRY) no ha organizado las acampadas, ni las ha convocado, ni participa en su gestión ni en la toma de decisiones. De hecho, ni siquiera forma parte de ellas como colectivo y en los últimos días se ha desmarcado públicamente de ellas.

    2. Las reivindicaciones de DRY son 8, concretas, y no han cambiado desde el 15M. Se pueden encontrar aqui

    3. Cada acampada funciona de forma autónoma, crea sus comisiones, sus asambleas, y toma sus decisiones. Sólo desde este fin de semana han empezado a hacer intentos serios de coordinarse entre ellas.

    4. Creo que es evidente la decadencia de las acampadas. Hubo cierto intento de volver al principio buscando un consenso de mínimos, pero se ha visto superado por la propia dinámica asamblearia. Sobre todo en las acampadas grandes (Sol y Pça Catalunya) se está quedando un "poso" que poco tiene que ver con el espíritu inicial que a tanta gente congregó. Las propuestas que están debatiendo (y aceptando) las asambleas se centra más en la propia subsistencia de la acampada que en los cambios sociales que se piden. Y cuando hablan de política, están cada vez más definidas y posicionadas , como bien señalas, y por tanto cada vez menos gente podrá suscribirlas.

    5. El problema es que existe un "cacao" importante por gran parte de la población, que mezclan acampadas, DRY, el colectivo "Sin curro, sin casa..", etc. bajo el denominador común de "los Indignados" Por eso estoy de acuerdo en que las acampadas, impecables al principio, ahora mismo están haciendo más mal que bien. Es muy interesante el fenomeno asambleario, pero inviable en grupos enormes.

    Para mi, lo ideal seria llevar las asambleas a barrios/pueblos, lo cual sería un interesantísimo ejercicio de fomentar la participación y fortalecer la "sociedad civil", y desmontar las acampadas, que están absorbiendo toda la atención mediática y desviando el tema de conversación. En los medios ya nadie habla de las reivindicaciones de DRY, se habla de lo que decide Sol o plaza Catalunya, y eso contribuye al follón. DRY ya ha hecho convocatoria de nuevas manifestaciones, y una vez conseguida masa crítica y visibilidad, la forma de elevar las reivindicaciones podría ser ILP (iniciativas legislativas populares). Pero mientras duren las acampadas (tal y como son ahora mismo), veo difícil conseguir la masa crítica necesaria.

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  2. Agradecido por el comentario, Claudàtor!!
    Efectivamente, no quise entrar en detalles organizativos, pero es totalmente cierto que DRY no es lo mismo que las acampadas. Simplemente me he querido referir al "movimiento" en general, iniciado o lanzado por DRY y continuado por acampadas / indignados / asambleas / barrios. Y lo que queda!!

    Creo sinceramente que los partidos de "la izquierda" están realmente precupados por este movimiento y si quieren conseguir algo en 10 meses más les vale espabilar porque, como siempre, los 8-9 millones de votantes de la derecha no dejarán de "fichar" pase lo que pase...
    En este sentido es un momento interesante para que según qué partidos den un paso valiente y modifiquen (o se comprometan a modificar) algunas cosas que arrastramos desde la Joven Democracia y que hoy en día no tienen tanto sentido...veremos!

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  3. Quinto Cicerón aconsejaba a su hermano Marco Tulio Cicerón en una epístola sobre cómo ganar las elecciones.

    Esto ocurría en una República mortalmente enferma que Julio César enterraría al cruzar el Rubicón. Nada nuevo hemos descubierto, en su COMMENTARIOLVM PETITIONIS todo nos suena muy actual.

    http://www.elartedelaestrategia.com/como_ganar_las_elecciones.html

    Saludos

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