Observaciones umbilicales

Toca artículo especial para el más especial (con permiso del primero) de los números de la revista criTeri…10 años de publicación mensual ininterrumpida y orgullosamente bilingüe sin recibir un euro del contribuyente, con un equipo redactor siempre cambiante y con la inquietud como motor y a la vez como única ambición. Como este mes la revista viene cargada, seremos breves y discretos desde nuestro asiento del coro.

Como muchos o algunos sabéis,  la revista nació entre un grupo de gente inquieta que buscaba llenar un hueco que faltaba en 2006 en la pequeña y encantadora Solsona, orgullosa ciudad de origen prerromano que fue sede universitaria y es plaza episcopal pese a sus menos de 10.000 habitantes que viven a más de media hora en coche (con las carreteras y vehículos actuales) de cualquier núcleo más grande, y prácticamente congelada en el tiempo (¿preservada? ¿estancada?) desde que llegó la revolución industrial a los valles circundantes que tuvieron la suerte o la desgracia de estar mejor conectados con Barcelona, y donde el feudalismo nunca ha llegado a pasar de moda completamente.

Así pintaba la versión del criTeri en papel...

Con el tiempo, la revista fue ampliando horizontes con amigos de los redactores iniciales, familia, familia de amigos, amigos de amigos...y hasta hoy.

Como redactor veterano, sin ser fundador, puedo decir que he conocido casi toda la vida de nuestra revista…un prolongado voluntariado cuyo objetivo esencial era intentar encauzar y dar salida a alguna aptitud que no se nos diera demasiado mal, y que a falta de nada más ocurrente a uno le dio por escribir sobre nada en particular. De las dos principales recompensas recibidas, ambas intangibles, es difícil decantarse por una:

- el hecho de aprovechar la revista para indagar sobre un tema que me interesa y para obligarme a haberlo entendido correctamente y en base a suficientes fuentes antes de poderlo compartir con alguien más. Este proceso,  en estos tiempos de fugacidad obligada, de etiquetado instantáneo, de mensajes cortos trufados de abreviaturas y de información compartida exponencialmente sin haberse contrastado o al menos leído, me atrevo a considerar casi un logro.

- los comentarios (en el blog o en persona) de alguien a quien le ha interesado o incluso gustado lo que ha leído.

El músico de jazz toca para pasárselo bien, y si además hay público para verlo, mejor aún. Esa es más o menos la idea y, supongo, la de la mayoría de gentes que abren un blog, ya sea a título individual o camuflado como sección dentro de una revista por aquello del pudor, la pereza comodidad, la timidez cibernética o el puro miedo escénico.

Es imposible saber cuántos números o cuantos años le quedan a la revista ni a esta humilde sección. No pocas veces se ha barajado aplicar (en ambos casos) la eutanasia editorial, pero siempre se encuentra un motivo para seguir adelante. Sea cual sea el final, si sirvió/sirvieron para crear interés por un tema, tener un nuevo argumento para un debate, para no estar delinquiendo en el transcurso de la lectura o simplemente para aprender algo nuevo en un momento de procrastinación, ya habrá estado el tiempo bien invertido…

Y así es más o menos como se quema gran parte del material que se podría haber empleado en un inflamado y lacrimógeno artículo de despedida…

El observador

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2 comentaris :

  1. M'ha agradat la idea del músic de Jazz!

    si, realment la revista té molt estil de jazz

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  2. Boníssim!!!!! Fan total de Observaciones!

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