Nuestros prisioneros son inocentes
son lo que fuimos antes de toda herida.
Antes de escondernos a llorar en los rincones
de que jamás nadie pensara
en hablar de nosotros, en son de paz.
Acaso no escuchas sus fusiles temblar?
Al gentil milagro del conticinio,
que silenciando trincheras, tozudos cañones
abre paso al tornado mayor,
nuestra derruida paz.
Una noche los poetas de la guerra,
vinieron.
Todos ellos eran hombres de ojos tristes
a los pies de mi cama rogaban explicación
uno o dos signos hubieran bastado.
Yo sé que en medio de la batalla
los soldados gritan palabras apostrofadas.
Yo les he oído
y a la misma hora temblar,
los removidos restos acumulados
en forma de tierra muy cercana,
pero esos restos,
son restos de hombres.
Aos Mori
Subscriure's a:
Comentaris del missatge
(
Atom
)
Publica un comentari a l'entrada